viernes, 28 de julio de 2006

El Conde en la fase superior

Los mercenarios de la política en Latinoamérica siempre se han valido de miles de chanchullos para alcanzar el poder, los mas conocidos es el de "acta-mata-voto" y el de la manipulación de las encuestas, de este último hay una fase superior que es el de las encuestas a boca de urna, adelantando resultados antes que los organismos electorales legítimos y del cual han tenido buenos resultados en Perú y en México.

Entonces, no es casualidad que uno de los mas entusiastas promotores de la candidatura del Conde del Guácharo sea Luis Vicente León de la empresa encuestadora Datanálisis y la televisora golpista Globovision, quienes le dan a Rausseo, sin lanzarse, el 15% en la preferencia del electorado.

Estos mercenarios ante la imposibilidad de aplicar el "acta-mata-voto" por la automatización de las elecciones tratarán de aplicar "boca de urna-mata-voto" para cuando los resultados legítimos sean publicados y, les sean adversos, agitar a sus seguidores, tanto internos como externos con la colaboración de los diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales.

Como la oposición venezolana es una sola los demás precandidatos se sumaran a esta candidatura "arrolladora" y, además, como este candidato no tiene tiempo de inscribir un partido político en el CNE, seguramente, Gonzalo Pérez Hernández ya esté engrasando la "maquinaria" del MIN para apoyarlo.

Y hablando del MIN el CNE nos debe una decisión en cuanto a los partidos que no reunieron el porcentaje mínimo en las elecciones de diciembre pasado y que deben recoger firmas para legalizarse.

Noel Martello
snoels@cantv.net

lunes, 24 de julio de 2006

BOLÍVAR EN UN LIBRO DE LECTURA



Cuando en su esbelta alfajía
surge la aurora mojada
para tender su mirada
sobre los campos del día,
y en la temprana herrería
despierta el yunque cantor,
porque habla en lengua de amor
y por claro y por profundo,
se llama entonces el mundo
Bolívar Libertador.

Cuando obediente el anzuelo
derrama el mar en la orilla
sobre la arena amarilla
sus pescaditos de yelo,
porque que no es otro su anhelo
que dar de si lo mejor,
un nombre tiene de honor
y un apellido ese mar:
lo llama el aire al pasar
Bolívar Libertador.

Cuando al rescoldo tranquilo
de su cesto de costuras,
mi madre borda blancuras
con sus estambres en vilo,
y palomillas de hilo
vuelan a su alrededor,
ese universo de amor
a que entonces pertenece,
se llama, pues lo merece,
Bolívar Libertador.

Cuando el aguacero frío
sus rotas cántaras vierte
y en toronjiles convierte
las candelas del estío;
cuando la tierra es plantío
con altas yerbas de olor,
ese tiempo labrador
que abril cantando inaugura,
se llama por su hermosura
Bolívar Libertador.

Mi patria y sus caseríos,
sus petróleos torrenciales,
sus comarcas vegetales
y sus tumultos de ríos,
salinas y labrantíos,
animales de albor,
llanto, júbilo y sudor
de esta tierra y de su gente,
se llama sencillamente
Bolívar Libertador.


Aquiles Nazoa

domingo, 23 de julio de 2006

Ternura por la oposición

(Artículo publicando originalmente en Todosadentro, 22-07-06)

Nunca pensé que algo así me ocurriría, pero lo confieso: el sábado sentí unos minutos de ternura por los opositores.

Ya me imagino a mis amigos del ala guerrera dudando de mi masculinidad y diciendo antipatiqueces como “¡Aaaaay, se perdió esa cosecha!”. No me importa lo que piensen, idiotas.

Tomé el metro de Agua Salud a Parque Carabobo para ver, en directo, la marcha del tal Comando de la Resistencia, suerte de pabellón de máxima seguridad del manicomio de la oposición.

Llegué cuando ya estaba cerca la manifestación encabezada por ese portento de la honestidad, Antonio Ledezma, a quien los malvados del ultrachavismo llaman “el abuelo Monster” o “el Vámpiro”, así, en esdrújula.

