jueves, 15 de diciembre de 2005

President Hugo Chavez of Venezuela to receive 2005 International Prize José Marti / Presidente Chávez ganó premio José Martí de la UNESCO 2005


President Hugo Chavez of Venezuela to receive 2005 International Prize José Marti

14-12-2005 4:30 pm President Hugo Chavez of Venezuela will receive the 2005 International José Marti Prize in a ceremony that will take place in Havana (Cuba) on 28 January. The ceremony will coincide with the anniversary of the birth, in 1853, of José Marti the Cuban humanist, writer, translator, diplomat and teacher, who is known as the “champion” of Cuba’s independence. The Marti Prize was created in 1994 by UNESCO’s Executive Board on the initiative of Cuba to honour an individual or institution having contributed to the unity and integration of the countries of Latin American and the Caribbean and to the preservation of their identities, cultural traditions and historical values.
The $5,000 Prize is awarded on the recommendation of a seven-member international jury, which includes Nadine Gordimer, the South African Nobel Prize for Literature laureate. In the past the Prize has been awarded to Mexican sociologist Pablo González Casanova (2003), Ecuadorian painter Oswaldo Guayasamín (1999), and Dominican historian Celsa Albert Bautista (1995).

http://portal.unesco.org/en/ev.phpURL_
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Presidente Chávez ganó premio José Martí de la UNESCO 2005

ABN 15/12/2005
Caracas,
Archivo, ABN


Caracas, 15 Dic. ABN.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, fue galardonado con el premio José Martí otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) por su contribución a la unidad y la integración de los países de América Latina y el Caribe, informó este miércoles el organismo internacional.
La Unesco reconoció, asimismo, el aporte de las políticas implementadas por el jefe del Gobierno venezolano en la preservación de la identidad, las tradiciones culturales y los valores históricos de estas regiones del continente americano.
Un comunicado de prensa divulgado en la página oficial de la Organización precisa que el primer mandatario venezolano recibirá el galardón en una ceremonia que tendrá lugar en La Habana, Cuba, el 28 de enero de 2006.
La fecha de entrega del premio coincide con la conmemoración del nacimiento, en 1853, del humanista, escritor, traductor, diplomático y profesor José Martí, apóstol de la independencia de Cuba, añade el comunicado.
El premio José Martí fue creado en 1994 por el Consejo Ejecutivo de la Unesco para honrar a aquellos individuos o instituciones que han contribuido significativamente a la unidad, a la integración y a la preservación de los valores de los países de América Latina.
El premio, dotado con cinco mil dólares, se otorga a recomendación de un jurado internacional de siete miembros, entre quienes figura la Premio Nóbel de Literatura sudafricana Nadine Gordimer.
En anteriores ediciones de este premio fueron galardonados, entre otros, el sociólogo mexicano Pablo González Casanova (2003), el pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (1999) y la historiadora dominicana Celsa Albert Bautista (1995).

miércoles, 14 de diciembre de 2005

"A EE.UU. le importa un bledo la ONU, y tiene su propio perrito faldero, la patética Gran Bretaña" Discurso de agradecimiento del Nobel de Literatura


"A EE.UU. le importa un bledo la ONU, y tiene su propio perrito faldero, la patética Gran Bretaña"
Harold Pinter 2005-12-10 Kaosenlared
Discurso de agradecimiento del Nobel de Literatura de Harold Pinter.
En 1958, escribí lo siguiente:


