martes, 2 de junio de 2009

Pestes y políticas de terror

Es característico encontrar en el antiguo testamento de la Biblia, alusiones a pestes y a otro tipo de símbolos enviados por Dios para purificar y/o castigar al pueblo sobre todo cuando éste último ha faltado a algún pacto. Obviamente que es desde una concepción de un Dios castigador. En el nuevo testamento, Jesús libera al hombre del Dios castigador y sádico; puesto que los milagros y las palabras del Evangelio muestran a un Dios que es salvación y portador de Vida en Abundancia.Hoy día, las pestes son creadas en laboratorios para que luego los consumidores-afectados compren los tratamientos médicos. Los países pobres son el lugar especial para probar los experimentos.Todo gobierno, todo organismo público y toda acción nuestra personal tiene que pensar siempre en el bien del colectivo y lo que debe producir es vida alejada de todo fin mercantilista.Así como en el antiguo testamento, los relatos de las pestes y de los castigos divinos generaban miedo y control sobre las mentes del colectivo, en la actualidad los laboratorios inoculan enfermedades terribles como la xenofobia, racismo-clasismo, sexismos, morbo, adicciones a la moda y prejuicios ante lo desconocido y ante todo aquello que sea opuesto a los intereses de los grandes y poderosos grupos económicos. El fin de estas enfermedades consiste en empobrecernos mentalmente, en crear dependencias consumistas a productos y en dividirnos para buscar soluciones en común.En las sociedades que han alcanzado altos niveles de vida, se dan otro tipo de pestes que nadie las diagnostica: suicidio y depresiones, crímenes colectivos abominables, inmolaciones en sectas religiosas y consumo de drogas. Contra estas pandemias tácitas u ocultas de las cuales la OMS no habla, ¿cuál antivirus aplicamos? Pueblos han sido invadidos y exterminados con múltiples métodos para luego apoderarse de su territorio y recursos estratégicos.“El que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea”.
Martín Zapata
mezapata@cantv.net

1 comentario:

Patricia M. Sartor dijo...

Coincido en tu mirada acerca de las nuevas "pestes" del S.XXI: suicidio, depresiones, crímenes colectivos, inmolaciones en sectas religiosas, consumo de drogas...

Es cierto que hay que tener oídos y ojos para oír y ver, tal vez nos hace falta investigar quiénes pueden ayudarnos a quitarnos la cera de los oídos y la venda de los ojos ¿verdad? porque el antivirus está en nuestro interior, cuando nuestros ojos y oídos puedan ver y oír, a través de nuestras manos sembraremos el amor, como está pasando en muchos sitios, ya...

No desesperemos, continuemos caminando, porque sólo en el caminar codo a codo, como decía el poeta uruguayo, encontraremos la forma de vencer a estas pestes que son pestes eternas, pero no por eso invencibles...

Me quedo con unos versos de Mario Benedetti, de su poema Te quiero, en los cuales se identifica muy claramente la forma de vencer la "peste":

(...)porque tus manos
trabajan por la justicia.

(...)por tu mirada
que mira y siembra futuro.

(...)por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.

(...)Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
y no hace falta esperar a juntar muchos que piensen así, comencemos con dos, ya se sumarán otros... así "el sordo oirá, el mudo hablará, el paralítico comenzará a caminar" y ésos serán los signos de los tiempos...

Hoy los países llamados ricos están en problemas, los países llamados pobres están comenzando a pensar sus futuros... sería bueno que los políticos sopesaran los intereses de los pueblos y los intereses de los grupos económicos para decidir lo mejor para todos, que es la integración de los pueblos de Nuestra América Nativa en torno a la VIDA en una sociedad donde el lenguaje sea el del Amor.

Muy buenas tus reflexiones, gracias por compartirlas con todos nosotros.