domingo, 11 de septiembre de 2005

EN DEFENSA DE LA HOJILLA

(Tomado de Todosadentro, sábado 10 de septiembre de 2005)
Una de las más intensas discusiones intrarrevolucionarias de este año ha sido la que se refiere al tema de si debe volver o no La Hojilla en plan diario y, principalmente, como contrapeso del deplorable programa del Matacura. Yo opino que sí y... ¡caramba, es urgente!
Uno se para en un pasillo a conversar con amigos, socializa en el autobusete o se toma las cervecitas con los compadres y en algún momento surge el debate.
He participado en tantas tertulias al respecto que decidí resumir los argumentos de quienes se oponen al retorno del filoso programa, acompañados por las respuestas de los que pensamos lo contrario.
El primer punto que siempre me plantean es que Mario Silva es un tipo ordinario, primitivo, talibán, no hay manera de contenerle la lengua... en pocas palabras, un verdadero bicho. Cuando me plantean esto yo suelo decir: “¿O sea, que el tipo se parece mucho a nuestro Presidente, no?”. Demás está acotar que esta pregunta ofende a muchos de mis muy chavistas amigos, con quienes debato este tema. Incluso, el otro día sentí que una compatriota estuvo a punto de zamparme una cachetada estilo telenovela de Delia Fiallo cuando me dijo furiosa: “¡A mi Presi no lo compares con ese patán!”.
El hecho objetivo es que Mario es la horma del zapato de los golpistas mediáticos del mismo modo como el presidente Chávez es la horma de los políticos, sindicalistas, obispos y militares golpistas. Sólo un tipo como Chávez puede decirle a un cardenal de la Iglesia Católica “que Dios lo perdone y el diablo lo reciba cuando le corresponda” y sólo un tipo como Mario Silva puede darle su tatequieto a las difamaciones rampantes de Leopoldo Castillo y su combo.
Otro de los argumentos contra el retorno pleno de La Hojilla es que en reemplazo del antiguo programa se han puesto al aire otros espacios, mucho más correctos desde los puntos de vista políticos y comunicacional, como el de los Robertos y el de Earle Herrera. Y allí es donde yo digo que la lucha contra la reacción requiere de especificidad en las armas, sobre todo en tiempos electorales. No puedes combatir las infames matrices mediáticas sólo con las muy técnicas reflexiones de un excelente profesor universitario, ni con los juegos de palabras de un par de humoristas. Se requiere el doble filo de un tipo duro como Silva, que sea capaz no sólo de explicarles a todos lo que es una campaña comunicacional sino también, y al mismo tiempo, cortarle la yugular a los manipuladores.
José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

amigo y el lenguaje de ese programa, creo q no es apto segun la aley mordaza