¿Qué es cristianismo? ¿Cuáles son los aspectos esenciales del pensamiento cristiano desde una perspectiva liberadora?
El pensamiento cristiano tiene como característica la coherencia entre el mensaje y la práctica. Posee un profundo sentido esperanzador, no es de resignación ni de conformismo ante las situaciones de la vida. El cristianismo es liberador porque es profundamente humano. La propuesta de Jesús de Nazareth no se circunscribe al teocentrismo religioso, puesto que el camino para llegar a Dios es el Hombre y no es Dios por sí mismo. Es la opción por las realidades humanas la que lleva al horizonte: el reino de Dios y su justicia.
Otro aspecto es que la opción cristiana supone acciones políticas concretas para la transformación de las situaciones de injusticia, y estas acciones se convierten en protesta ante la autoridad y el status quo.
Desde la óptica liberadora, el cristianismo tiene como opción política preferencial a los pobres y a los que se encuentran en la periferia de la sociedad. Es un proceso de inclusión social que permite, por decirlo de alguna forma, la nivelación social. Y para que exista nivelación se requiere del desprendimiento de las riquezas y colocarlas al servicio de la comunidad, de manera de poder experimentar la igualdad fraterna.
¿Cuáles son los aspectos vinculantes con el socialismo? De los que se han mencionado aquí, todos son vinculantes. El socialismo, al igual que el cristianismo, es un pensamiento que tiene como orientación al hombre. El socialismo tiene como finalidad la construcción del Hombre Nuevo. La práctica de la justicia social entendida como distribución de la riqueza y de los recursos materiales converge con el principio de justicia social desde la fraternidad que plantea el cristianismo.
Por tanto, nosotros los cristianos, al asumir ideológicamente el socialismo, sólo queremos explicitar la práctica de la fe en dimensiones concretas e históricas. No nos dejemos engañar con manipulaciones.
El pensamiento cristiano tiene como característica la coherencia entre el mensaje y la práctica. Posee un profundo sentido esperanzador, no es de resignación ni de conformismo ante las situaciones de la vida. El cristianismo es liberador porque es profundamente humano. La propuesta de Jesús de Nazareth no se circunscribe al teocentrismo religioso, puesto que el camino para llegar a Dios es el Hombre y no es Dios por sí mismo. Es la opción por las realidades humanas la que lleva al horizonte: el reino de Dios y su justicia.
Otro aspecto es que la opción cristiana supone acciones políticas concretas para la transformación de las situaciones de injusticia, y estas acciones se convierten en protesta ante la autoridad y el status quo.
Desde la óptica liberadora, el cristianismo tiene como opción política preferencial a los pobres y a los que se encuentran en la periferia de la sociedad. Es un proceso de inclusión social que permite, por decirlo de alguna forma, la nivelación social. Y para que exista nivelación se requiere del desprendimiento de las riquezas y colocarlas al servicio de la comunidad, de manera de poder experimentar la igualdad fraterna.
¿Cuáles son los aspectos vinculantes con el socialismo? De los que se han mencionado aquí, todos son vinculantes. El socialismo, al igual que el cristianismo, es un pensamiento que tiene como orientación al hombre. El socialismo tiene como finalidad la construcción del Hombre Nuevo. La práctica de la justicia social entendida como distribución de la riqueza y de los recursos materiales converge con el principio de justicia social desde la fraternidad que plantea el cristianismo.
Por tanto, nosotros los cristianos, al asumir ideológicamente el socialismo, sólo queremos explicitar la práctica de la fe en dimensiones concretas e históricas. No nos dejemos engañar con manipulaciones.
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