Ya terminaron los ataques del estado sionista de Israel a Gaza. 1200 muertos palestinos, y más de 5.000 heridos fue el saldo de víctimas. Pero a parte de esas cifras de luto, quedaron otros saldos: el fracaso de
Se habla de paz y del mismo protocolo de siempre, pero ¿Quién responde por los muertos y por los daños? ¿Sólo la paz resolverá el dolor de los familiares por la pérdida de sus seres queridos?
La paz que hace falta no es la ausencia de conflictos, es la presencia de la justicia, como decía Luther King. Se hará justicia en la medida que se apliquen sanciones al estado de Israel, y a través del resarcimiento de las víctimas.
Otra reflexión que surge en estos momentos es la que da respuesta a la interrogante: ¿Quiénes son los violentos?
Da tristeza e impotencia el silencio que ha sido expresado por m.c.s, gobiernos y factores políticos y produce pena y desconcierto, el discurso pseudo-conciliador de parte del Papa y otros sectores de la derecha que ofrecen soluciones “espirituales” para cosas serias como estas.
Una cosa son los pueblos, otra cosa son los Estados y sus políticas. El estado de Israel ha demostrado tener una política de agresión y de alianza con USA; pero el pueblo que representa, es otra cosa. Esperamos que ese pueblo siempre tenga presente el lugar común que comparte con los palestinos y el mundo árabe. Es importante que desde nuestra América descubramos la historia y el espacio geopolítico y cultural que nos hace hermanos y nos ata desde los lazos de la sangre hasta los lazos de las luchas. No olvidemos que el mismo que divide en el medio Oriente, también lo ha hecho y lo hará por estos lados.
Martín Zapata
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