'No hay grandes diferencias entre realidad y ficción, ni entre lo verdadero y lo falso. Una cosa no es necesariamente cierta o falsa; puede ser al mismo tiempo verdad y mentira.'
Creo que estas afirmaciones aún tienen sentido, y aún se aplican a la exploración de la realidad a través del arte. Así que, como escritor, las mantengo, pero como ciudadano no puedo; como ciudadano he de preguntar: ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira?
La verdad en el arte dramático es siempre esquiva. Uno nunca la encuentra del todo, pero su búsqueda llega a ser compulsiva. Claramente, es la búsqueda lo que motiva el empeño. Tu tarea es la búsqueda. De vez en cuando, te tropiezas con la verdad en la oscuridad, chocando con ella o capturando una imagen fugaz o una forma que parece tener relación con la verdad, muy frecuentemente sin que te hayas dado cuenta de ello. Pero la auténtica verdad es que en el arte dramático no hay tal cosa como una verdad única.
Hay muchas. Y cada una de ellas se enfrenta a la otra, se alejan, se reflejan entre sí, se ignoran, se burlan la una de la otra, son ciegas a su mera existencia. A veces, sientes que tienes durante un instante la verdad en la mano para que, a continuación, se te escabulla entre los dedos y se pierda.
Me han preguntado con frecuencia cómo nacen mis obras teatrales. No sé cómo explicarlo. Como tampoco puedo resumir mis obras, a menos que explique qué ocurre en ellas. Esto es lo que dicen. Esto es lo que hacen.
Casi todas las obras nacen de una frase, una palabra o una imagen. A la palabra le sigue rápidamente una imagen. Os daré dos ejemplos de dos frases que aparecieron en mi cabeza de la nada, seguidas por una imagen, seguidas por mí.
Las obras son "The Homecoming" y "Old times". La primera frase de "The homecoming" es "¿Qué has hecho con las tijeras?" La primera frase de "Old times" es "Oscuro".
En ninguno de los casos disponía de más información.
En el primer caso alguien estaba, obviamente, buscando unas tijeras, y preguntaba por su paradero a otro de quien sospechaba que probablemente las había robado. Pero, de alguna manera, yo sabía que a la persona interrogada le importaban un bledo tanto las tijeras como el interrogador.
En "Oscuro", tomé la descripción del pelo de alguien, el pelo de una mujer, y era la respuesta a una pregunta. En ambos casos me vi obligado a continuar. Ocurrió visualmente, en una muy lenta graduación, de la sombra hacia la luz.
Siempre comienzo una obra llamando a los personajes A, B y C.
En la obra que acabaría convirtiéndose en "The Homecoming", vi a un hombre entrar en una habitación austera y hacerle la pregunta a un hombre más joven sentado en un feo sofá con un periódico de carreras de caballos. De alguna forma sospechaba que A era un padre y que B era su hijo, pero no tenía la certeza. Esta posibilidad se confirmaría sin embargo poco después cuando B (que más adelante se convertiría en Lenny) le dice a A (más adelante convertido en Max), "Papá, ¿te importa si cambiamos de tema de conversación?
Te quiero preguntar algo. Lo que cenamos antes, ¿cómo se llama? ¿Cómo lo llamas tú? ¿Por qué no te compras un perro? Eres un chef de perros. De verdad. Crees que estás cocinando para perros." De manera que como B le llama a A "Papá" me pareció razonable asumir que eran padre e hijo. A era claramente el cocinero y su comida no parecía ser muy valorada. ¿Significaba esto que no había una madre? Eso aún no lo sabía. Pero, como me dije a mí mismo entonces, nuestros principios nunca saben de nuestros finales.
"Oscuro". Una gran ventana. Un cielo al atardecer. Un hombre, A (que se convertiría en Deeley) y una mujer, B (que luego sería Kate) sentados con unas bebidas. ¿Gorda o flaca?, pregunta el hombre. ¿De quién hablan? Pero entonces veo, de pie junto a la ventana, a una mujer, C (que sería Anna), iluminada por una luz diferente, de espaldas a ellos, con el pelo oscuro.
Es un momento extraño, el momento de crear unos personajes que hasta el momento no han existido. Todo lo que sigue es irregular, vacilante, incluso alucinatorio, aunque a veces puede ser una avalancha imparable. La posición del autor es rara. De alguna manera no es bienvenido por los personajes. Los personajes se le resisten, no es fácil convivir con ellos, son imposibles de definir. Desde luego no puedes mandarles. Hasta un cierto punto, puedes jugar una partida interminable con ellos al gato y al ratón, a la gallina ciega, al escondite. Pero finalmente encuentras que tienes a personas de carne y hueso en tus manos, personas con voluntad y con sensibilidades propias, hechos de partes que eres incapaz de cambiar, manipular o distorsionar.
Así que el lenguaje en el arte es una ambiciosa transacción, unas arenas movedizas, un trampolín, un estanque helado que se puede abrir bajo tus pies, los del autor, en cualquier momento.