Me acerqué hasta la plaza. Ingenuamente pensé en buscar un buen sitio antes de que se llenara de gente. Pronto comprendí lo innecesario de ese trámite. La marcha ni siquiera llegaba a abarcar las aceras. Era apenas un puñito de gente.

Una camarada se montó sobre uno de los bancos, se colocó la mano a guisa de visera y exclamó teatralmente: “¡Dios mío, no me alcanza la vista, esta marcha se pierde en el horizonte!”. Sus amigos rieron a carcajadas con la cruel ironía.

Un señor, con aspecto europeo y una banderita de fieltro pegada a la camisa, se acercó a preguntarle: “Señora, ¿qué fue lo que dijo?”. Ella repitió su performance y el señor puso cara de esperanza y dijo: “¡Sí, es cierto, vino mucha gente!”.

Fue en ese momento cuando sentí ternura. Me dije a mí mismo: estas personas no son Carmona ni González González. Son compatriotas. Unos humildes, otros respingados; la mayoría víctimas de dosis diarias de odio mediático. De pronto me parecieron valientes. Me recordaron a nuestra vieja y percudida izquierda de los años 70 y 80 nadando contra la corriente. No es fácil saberse una ridícula minoría y dar la cara.

Unos minutos más tarde, como decía aquella canción de Raphael, todo se derrumbó dentro de mí. Se me acercó una dama muy blanca a preguntarme dónde estaba la entrada del metro. Se le notaba a leguas que nunca había hecho turismo de aventura en La Candelaria.

Le indiqué por dónde entrar y se engrinchó. No quería pasar frente a los “náufragos”, los beneficiarios de la Misión Negra Hipólita que hacían cola para recibir un plato de comida. “¿No hay otra entrada?”, preguntó la doña de fina estampa, con un mohín de asco.

“No”, le dije, mintiéndole a propósito porque sí la hay. “A menos que se devuelva por donde vino”.

En ese justo momento –se los juro, guerreros- se me pasó la ternura.
José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

Ternura por la oposición

(Artículo publicando originalmente en Todosadentro, 22-07-06)

Nunca pensé que algo así me ocurriría, pero lo confieso: el sábado sentí unos minutos de ternura por los opositores.

Ya me imagino a mis amigos del ala guerrera dudando de mi masculinidad y diciendo antipatiqueces como “¡Aaaaay, se perdió esa cosecha!”. No me importa lo que piensen, idiotas.

Tomé el metro de Agua Salud a Parque Carabobo para ver, en directo, la marcha del tal Comando de la Resistencia, suerte de pabellón de máxima seguridad del manicomio de la oposición.

Llegué cuando ya estaba cerca la manifestación encabezada por ese portento de la honestidad, Antonio Ledezma, a quien los malvados del ultrachavismo llaman “el abuelo Monster” o “el Vámpiro”, así, en esdrújula.

Me acerqué hasta la plaza. Ingenuamente pensé en buscar un buen sitio antes de que se llenara de gente. Pronto comprendí lo innecesario de ese trámite. La marcha ni siquiera llegaba a abarcar las aceras. Era apenas un puñito de gente.

Una camarada se montó sobre uno de los bancos, se colocó la mano a guisa de visera y exclamó teatralmente: “¡Dios mío, no me alcanza la vista, esta marcha se pierde en el horizonte!”. Sus amigos rieron a carcajadas con la cruel ironía.

Un señor, con aspecto europeo y una banderita de fieltro pegada a la camisa, se acercó a preguntarle: “Señora, ¿qué fue lo que dijo?”. Ella repitió su performance y el señor puso cara de esperanza y dijo: “¡Sí, es cierto, vino mucha gente!”.

Fue en ese momento cuando sentí ternura. Me dije a mí mismo: estas personas no son Carmona ni González González. Son compatriotas. Unos humildes, otros respingados; la mayoría víctimas de dosis diarias de odio mediático. De pronto me parecieron valientes. Me recordaron a nuestra vieja y percudida izquierda de los años 70 y 80 nadando contra la corriente. No es fácil saberse una ridícula minoría y dar la cara.

