martes, 21 de junio de 2005

Chávez se robó el show en Paraguay

El impredecible Chávez se robó el show en Paraguay

Por: La Nación (Paraguay)

Asunción.- Como ya es su costumbre, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acaparó gran parte de la atención ayer en la última jornada de la cumbre del Mercosur. Chávez habló largamente en el Congreso Nacional para luego trasladarse raudamente a la Facultad de Filosofía, donde ofreció una alocución de varias horas. En la foto, estudiantes que no pudieron entrar al recinto donde estaba el venezolano siguen con atención sus palabras a través de una pantalla.

Ante un nutrido auditorio, que estuvo constituido en su mayoría por dirigentes sociales y jóvenes, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró ayer en el Congreso Nacional que el capitalismo es el mismo demonio y que es una falacia que nuestros países estén en vías de desarrollo, porque -afirmó- que las vías que hasta ahora estamos transitando son las vías del mismo infierno.

El mandatario, quien arrancó desde el inicio de su exposición aplausos y risas del público que se agolpó en la Sala de Sesiones de la Bicameral, en medio de las bromas y anécdotas con las que salpicó permanentemente su discurso de 2 horas y 45 minutos, se declaró sin titubeos socialista y aseguró que cada día cree con mayor firmeza que ese es el camino para que los países pobres salgan del subdesarrollo en el que están sumidos.

"El demonio, judas es el capitalismo. Cuando yo era joven creí en algún momento, ingenuamente en la tercera vía en la que muchos creen, en el capitalismo con rostro humano, pero el capitalismo no puede tener rostro humano porque el capitalismo es el mismo demonio", aseguró Chávez en tono vehemente en un tramo de su intervención en la cual en varias ocasiones habló del presidente estadounidense, George Bush, como "Mister Danger".

El presidente venezolano desarrolló una explícita exposición sobre su postura ideológica y política, pero la mechó con datos acerca de la historia paraguaya y del continente así como de frases acuñadas por los libertadores, como Simón Bolívar, y escritores y pensadores latinoamericanos, empezando por Augusto Roa Bastos, a quien lo citó en varios pasajes y de quien demostró conocer buena parte de su obra y como el laureado escritor se declaró un "rebelde contra el poder". Al mismo tiempo al referirse a la historia, afirmó que a la guerra grande la llama él "la guerra de la triple infamia".

Al asegurar que Latinoamérica debe volver a sus raíces y mirar el pasado y en consecuencia ver lo que hicieron los hombres que la liberaron del dominio español, Chávez afirmó que de vuelta hay que ser radicales. Añadió sobre el punto que los medios masivos de comunicación se han encargado de satanizar la palabra radical, pero que sin embargo hay que reivindicar esta postura, que no significa -recalcó- ser extremistas o locos tal como señala el "stablishment".

Al referirse al Mercosur y a la integración de los países del continente, el mandatario venezolano, quien dijo que ya no se siente como hasta hace unos años un "diablo" junto a su colega cubano Fidel Castro porque percibe otra sintonía con sus pares de la región, Chávez aseguró que es necesario que el bloque regional haga cambios trascendentales a esta integración para que realmente ayude a que los países salgan del estado de pobreza en que se encuentran.

"La cosa está clara, nos integramos o nos desintegramos. Es una cosa de morir o vivir, pero no hablo de una integración económica, porque esa se basa en la mera competencia. Acá hay que poner lo social y lo político por delante, esa debe ser la caballería y yo quiero decir claramente que si el Mercosur no transciende la visión mercantilista con la que nació no habrá integración posible", afirmó Chávez.


LOS RICOS EN EL CIELO

El senador colorado Amado Yambay, pareja de la embajadora paraguaya en Venezuela, Ana María Figueredo, puso ayer la nota durante la exposición del presidente Hugo Chávez cuando interrumpió al mandatario en el momento en que este criticó a los ricos y aconsejó al auditorio no serlo al afirmar que ya Cristo dijo que difícilmente esos entren al reino de los cielos.

Yambay, sentado en primera fila, al lado de la embajadora, le dijo a Chávez que no todos los ricos son malos y que una prueba de eso era su colega y correligionario Blas N. Riquelme, quien estaba ubicado unas filas más atrás, quien es un próspero empresario y que según Yambay da empleo a mucha gente.

La intervención del senador colorado, sin embargo, más allá de sorprender a Chávez y al resto del público, provocó los gritos de varios asistentes a la disertación del mandatario venezolano que vociferaron que Riquelme explota a los trabajadores de sus empresas, a lo que para rematar Chávez respondió que si uno es rico lo que debe hacer por lo menos es repartir sus bienes con los demás.

Además de Yambay, numerosos otros legisladores colorados, encabezados por el propio presidente de la ANR, Herminio Cáceres, siguieron atentamente y aplaudieron en varios momentos la exposición de Chávez.

Esta noticia fué publicada originalmente en: La Nación

 

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