miércoles, 7 de septiembre de 2005

Escribir, por algo se empieza.

Gracias, siempre eres muy amable y ante todo me entiendes, a pesar de lo mal que me expreso.
Más que a la elección del tema a escribir, me refería a que no se me pilla a veces el tono, ironía. A que me da vergüenza decir lo que presupongo que todo el mundo piensa. A que lo evidente es un tanto absurdo como necesario tener que escribirlo. También es cierto que el parón que dio mi vida, se nota y que, no por el rechazo sino por la falta de entendimiento, a veces me canso de los doctos. De los que opino lo mismo que tu.
Hablando claro, que me estoy liando, A mi me va escribir lo que pienso pero enfocado de modo que llegue a todas las esferas. Entonces las personas que no desean que escriba me atacan con si fulano o mengano dijo o dejo de decir, y cultura tengo pero no tanta como muchos de ellos ni, sinceramente, me gusta recurrir al pensamiento ajeno.
Es más, uno de los mayores fallos que veo en general, es el abuso que se hace de ciertos nombres-líderes, como si uno mismo necesitara su apoyo, su existencia, para reforzar sus opiniones. Para mi, la opinión no necesita más aval que la verdad.
También es cierto que desde siempre los libros, las lecturas, las filosofías...todo, lo he concebido como algo para asimilar, no para decorar una estantería, ni para repetirlo como un disco.
Doctores hay muy buenos y necesarios, Son imprescindibles. Pero también, y yo soy un ejemplo, la gente que sabemos que la vida no es lo que nos pintan, debemos hablar. Por esa lucha también estoy. Demasiados klichés, demasiada pereza por temor a meter la pata. Cuando es preferible esto a estarse quieto.
No podré hacer un artículo, ni quiero, la verdad, a lo gran periodista, Sólo me gustaría que de una vez la gente se animara a decir lo que piensa. Para pensar no hacen falta títulos, aunque nos enseñen lo contrario.
Gloria Garcés desde Zaragoza-España

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