Unos minutos más tarde, como decía aquella canción de Raphael, todo se derrumbó dentro de mí. Se me acercó una dama muy blanca a preguntarme dónde estaba la entrada del metro. Se le notaba a leguas que nunca había hecho turismo de aventura en La Candelaria.

Le indiqué por dónde entrar y se engrinchó. No quería pasar frente a los “náufragos”, los beneficiarios de la Misión Negra Hipólita que hacían cola para recibir un plato de comida. “¿No hay otra entrada?”, preguntó la doña de fina estampa, con un mohín de asco.

“No”, le dije, mintiéndole a propósito porque sí la hay. “A menos que se devuelva por donde vino”.

En ese justo momento –se los juro, guerreros- se me pasó la ternura.
José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

Sukhoi Ruso


Me siento viejo y cansado,
a pesar del poco uso,
por culpa de mi mujer
que parece un Sukhoi ruso.

Noel Martello.-

Acerca del socialismo científico

M.Sc. Jorge Palacios Jara*

En algunos países de América Latina, vienen soplando vientos con aire democrático, en sus pueblos. Demostraciones antiimperialistas, contra la globalización de la economía, los tratados de “libre” comercio y el neoliberalismo y una vez que las dictaduras militares de corte fascista inspiradas desde el norte, quedaron arrumadas en el escondrijo más recóndito de los basureros históricos. Los procesos electorales ocurridos en el 2004 y 2005, en algunos países de América del Sur, reafirman la necesidad histórica de los pueblos por el cambio, ante la desesperanza y la falta de solución a su problemas y el bienestar colectivo, con la particularidad de que algunos de los gobiernos se califican de izquierda y socialistas o están creando las condiciones para que esto ocurra. Estas nuevas condiciones políticas, plantean la necesidad de debatir principios doctrinarios de teoría política revolucionaria en torno a la naturaleza y características que evidencian estos nuevos gobiernos. ¿Su presencia y acciones, permiten vislumbrar ya el cambio de sistema, del capitalismo al socialismo? ¿Se están creando en estas sociedades las condiciones necesarias para que esto acontezca, a través de gobiernos de izquierda? ¿Se han producido cambios cualitativos que nos enseñan que Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay caminan por el anchuroso cauce del socialismo? Son inquietudes e interrogantes que ameritan, precisamente, la necesidad histórica de un debate. Empecemos señalando que el socialismo es un sistema de organización social, basado en el principio de la igualdad, una etapa intermedia para dar paso al comunismo, a la desaparición de clases sociales y del estado; un proceso mediante el cual la sociedad irá desterrando el utilitarismo, la explotación, mezquindad, opresión y egoísmo; así como las malas costumbres del capitalismo, para dar al comunismo una sociedad limpia y equitativa. El socialismo como doctrina científica apareció a mediados del siglo 19, a medida que se desarrollaba la revolución industrial y las revoluciones sociales de aquel siglo. Después de haber estudiado la filosofía clásica alemana, la economía clásica inglesa y los avances logrados por el socialismo francés y haber cuestionado el pensamiento de los socialistas y comunistas utópicos franceses, británicos y alemanes, Marx desarrolló su teoría de la revolución social y socialista en los años 1840-1844. Posteriormente, es en el Manifiesto del Partido Comunista elaborado por él y su gran amigo y camarada, Federico Engels, en 1848, donde se hace mención a los puntos esenciales del socialismo científico: materialismo histórico, lucha de clases, necesidad de una organización internacional de los obreros y de una nueva forma de poder en manos de estos, para organizar la sociedad comunista. Para Marx significó entonces el estudio serio y sistemático de todo cuanto había producido el pensamiento social, hasta mediados de aquel siglo 19, para entregar la teoría de la revolución socialista, científicamente concebida y superando el socialismo utópico. El socialismo científico que se fundamenta en la teoría marxista y posteriormente en los aportes de V.I. Lenin, no es el resultado de la especulación filosófica, histórica y económica de la mente de estos pensadores; sino la sistematización sometida a crítica y cuestionamiento de todo el conocimiento producido hasta el mencionado siglo 19. De ahí que el socialismo requiera en todo tiempo y lugar, ser tratado, considerado y aplicado como ciencia en cuyo encuadramiento actúan principios y leyes; pues a pesar de lo nuevo u original que puedan aparecer versiones actuales de socialismo tienen que partir como punto