Por: Franklin Falconí, Editor del quincenario Opción del Ecuador
El imperialismo no solo nos ha robado nuestro trabajo y nuestra vida; también nos ha robado la palabra; y, con el desarrollo y la masificación de la tecnología audiovisual, nos ha robado también nuestra imagen. Hemos sido entrenados, como dice Eduardo Galeano, para vernos con ojos extranjeros. Por ello, quien ofrece liberar nuestra imagen, para recuperar la capacidad de vernos, de reconocernos, se convierte en un nuevo referente de lucha, junto al cual no pocos estarían dispuestos a caminar.
Telesur, una empresa multieestatal, en la que participan los gobiernos de Venezuela, Cuba, Argentina y Brasil, busca ser la encarnación de esa promesa de libertad de la imagen. Por ello, a pocos días de que su señal viera la luz, desde el norte se lanzó un primer misil: la Cámara de Representantes de EE UU aprobó una insólita resolución según la cual se crean mecanismos para difundir en Venezuela "noticias precisas, objetivas y completas", a través del apoyo a "medios de comunicación independientes", por un monto de 18 millones de dólares. A esto se suman las críticas, que han llegado a sugerir incluso que Telesur respalda o es parte de grupos terroristas como ETA.
Lo cierto es que los mensajes de Telesur han causado sorpresa, sobre todo por frases como: "vernos es reconocernos, reconocernos es respetarnos, respetarnos es aprender a querernos, querernos es el primer paso para empezar a integrarnos. Si la integración es el propósito, Telesur es el medio". Mensajes que en sus spots promocionales muestran creativas construcciones semióticas, como aquella del famoso baile de las sillas, en el que varios niños giran alrededor de unas sillas que poco a poco van retirándose. La diferencia del juego con el spot es que mientras menos sillas quedan en el set, más comparten espacio los niños; al final, todos se sientan en una sola silla y el mensaje es: "Aquí cabemos todos". Uno de esos spots puso nerviosos a los críticos; pues aparece una chica en la ducha tarareando una canción con la sílaba ETA... ¿Cuestión de publicidad? Quién sabe, pero si lo es, ha quedado claro que dio resultado: todo el mundo habló de ello.
Telesur está en una fase de despegue, y requiere todo el impulso posible. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lo sabe, por ello no desaprovecha ningún espacio público para promover el ideario que mueve al canal. Busca abrir caminos en los países de la región, con la oferta de una señal gratuita y de contenidos variados.
En Ecuador ya se ha comenzado a hablar de esta tarea, en la que se reconoce la necesaria labor de los medios de comunicación alternativa para tender puentes, para poner luces. En eso OPCIÓN está comprometido; así lo ha estado desde que apareció en la conciencia de los pueblos de este país hace más de cuatro años. No creemos que haga falta inventar discursos que nos muestren, que nos permitan vernos como ecuatorianos, que expliquen quiénes y cómo somos, porque ese discurso vive en las luchas que han protagonizado y protagonizan los pueblos, día a día, en todos los planos, por "asaltar el cielo".
Telesur, una empresa multieestatal, en la que participan los gobiernos de Venezuela, Cuba, Argentina y Brasil, busca ser la encarnación de esa promesa de libertad de la imagen. Por ello, a pocos días de que su señal viera la luz, desde el norte se lanzó un primer misil: la Cámara de Representantes de EE UU aprobó una insólita resolución según la cual se crean mecanismos para difundir en Venezuela "noticias precisas, objetivas y completas", a través del apoyo a "medios de comunicación independientes", por un monto de 18 millones de dólares. A esto se suman las críticas, que han llegado a sugerir incluso que Telesur respalda o es parte de grupos terroristas como ETA.
Lo cierto es que los mensajes de Telesur han causado sorpresa, sobre todo por frases como: "vernos es reconocernos, reconocernos es respetarnos, respetarnos es aprender a querernos, querernos es el primer paso para empezar a integrarnos. Si la integración es el propósito, Telesur es el medio". Mensajes que en sus spots promocionales muestran creativas construcciones semióticas, como aquella del famoso baile de las sillas, en el que varios niños giran alrededor de unas sillas que poco a poco van retirándose. La diferencia del juego con el spot es que mientras menos sillas quedan en el set, más comparten espacio los niños; al final, todos se sientan en una sola silla y el mensaje es: "Aquí cabemos todos". Uno de esos spots puso nerviosos a los críticos; pues aparece una chica en la ducha tarareando una canción con la sílaba ETA... ¿Cuestión de publicidad? Quién sabe, pero si lo es, ha quedado claro que dio resultado: todo el mundo habló de ello.
Telesur está en una fase de despegue, y requiere todo el impulso posible. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lo sabe, por ello no desaprovecha ningún espacio público para promover el ideario que mueve al canal. Busca abrir caminos en los países de la región, con la oferta de una señal gratuita y de contenidos variados.
En Ecuador ya se ha comenzado a hablar de esta tarea, en la que se reconoce la necesaria labor de los medios de comunicación alternativa para tender puentes, para poner luces. En eso OPCIÓN está comprometido; así lo ha estado desde que apareció en la conciencia de los pueblos de este país hace más de cuatro años. No creemos que haga falta inventar discursos que nos muestren, que nos permitan vernos como ecuatorianos, que expliquen quiénes y cómo somos, porque ese discurso vive en las luchas que han protagonizado y protagonizan los pueblos, día a día, en todos los planos, por "asaltar el cielo".
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