viernes, 15 de julio de 2005

LA MISON SUCRE Y LA DEUDA SOCIAL


"El sistema de gobierno mas perfecto es aquel produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política". Simón Bolívar
Guido López (73 años): "Me siento joven y libre"
En homenaje al "Gran Mariscal de Ayacucho", Antonio José de Sucre, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela creó la "Misión Sucre" con el objeto de darle cabida en la educación superior a aquellos bachilleres que no pudieron culminar sus estudios o que no pudieron entrar a las diferentes universidades públicas porque su situación económica o el carácter excluyente de las pruebas de ingreso no se lo permitieron. Ningún país puede darse el lujo de despreciar su capital humano.
En la más antigua de nuestras universidades, la Universidad Central de Venezuela, la población estudiantil está compuesta por alumnos provenientes en 85% de las clases sociales adineradas y 15% de las clases más pobres. En las demás universidades públicas la situación es casi la misma. Hay que destacar que la educación pública venezolana es gratuita. Todo esto es una tremenda aberración pues la composición demográfica del país es inversa a las de las universidades, 85% corresponde a pobres y el 15% a las clases altas.
Para corregir esta desigualdad se piensa derogar la actual Ley de Educación Superior y aprobar una ley adaptada a la realidad social y a los cambios que se suceden en el país.
Lo expuesto anteriormente fue determinante para la creación de la "Misión Sucre" y al primer llamado que se hizo a los interesados, para que se censaran, acudieron más de 350.000 bachilleres, esta cifra sorprendió, tanto a la gente del gobierno, como a de la oposición.
Para atender tan sorprendente demanda de cupos se han habilitado escuelas, liceos, instalaciones militares, instalaciones públicas y están en construcción locales donde funcionaran las denominadas "Aldeas Universitarias". El personal que imparte clases en las aldeas está formado por profesionales voluntarios, activos o jubilados, de todas las especialidades. También varias universidades e institutos universitarios públicos se han sumado a la misión.
Hoy en las "Aldeas Universitarias" conviven estudiantes que están saliendo de la adolescencia con estudiantes pertenecientes a la denominada tercera edad; en los primeros se les nota el brillo en los ojos que da la juventud y el brillo que da la seguridad en el futuro; en los segundos, sus ojos también brillan, porque entienden que, a pesar de su edad, son tomados en cuenta y en muy corto tiempo serán oídos y también tomaran decisiones políticas. Es que el entusiasmo se contagia al ver como los estudiantes (trabajadores, trabajadoras, madres y padres) se esfuerzan por aprender y llegar temprano a las clases.
Un sondeo demostró que la edad promedio de los participantes de la "Misión Sucre" es de alrededor de 40 años y con una alta concentración de personas con edades por encima de ese promedio. En una universidad en condiciones normales, y en cualquier parte del mundo, la edad promedio de los estudiantes es de alrededor de 20 años, con lo cual se demuestra que en Venezuela se está saldando, de esta manera, parte de la deuda social de muchos años de atraso.
Noel Martello
Economista
Profesor Aldea Universitaria "Edoardo Crema"

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