de conciencia por los ojos críticos de la teoría científica, original y revolucionaria de Marx, Engels, Lenin y Stalin. No porque esta apreciación desmerezca el avance de los tiempos y la cultura política de los pueblos o caiga en el reduccionismo esquemático, sino porque los principios, las leyes y las categorías de la ciencia marxista nos sirven de guía para la acción, respetando como esta ciencia lo ha hecho, las particularidades propias de cada sociedad, de su historia y del momento por el que atraviesan. Además, Marx fue el primero en explicar la fundamentación científica de la revolución social, del por qué del antagonismo irreconciliable entre trabajadores y capitalistas, entre el Trabajo y el Capital, entre aquellos que nada tienen, que no sea su fuerza de trabajo para venderla a los explotadores, propietarios de los medios de producción y comunicación, que todo tienen y nadan en la abundancia y el derroche. Pero para poder comprender la necesidad histórica de la revolución del capitalismo, al socialismo, en su obra El Capital, Marx realiza una crítica radical a este sistema y a la burguesía, pues afirma que el trabajador nunca recibe la totalidad del valor de su trabajo, de acuerdo a la ley de la Plusvalía como ley económica fundamental de este sistema, lo que obliga al trabajador a laborar más tiempo por menos salario, provocando la concentración cada vez mayor de la riqueza en pocas manos, en tanto que el proletariado aumenta en numero y es más miserable. Esto agudiza el enfrentamiento de clases, entre burguesía y proletariado lo que conducirá al final del modo de producción capitalista, abriendo las posibilidades a un nuevo modo de producción que es el comunista en el que deberá existir la igualdad social y el Estado progresivamente se vaya extinguiendo. Marx establece también que el estado y todos sus órganos son dirigidos por la burguesía a través de los cuales controla y domina a los de abajo en lo económico, político, ideológico y jurídico, mediante el sistema educativo y la cultura. Para llegar al socialismo, la sociedad ha de transitar por un proceso que según lo planteado por Marx, en el Manifiesto del Partido Comunista, deberá ser con violencia porque tendrá que enfrentar los aparatos represivos del estado y porque los explotadores jamás entregarán a la sociedad sus medios de producción de manera pacífica. Los niveles de violencia pueden variar, pero en fin de cuentas tienen que darse como medida de solución a la controversia entre explotados y explotadores; es decir habrá lucha de clases a diferentes niveles. Esto se explica porque las sociedades, al llegar sus fuerzas productivas a un cierto nivel de desarrollo, entran en un serio conflicto con las existentes relaciones de producción; es decir, con las relaciones de propiedad, bajo las cuales se han desarrollado convirtiéndose en cadenas que interrumpen su paso, por lo que para sobrepasarlas empieza una época de revolución social. Para conducirse en este proceso, la clase obrera debe estar bien organizada y deberá ser conducida, junto a sectores poblacionales explotados y de campesinos, por el Partido de la Revolución. Este cambio deberá conducirse de manera paciente porque no es de la noche a la mañana que el proletariado conquistará el poder. Pues como en toda revolución social, su devenir es paulatino, difícil al comienzo, pero inexorable y rápido después, organizado y con perspectiva, para avanzar con seguridad. Marx propone que el estado deberá ser transformado en una dictadura del proletariado, provisional y transitoria, mediante la cual, las antiguas clases dominadas ejercerán su dominio sobre los restos de la burguesía y su Estado hasta su total extinción, evitando los peligros de la contrarrevolución. Esa etapa transitoria se caracterizara por una democracia popular, y transformara la propiedad privada en comunal, dando paso a una sociedad comunista, ya no represiva, en la que todos deberán trabajar por igual, dando a la sociedad aquello que es capaz de dar y obteniendo de ella lo que necesite para existir: de cada quien según su trabajo y a cada cual según sus necesidades. La revolución, por tanto es una necesidad que la sociedad tiene para romper el cerco que le impide avanzar. No es un invento de nadie, sino una urgencia del avance y del progreso.
* El autor de este artículo es Director de la Escuela de Ciencias Sociales y Turismo Histórico Cultural de la Universidad Central del Ecuador.
http://www.periodicopcion.net/article141716.html

domingo, 16 de julio de 2006

Las pirañas devoran a Teodoro

(Publicado originalmente en Todosadentro del 15-07-06)

