Agonía y Muerte de la Madre Tierra
La situación se le tornó insoportable, el líquido vital era ahora su peor enemigo pues le corroía las entrañas y, dependiendo de la parte del cuerpo, ese fluido adquiría diferentes tonalidades y texturas. En oportunidades el enemigo salía y regresaba para acicatear el cuerpo enfermo, en otras, como protestando, o mas bien, reclamando se agitaba y horadaba las heridas. Pero lo que mas lamentaba era que los culpables de esta situación eran sus propios hijos, quienes burlándose del Dios Cronos, le habían adelantado la noche eterna y por eso a la cinco de la tarde, se callaron todos los relojes.
Noel Martello
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