En estos tiempos de cambio que vivimos, urge la necesidad de levantar un modelo de comunicadores sociales que estén a la altura de las exigencias históricas del momento y del futuro.
Requerimos de comunicadores sociales que estén formados con una conciencia interna blindada por el sentido crítico, la sensibilidad comprometida y la permanente lucha contra la mentalidad de dominación.
Entendemos por sensibilidad comprometida como aquella actitud que tiene el comunicador social con las personas afectadas en los acontecimientos que son transmitidos e informados a la opinión pública. Muchas veces los hechos son puestos en la palestra sólo para vender una noticia y captar la atención, pero una vez que a la empresa comunicacional no le interesan más esos sucesos, se olvida por completo lo ocurrido y se abandona a la gente y comunidad que produjo la noticia.
Los usuarios y las usurarias demandan comunicadores sociales que sean pertinentes con el tratamiento de los eventos y de los contenidos. Si bien es cierto que tenemos diversos problemas sociales que nos hacen vulnerables ante la delincuencia y la inseguridad, es irresponsable y sumamente morboso e insano insistir persistentemente en hechos de sangre y no mostrar la otra cara de la realidad.
En nuestro país están dándose experiencias de organización de las bases, hay mucha gente en los barrios que se dedica con verdadero amor y entrega al trabajo preventivo, a la limpieza del sector, existen personas anónimas para los grandes medios de comunicación social . que los fines de semana reforestan áreas verdes, en varios rincones del país hay numerosos entrenadores deportivos que enseñan a nuestros niños y niñas a dominar una disciplina .¿Acaso no hay ongs, individuos y comunidades construyendo realidades más humanas?
Necesitamos comunicadores que no estén atrapados en la institucionalidad, en la corporatividad y en la ignorancia histórica y de la realidad.
Entendemos por sensibilidad comprometida como aquella actitud que tiene el comunicador social con las personas afectadas en los acontecimientos que son transmitidos e informados a la opinión pública. Muchas veces los hechos son puestos en la palestra sólo para vender una noticia y captar la atención, pero una vez que a la empresa comunicacional no le interesan más esos sucesos, se olvida por completo lo ocurrido y se abandona a la gente y comunidad que produjo la noticia.
Los usuarios y las usurarias demandan comunicadores sociales que sean pertinentes con el tratamiento de los eventos y de los contenidos. Si bien es cierto que tenemos diversos problemas sociales que nos hacen vulnerables ante la delincuencia y la inseguridad, es irresponsable y sumamente morboso e insano insistir persistentemente en hechos de sangre y no mostrar la otra cara de la realidad.
En nuestro país están dándose experiencias de organización de las bases, hay mucha gente en los barrios que se dedica con verdadero amor y entrega al trabajo preventivo, a la limpieza del sector, existen personas anónimas para los grandes medios de comunicación social . que los fines de semana reforestan áreas verdes, en varios rincones del país hay numerosos entrenadores deportivos que enseñan a nuestros niños y niñas a dominar una disciplina .¿Acaso no hay ongs, individuos y comunidades construyendo realidades más humanas?
Necesitamos comunicadores que no estén atrapados en la institucionalidad, en la corporatividad y en la ignorancia histórica y de la realidad.
Martín Zapata
mezapata@cantv.net
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