Pero, como he dicho, la búsqueda de la verdad no se puede detener nunca. No puede aplazarse, no puede retrasarse. Hay que hacerle frente, ahí mismo, en el acto.
El teatro político presenta una variedad totalmente distinta de problemas. Hay que evitar los sermones a toda costa. Lo esencial es la objetividad. Hay que dejar a los personajes que respiren por su propia cuenta. El autor no ha de confinarlos ni restringirlos para satisfacer sus propios gustos, disposiciones o prejuicios. Ha de estar preparado para acercarse a ellos desde una variedad de ángulos, desde un surtido amplio y desinhibido de perspectivas que resulten. Tal vez, de vez en cuando, cogerlos por sorpresa, pero a pesar de todo, dándoles la libertad para ir allí donde deseen. Esto no siempre funciona. Y, por supuesto, la sátira política no se adhiere a ninguno de estos preceptos. De hecho, hace precisamente lo contrario, que es su auténtica función.
En mi obra ¨The Birthday Party" creo que permito el funcionamiento de un amplio abanico de opciones en un denso bosque de posibilidades antes de concentrarme finalmente en un acto de dominación.
"Mountain Language" no aspira a esa amplitud de funcionamiento. Es brutal, breve y desagradable. Pero los soldados en la obra sí que se divierten con ello. Uno a veces olvida que los torturadores se aburren fácilmente.
Necesitan reírse de vez en cuando para mantener el ánimo. Este hecho ha sido confirmado naturalmente por lo que ocurrió en Abu Ghraib en Bagdad. "Mountain Language" sólo dura 20 minutos, pero podría continuar hora tras hora, una y otra y otra vez, repetirse de nuevo lo mismo de forma continua, una y otra vez, hora tras hora.
"Ashes to ashes", por otra parte, me da la impresión de que transcurre bajo el agua. Una mujer que se ahoga, su mano que emerge sobre las olas intentando alcanzar algo, que se hunde y desaparece, buscando a otros, pero sin encontrar a nadie, ya sea por encima o por debajo del agua, encontrando únicamente sombras, reflejos, flotando; la mujer es una figura perdida en un paisaje que está siendo cubierto por las aguas, una mujer incapaz de escapar de la catástrofe que parecía que sólo afectaba a otros.
Pero, de la misma forma que ellos murieron, ella también ha de morir.
El lenguaje político, tal como lo usan los políticos, no se adentra en ninguno de estos territorios dado que la mayoría de los políticos, según las evidencias a las que tenemos acceso, no están interesados en la verdad sino en el poder y en conservar ese poder. Para conservar ese poder es necesario mantener al pueblo en la ignorancia, que vivan sin conocer la verdad, incluso la verdad sobre sus propias vidas. Lo que nos rodea es un enorme entramado de mentiras, de las cuales nos alimentamos.
Como todo el mundo aquí sabe, la justificación de la invasión de Iraq era que Sadam Hussein tenía en su posesión un peligrosísimo arsenal de armas de destrucción masiva, algunas de las cuales podían ser lanzadas en 45 minutos, capaces de provocar una espeluznante destrucción. Nos aseguraron que eso era cierto. No era cierto. Nos contaron que Iraq mantenía una relación con Al Qaeda y que era en parte responsable de la atrocidad que ocurrió en Nueva York el 11 de Septiembre de 2001. Nos aseguraron que esto era cierto. No era cierto. Nos contaron que Iraq era una amenaza para la seguridad del mundo.Nos aseguraron que era cierto. No era cierto.
La verdad es algo completamente diferente. La verdad tiene que ver con la forma en la que Estados Unidos entiende su papel en el mundo y cómo decide encarnarlo.
Pero antes de volver al presente me gustaría mirar al pasado reciente, me refiero a la política exterior de Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Creo que es nuestra obligación someter esta época a cierta clase de escrutinio, aunque sea de una manera incompleta, que es todo lo que nos permite el tiempo que tenemos.
Todo el mundo sabe lo que ocurrió en la Unión Soviética y por toda la Europa del Este durante el periodo de posguerra: la brutalidad sistemática, las múltiples atrocidades, la persecución sin piedad del pensamiento independiente. Todo ello ha sido ampliamente documentado y verificado.
Pero lo que yo pretendo mostrar es que los crímenes de los EE.UU. en la misma época sólo han sido registrados de forma superficial, no digamos ya documentados, o admitidos, o reconocidos siquiera cómo crímenes. Creo que esto debe ser solucionado y que la verdad sobre este asunto tiene mucho que ver con la situación en la que se encuentra el mundo actualmente. Aunque limitadas, hasta cierto punto, por la existencia de la Unión Soviética, las acciones de Estados Unidos a lo ancho y largo del mundo dejaron claro que habían decidido que tenían carta blanca para hacer lo que quisieran.
