El golazo publicitario que metió PDVSA esta semana en Río de Janeiro es una de las mejores jugadas propagandísticas que hemos visto últimamente. El triunfo de la escuela de samba, que desfiló en los afamados carnavales bajo el lema de la unidad latinoamericana, no sólo significó un acierto como empresa patrocinante sino que logró hacer llegar el mensaje de que la integración no es una ilusión.
Todos aquellos que desde oscuros rincones de la Casa Blanca conspiran para aislar a Venezuela, deben haber recibido con mucho desagrado la noticia de que el ideal bolivariano fue escenificado en el Sambódromo ante una multitud que lo ovacionó de pie. Millones de personas vieron por televisión en todo el mundo a un Bolívar crecido en el siglo XXI y aplaudido en otras lenguas y por otras culturas.
El premio, en esta ocasión, no fue al disfraz o a la desnudez y la contorsión de las “garotas”. El reconocimiento fue al pensamiento unificador de la América Latina. El carnaval de Río de Janeiro tuvo un cierre político tan notorio, que el ultraconservador diario brasileño “O’Globo” abrió a toda página su edición del miércoles con la reseña de que la escuela Vila Isabel y Chávez habían resultado vencedores. Asimismo, la británica BBC tituló la noticia como “Triunfo ‘chavista’ en Río”. Los resultados deben haber desbordado los cálculos más optimistas de los estrategas de nuestra petrolera.
Por supuesto, cuándo no, no podían faltar en nuestro patio los cuestionamientos, las críticas, las mezquindades. Desde una solicitud de averiguación introducida ante el Tribunal Supremo de Justicia, por el “supuesto” dispendio publicitario, hasta las más insólitas descalificaciones a la figura del Libertador.
A todos esos que se horrorizaron y se escandalizaron por lo que consideraron un irrespeto a Bolívar, se les olvida que el país entero presenció, en vivo y en directo, cómo el liderazgo que los representa descolgó su retrato de las paredes de Miraflores y aplaudió a rabiar el decreto del efímero dictador Carmona, que eliminaba de un plumazo el calificativo de Bolivariana para la República de Venezuela. Semejante arrebato de hipócrita puritanismo les queda, cuando menos, bien ridículo.
Todos aquellos que desde oscuros rincones de la Casa Blanca conspiran para aislar a Venezuela, deben haber recibido con mucho desagrado la noticia de que el ideal bolivariano fue escenificado en el Sambódromo ante una multitud que lo ovacionó de pie. Millones de personas vieron por televisión en todo el mundo a un Bolívar crecido en el siglo XXI y aplaudido en otras lenguas y por otras culturas.
El premio, en esta ocasión, no fue al disfraz o a la desnudez y la contorsión de las “garotas”. El reconocimiento fue al pensamiento unificador de la América Latina. El carnaval de Río de Janeiro tuvo un cierre político tan notorio, que el ultraconservador diario brasileño “O’Globo” abrió a toda página su edición del miércoles con la reseña de que la escuela Vila Isabel y Chávez habían resultado vencedores. Asimismo, la británica BBC tituló la noticia como “Triunfo ‘chavista’ en Río”. Los resultados deben haber desbordado los cálculos más optimistas de los estrategas de nuestra petrolera.
Por supuesto, cuándo no, no podían faltar en nuestro patio los cuestionamientos, las críticas, las mezquindades. Desde una solicitud de averiguación introducida ante el Tribunal Supremo de Justicia, por el “supuesto” dispendio publicitario, hasta las más insólitas descalificaciones a la figura del Libertador.
A todos esos que se horrorizaron y se escandalizaron por lo que consideraron un irrespeto a Bolívar, se les olvida que el país entero presenció, en vivo y en directo, cómo el liderazgo que los representa descolgó su retrato de las paredes de Miraflores y aplaudió a rabiar el decreto del efímero dictador Carmona, que eliminaba de un plumazo el calificativo de Bolivariana para la República de Venezuela. Semejante arrebato de hipócrita puritanismo les queda, cuando menos, bien ridículo.
Mariadela Linares mlinar2004@yahoo.es
1 comentario:
Hola,Maria
Para nosotros,militantes del movimiento social en Río de Janeiro,la victoria de Vila Isabel representó mucho, pues el mundo de la industria del samba es despolitizado; de ahí que una escuela de samba elegir como tema la integración latinoamericana fue algo inédito y genial.Sambamos mucho el día de la fiesta de la victoria (el miércoles de cenizas) erguiendo las banderas de Venezuela y de Cuba,pues para nosotros no se trataba sólo de la victoria de una escuela de samba,sino una forma más de evidenciar latinoamérica y la lucha del pueblo venezolano, uno de los pocos que realmente lucha contra el imperio del norte.
ARRIBA VENEZUELA !
Un fuerte abrazo,
Mariângela (marcuba@ig.com.br)
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