Siempre se ha dicho que la política comunicacional del actual gobierno es ineficiente. En el caso de la cárcel del Rodeo no es la excepción. Allí los “héroes” mediáticos son, como dicen ahora, los privados de libertad. Pero no todos los que están allí merecen ese calificativo, los laureados son los denominados en la jerga carcelaria como "pranes".
En la actual coyuntura Rómulo Betancourt o Carlos Andrés Pérez, utilizando todos los medios de comunicación y en reiteradas cadenas de radio y televisión, practicarían un ablandamiento de la opinión pública resaltando el carácter de servicio de los dos efectivos militares muertos en el intento de rescate del Rodeo I. De la juventud y la salud de las cuales gozaban. El amor que profesaban a la patria y a la institución a la cual pertenecían. Sin importar costos ni distancias se trasmitirían entrevistas, a las madres, viudas, hijos, familiares y amigos de las víctimas.
Por otra parte, se desatarían represalias a los medios de comunicación social impidiéndoles el libre ejercicio de la información. Se prohibiría la aproximación de los comunicadores sociales al área donde se desenvuelve el conflicto. Se establecerían pautas para que a los delincuentes se les calificaran como tales.
Logrado el ablandamiento de la opinión pública se procedería a sangre y fuego al rescate del recinto penitenciario sin importar las consecuencias.
No es digno de imitar la actuación de los energúmenos de Guatire y Rubio en cuanto a la represión a los medios y toma de la cárcel, pero si lo aludido a la política informativa. Con esa política informativa sería menos traumático, sea cual sea, el desenlace de la eventualidad que se desarrolla.
En la actual coyuntura Rómulo Betancourt o Carlos Andrés Pérez, utilizando todos los medios de comunicación y en reiteradas cadenas de radio y televisión, practicarían un ablandamiento de la opinión pública resaltando el carácter de servicio de los dos efectivos militares muertos en el intento de rescate del Rodeo I. De la juventud y la salud de las cuales gozaban. El amor que profesaban a la patria y a la institución a la cual pertenecían. Sin importar costos ni distancias se trasmitirían entrevistas, a las madres, viudas, hijos, familiares y amigos de las víctimas.
Por otra parte, se desatarían represalias a los medios de comunicación social impidiéndoles el libre ejercicio de la información. Se prohibiría la aproximación de los comunicadores sociales al área donde se desenvuelve el conflicto. Se establecerían pautas para que a los delincuentes se les calificaran como tales.
Logrado el ablandamiento de la opinión pública se procedería a sangre y fuego al rescate del recinto penitenciario sin importar las consecuencias.
No es digno de imitar la actuación de los energúmenos de Guatire y Rubio en cuanto a la represión a los medios y toma de la cárcel, pero si lo aludido a la política informativa. Con esa política informativa sería menos traumático, sea cual sea, el desenlace de la eventualidad que se desarrolla.
Noel Martello
snoels@gmail.com
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