A lo largo de mis años como militante de izquierda he oído a muchísima gente hablar pestes de Teodoro. Porque –hay que decirlo- Teodoro es de esos tipos que caen mal sin esforzarse mucho. Pero, lo juro, nunca oí decir tantas cosas malas sobre él como el viernes antepasado, después de que arremetiera en contra de Súmate.

La audiencia cautiva del inimitable –por fortuna- Leopoldo Castillo, se abalanzó sobre Teodoro y lo devoró sin la menor clemencia, como un cardumen de pirañas a una vaca extraviada en medio de un río.

Ni siquiera Alberto Nolia, el guía (moderador sería una denominación risible en este caso) del programa de YVKE Los papeles de Mandinga, ha logrado insultar tanto a Petkoff como lo hicieron los televidentes matacuradictos. Y eso que Nolia lo llama “Teochoro”.

Luego de que se negara a convalidar las eleccioncitas de María Corina y después de decir que Súmate es una organización tan perversa y autoritaria como el mismo “rrrrrégimen”, al otrora masista y calderista lo molieron a palos sus propios potenciales votantes. ¡Huy, qué horror!

Fue feo, en verdad. Bastaba con leer los mensajes de texto que enviaron los militantes antichavistas al programucho ése para calcular el trauma que de Teodoro: a los 76 años, teniendo por lema “Contra el miedo” y que venga cualquier víctima de la mediocracia y te llame “cobarde”.

Me encuentro con varios amigos en mi barra favorita de La Candelaria y el consenso de los panas es que el ex guerrillero y ex ministro se lo tiene bien merecido.

“El lleva siete años envenenándoles la mente a esos pobres tipos de la clase media acomplejada con sus editoriales de Tal Cual. “Bueno, ¡ahora que se los cale, nojombre!”, dice mi amigo Torrealba, quien gastó sus años mozos encaratándose las manos de engrudo, a punta de pegar afiches de “El Catire”, como le decían los masistas, con un inocultable toque de homosexualidad.

De pronto, entra a la tasca un habitué opositor, más pasado de tragos que Armando Durán en pleno análisis político. Comienza a vociferar improperios de grueso calibre. Se le nota que estuvo viendo Aló Ciudadano. Saca un recorte en el que un malencarado Petkoff proclama su falta de miedo. “¡A este lo mandó Chávez!”, grita en medio del salón, recibiendo de inmediato vivas y ovaciones.

¡Qué cosas tiene la vida, hasta me dieron ganas de defenderlo! Pero mi amigo Torrealba recordaba demasiado el engrudo y le gritó al agitador escuálido: “¡Púyalo, púyalo!”

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

viernes, 14 de julio de 2006

Cristóbal Colón era un "malvado"

