domingo, 5 de marzo de 2006

A otra trocha, mariposa

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro, sábado 4 de marzo de 2006)
Decía Celia Cruz que en el Carnaval todo es alegría, pero los adversarios del “régimen” han pasado estos días más tristes que perro en cuneta.

¿Les ha ocurrido alguna desgracia personal? No, que se sepa, Dios los ampare. Lo que les ha ocurrido es que el Gobierno, en contra de todos los pronósticos de los expertos y las figuras ancla, puso en funcionamiento lo que los medios privados llaman, despectiva y miserablemente, “la trocha”, despojándolos así de su mejor líder, el que se perfilaba como seguro candidato presidencial: el viaducto roto.

Que el “régimen” haya resuelto este problemón en el tiempo prometido es algo que ha enfurecido al variopinto abanico del antichavismo furibundo. Cual niños malcriados se les ha visto batiendo objetos contra el suelo en medio de pataletas de rabia. No es para menos. Habían apostado fuerte a locha a que el día 26 llegaría y en el lugar seguirían pastando los tractores. Hasta le montaron calendarios y relojes con cuentas regresivas. ¡Oh, cuánto iban a gozar el señor Matacura y sus imitadores con semejantes escenas! Pero no, la champaña especial para celebrar desgracias nacionales se les quedó fría una vez más. La mañana del día previsto, con estilo casi alemán, inauguraron la vía de contingencia, obligando a la maquinaria mediática a cambiar de tema. A otra trocha, mariposa, tuvieron que decir.

Esta gente estaba preparada para todo, menos para una demostración de eficiencia tan categórica. Es que ponen tanto empeño en sus matrices de opinión que terminan creyéndolas. Y una de ellas es el mito de que la eficiencia, la capacidad, la aptitud, el talento, son propiedad exclusiva de su élite, la de los meritócratas neoliberales. Mientras tanto, del lado del “régimen”, todo es ignorancia, ineptitud y oprobio.

Algunos opositores quedaron tan desconcertados que aún no saben cómo reaccionar. Yo les sugiero que hagan lo que siempre hacen, es decir, acudir ante los organismos internacionales a denunciar al Gobierno. ¿Bajo qué argumentos?, preguntarán. Pues, bueno, aleguen que, últimamente, a esta autocracia, en su empeño por engatusar más adeptos, le ha dado por ser eficiente, una treta vil sin duda. Traten de demostrar ante la Organización de Estados Americanos que utilizar los petrodólares para construir esta obra de emergencia en tiempo récord es otro de los tantos abusos de del dictador Chávez para hacerse ver como una gran cosota y eternizarse en el poder. Digan que esa es una razón más que suficiente para invocar la Carta Democrática, a ver si, por fin, abren su trocha hacia Miraflores
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José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

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