Estos golpistas van con todo, manipulación de la constitución, abuso de poder, represión al pueblo, asesinato a manifestantes, cierre de m.c.s, torpeza y una extraordinaria resistencia a asumir la responsabilidad y a reconocer el gravísimo error en el que han incurrido.
Preocupa cómo dirigentes que dicen ser de izquierda se la pasan buscando la bendición de la iglesia católica y no terminan de entender que en una estructura tan anquilosada como ésta es imposible encontrar obispos que tengan una visión amplia, plural y liberadora de la praxis histórica. Precisamente el requisito indispensable para llegar a ser obispo es el de guardar las apariencias y darle la espalda al pueblo, tal como lo hizo el cardenal hondureño manifestándose a favor del golpe. Por favor, dejemos de soñar, la iglesia es un factor al servicio del neocoloniaje.
Comprendamos de una vez que cuando se tocan los intereses de los verdaderos poderosos es que suceden éstas cosas. En un país como Honduras donde las diez familias que fungen como oligarquía, pero que realmente no producen nada, sino que sirven como jíbaros o distribuidores, custodios o guachimanes y tristemente como aduladores o lacayos de ancestral trayectoria, y donde los funcionarios de Estado-como los golpistas y la cadena que les sigue- se pelean por las remesas que mandan desde los EE.UU. los hondureños pobres para mantener a sus familias, es obvio que estos hechos sucedan.
Estos factores mencionados, es decir, la oligarquía, la iglesia católica y evangélica, los altos y medios funcionarios públicos y los dueños de los medios de comunicación social, son genuinamente los verdaderos parásitos del sistema alimentados por el trabajo y los sacrificios de los más pobres.
Otra vez son los mismos serviles al imperialismo quienes se burlan del pueblo. ¿Ya hemos aprendido la lección?
Preocupa cómo dirigentes que dicen ser de izquierda se la pasan buscando la bendición de la iglesia católica y no terminan de entender que en una estructura tan anquilosada como ésta es imposible encontrar obispos que tengan una visión amplia, plural y liberadora de la praxis histórica. Precisamente el requisito indispensable para llegar a ser obispo es el de guardar las apariencias y darle la espalda al pueblo, tal como lo hizo el cardenal hondureño manifestándose a favor del golpe. Por favor, dejemos de soñar, la iglesia es un factor al servicio del neocoloniaje.
Comprendamos de una vez que cuando se tocan los intereses de los verdaderos poderosos es que suceden éstas cosas. En un país como Honduras donde las diez familias que fungen como oligarquía, pero que realmente no producen nada, sino que sirven como jíbaros o distribuidores, custodios o guachimanes y tristemente como aduladores o lacayos de ancestral trayectoria, y donde los funcionarios de Estado-como los golpistas y la cadena que les sigue- se pelean por las remesas que mandan desde los EE.UU. los hondureños pobres para mantener a sus familias, es obvio que estos hechos sucedan.
Estos factores mencionados, es decir, la oligarquía, la iglesia católica y evangélica, los altos y medios funcionarios públicos y los dueños de los medios de comunicación social, son genuinamente los verdaderos parásitos del sistema alimentados por el trabajo y los sacrificios de los más pobres.
Otra vez son los mismos serviles al imperialismo quienes se burlan del pueblo. ¿Ya hemos aprendido la lección?
Martín Zapata
mezapata@cantv.net
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