Empleó métodos crueles contra nativos y colonos según documento
Madrid. Cristóbal Colón, descubridor de América, carecía de capacidad para gobernar y empleó métodos crueles contra nativos y colonos, según revela un documento descubierto en el Archivo General de Simancas, en la provincia española de Valladolid. La historiadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) Consuelo Varela, que ha estudiado este documento inédito de 46 páginas, explicó a Efe que se trata "del texto más importante sobre la Colonia aparecido en los últimos cien años". El texto descubierto por la archivera Isabel Aguirre, recoge 23 testimonios que fueron empleados como pruebas de un juicio celebrado en el año 1500, que desencadenó la vuelta como presos a la península de Colón y sus hermanos Diego y Bartolomé. "Es un texto muy duro, de gran crudeza, que sitúa a Colón como un hombre que castiga a la gente, que hace juicios sumarios y que no distribuye los víveres entre sus propios hombres", aseguró Varela, cuya investigación aparece recogida en un libro titulado La Caída de Cristóbal Co- lón, la pesquisa de Bobadilla. Para la investigadora, el texto implica, cuando se cumplen cinco siglos de la muerte del colonizador, "la caída de un mito", ya que "sabíamos que había sido retirado de su mando, pero no conocíamos las verdaderas razones". La investigación revela datos sobre la vida de las colonias americanas y de los españoles, "quienes pasaron verdadero hambre y veían a diario que no llegaba ningún barco con los víveres". El documento original fue escrito por el comendador de la Orden de Calatrava, Francisco de Bobadilla, siguiendo un encargo de los Reyes Católicos, y significó la destitución de Colón como virrey y gobernador de las Indias. "Gracias a este texto hemos conocido además que se hacían subastas con esclavos blancos y entendemos mejor varios intentos de motín en la isla (Santo Domingo)", señaló esta estudiosa de la vida y obra de Colón, que se ha servido de la transcripción de Aguirre para su estudio. El hallazgo del texto se produjo mientras la archivera catalogaba unos legajos que habían permanecido largo tiempo extraviados. Algunos de los testimonios recogidos pertenecen a enemigos del navegante, pero también se incluyen declaraciones de miembros de su equipo, "que tuvieron que declarar en su contra y contar las atrocidades que ocurrieron". Hasta ahora no se habían estudiado textos que ofreciesen una imagen negativa del almirante que, a pesar de ser destituido de su cargo, realizó un último viaje a Nuevo Mundo en 1502. Por los momentos, el documento original hallado permanece expuesto en la muestra "Colón desde Andalucía (19421505)", coordinada por la propia Varela, que está archivado en el Archivo de Indias, en la ciudad de Sevilla.

Tenía que ser El Cura

(Publicado originalmente en Todosadentro del 08-07-06)

El Cura Calderón es uno de los dirigentes políticos más subestimados del país. En contra de lo que muchos piensan, es inteligentísimo. ¿Una prueba? Bueno, es el único que se ha dado cuenta de que es posible denunciar al “rrrrrégimen” ante la comunidad internacional por su malévolo empeño de intervenir en las elecciones internas de la oposición.

Los que no son tan sagaces como El Cura consideraron ridículo que se presentara ante la Organización de Estados Americanos a denunciar que voceros del Gobierno habían cometido el abuso de opinar acerca de esa novela por entregas que son las elecciones primarias de los opositores. Un amigo antichavista me dijo: “¡Caramba!, está bien que lo denunciemos cuando se mete en las elecciones de Perú o de Nicaragua, pero no podemos negarle el derecho a fregarle la paciencia a sus adversarios internos”, me dijo, demostrando que es un opositor sensato pero poco astuto.

En cambio Calderón fue capaz de ver más allá de los árboles. Vio el bosque. La oposición no es, en rigor, una fuerza venezolana, sino una franquicia multinacional, un desarrollo endógeno patrocinado por el embajador Brownfield, un lobby de intereses foráneos… qué se yo. De manera que El Cura tiene razón: ¿con qué derecho salen José Vicente o Willian Lara a meter sus cucharas en ese asunto extranjero? No se les puede permitir y deben ser denunciados por injerencia en cosas que son privativas de otros países.

Las brillantes declaraciones del dirigente de Copei (sí, aún existe Copei) han permitido salirle al paso a la sospecha que comenzaba a cundir en algunos círculos: que la oposición era tan inepta, pero tan inepta, que no necesitaba, en realidad, enemigos.

Sin duda se trataba de una matriz de opinión gestada en los laboratorios de guerra sucia del Gobierno, asesorados por el G2 cubano, con la finalidad de destruir la moral de las huestes antichavistas. Gracias a El Cura, quedó claro que el tejemaneje de las primarias suspendidas fue una jugada de la dictadura y no –como se ha dicho- el producto de que los adversarios de Chávez no tengan la menor idea de en qué palo ahorcarse.

El Cura desmontó la malvada tesis y puso el acento donde debe estar, en la infinita ambición de quienes, no conformes con haber ganado dos comicios presidenciales, dos referendos y no sé cuántas elecciones más, pretenden meterse en las primarias de la oposición y ganarlas también.

¿Se convencieron ya de que El Cura es inteligentísimo?

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

martes, 4 de julio de 2006

Los semidioses engreídos

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro, del sábado 1 de julio)

Leo en la prensa que un grupo de intelectuales ha anunciado su apoyo a la candidatura de Teodoro Petkoff y al enterarme del nombre que le pusieron al acto proselitista comienzo a preguntarme qué clase de mecanismo opera en la mente de alguien cuando se atreve a autoasignarse la condición de “creador”.

Para mí es un enigma. No obstante, de entrada recomendaría a esa gente que, luego de concluida la contienda electoral, le encuentren alguna utilidad práctica y, sobre todo, económica, a su alianza parnasiana y comiencen a dictar cursos de autoestima. Se van a hacer ricos… los que ya no lo sean, digo.

Quiero enfatizar que hablo con respeto, no vaya nadie a creer que me burlo. En realidad, considero que un grupo de individuos que acepte subirse a un escenario con un señor que aspira a ser Presidente, en representación del gremio de los Creadores, tiene mucho que enseñarle a los demás en ese campo tan complejo de amapucharse a uno mismo.

Entiéndanme bien, no cuestiono que alguien se considere creador, de hecho, cuando amanezco optimista respecto al género humano tiendo a pensar que todos los somos. Lo que me parece caricaturesco es que ciertos sujetos piensen que pertenecen a un estadio superior, propio de los elegidos. ¡Caramba –pensé al leer la lista de los asistentes- si este señor es un creador, cómo debemos llamar a José Saramago! Supongo que será “Dios”, lo que, por lo demás, constituiría una buena explicación sobre por qué el escritor portugués es ateo.

Para mí –que si alguna cosa he creado en mi vida es un problema tras otro- este gesto de los Creadores con Teodoro es una nueva y fehaciente demostración de lo que Manuel Vicente Romero-García sentenció en 1896: que Venezuela es un país de nulidades engreídas.

Pero, más allá de esa fatalidad de nuestra idiosincrasia, pienso que el episodio representa de manera inmejorable el dilema de la política cultural de la Venezuela del joven siglo XXI: o volvemos a la etapa en la que unos deslumbrantes huéspedes del Olimpo se reunían a dictaminar lo que es cultura, a hacerse mutuo bombo y a repartirse los presupuestos o seguimos por el sendero que vamos, uno en el que nadie puede pretender que no es un hombre sino un semidiós de paseo por la avenida Baralt. Un sendero en el que todos tienen que sentarse, al mismo nivel, a exponer sus argumentos.

Yo me inclino por esto último. Es lo que creo, del verbo creer, no del verbo crear porque hasta allá todavía no he llegado.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

domingo, 2 de julio de 2006

Caricuao será parroquia ecológica

AMBIENTALISTAS, VECINOS Y CONCEJALES ELABORARÁN UNA ORDENANZA

Caracas. En el marco de la celebración de los 29 años del Parque Zoológico de Caricuao, ambientalistas, vecinos y concejales capitalinos están abocados a la elaboración de una ordenanza para declarar a Caricuao Parroquia Ecológica. En ese sentido, se busca concientizar a los habitantes de la zona con relación a la preservación de su hábitat, que incluye cuatro pulmones vegetales: los parques Leonardo Ruiz Pineda, Vicente Emilio Sojo, Universal de la Paz y el Zoológico de Caricuao. La parroquia posee la mayor cantidad de áreas verdes por habitante. El cronista Luis González Guillén y el líder comunitario, Fernando Canelón, resaltaron que la comunidad se mantiene firme en el rechazo de las invasiones que se han venido expandiendo en todo el sector y llamaron a declarar inhabitables las áreas de riesgo que han sido ocupadas en los barrios El Onoto, El Manguito, La Montañita y el Bosque Chuquisaca y el sector U-V9 de Caricuao.