La invasión directa de un estado soberano nunca ha sido el método favorito de Estados Unidos. En la mayoría de los casos, han preferido lo que ellos han descrito como "conflicto de baja intensidad". Conflicto de baja intensidad significa que miles de personas mueren pero más lentamente que si lanzases una bomba sobre ellos de una sola vez. Significa que infectas el corazón del país, que estableces un tumor maligno y observas el desarrollo de la gangrena. Cuando el pueblo ha sido sometido - o molido a palos, lo que viene a ser lo mismo – y tus propios amigos, los militares y las grandes corporaciones, se sientan confortablemente en el poder, tú te pones frente a la cámara y dices que la democracia ha prevalecido. Esto fue lo normal en la política exterior de Estados Unidos durante los años de los que estoy hablando.
La tragedia de Nicaragua fue un ejemplo muy significativo. La escogí para exponerla aquí como un ejemplo claro de cómo ve Estados Unidos su papel en el mundo, tanto entonces como ahora.
Yo estuve presente en una reunión en la embajada de los EE.UU. en Londres a finales de los ochenta.
El Congreso de Estados Unidos estaba a punto de decidir si dar más dinero a la Contra para su campaña contra el estado de Nicaragua. Yo era un miembro de una delegación que venía a hablar en nombre de Nicaragua, pero la persona más importante en esta delegación era el Padre John Metcalf. El líder del grupo de EE.UU. era Raymond Seitz (por aquel entonces el ayudante del embajador, más tarde él mismo sería embajador). El Padre Metcalf dijo: "Señor, dirijo una parroquia en el norte de Nicaragua. Mis feligreses construyeron una escuela, un centro de salud, un centro cultural. Vivíamos en paz. Hace unos pocos meses un grupo de la Contra atacó la parroquia. Lo destruyeron todo: la escuela, el centro de salud, el centro cultural. Violaron a las enfermeras y las maestras, asesinaron a los médicos, de la forma más brutal. Se comportaron como salvajes. Por favor, exija que el gobierno de EE.UU. retire su apoyo a esta repugnante actividad terrorista."
Raymond Seitz tenía muy buena reputación como hombre racional, responsable y altamente sofisticado. Era muy respetado en los círculos diplomáticos. Escuchó, hizo una pausa, y entonces habló con gravedad. 'Padre', dijo, 'déjame decirte algo. En la guerra, la gente inocente siempre sufre'. Huboun frío silencio. Le miramos. Él no parpadeó. La gente inocente, en realidad, siempre sufre.
Finalmente alguien dijo: 'Pero en este caso "las personas inocentes" fueron las víctimas de una espantosa atrocidad subvencionada por su gobierno, una entre muchas. Si el Congreso concede a la Contra más dinero, más atrocidades de esta clase tendrán lugar. ¿No es así? ¿No es por tanto su gobierno culpable de apoyar actos de asesinato y destrucción contra los ciudadanos de un estado soberano?"
Seitz se mantuvo imperturbable. 'No estoy de acuerdo con que los hechos tal como han sido presentados apoyen sus afirmaciones', dijo.
Mientras abandonábamos la embajada un asistente estadounidense me dijo que había disfrutado con mis obras. No le respondí.
Debo recordarles que el entonces presidente, Reagan, hizo la siguiente declaración: 'La Contra es el equivalente moral a nuestros Padres Fundadores'.
Estados Unidos apoyaron la brutal dictadura de Somoza en Nicaragua durante cuarenta años. El pueblo nicaragüense, guiado por los sandinistas, derrocó este régimen en 1979, una impresionante revolución popular.
Los sandinistas no eran perfectos. Tenían una claro componente de arrogancia y su filosofía política contenía un cierto número de elementos contradictorios. Pero eran inteligentes, racionales y civilizados. Se propusieron conseguir una sociedad estable, decente y plural. La pena de muerta fue abolida. Cientos de miles de campesinos pobres fueron librados de una muerte segura. A unas 100.000 familias se les dieron títulos de propiedad sobre tierras. Se construyeron dos mil escuelas. Una notable campaña educativa redujo el analfabetismo en el país a menos de una séptima parte. Se establecieron una educación y un servicio de salud gratuitos. La mortalidad infantil se redujo en una tercera parte. La polio fue erradicada.
Estados Unidos denunció estos logros como una subversión marxista/leninista.
Desde el punto de vista del gobierno de Estados Unidos, se estaba estableciendo un ejemplo peligroso. Si a Nicaragua se le permitía fijar normas básicas de justicia social y económica, si se le permitía subir los niveles de salud y educación y alcanzar una unidad social y un respeto nacional propio, los países vecinos se plantearían las mismas cuestiones y harían lo mismo. En ese momento había por supuesto una feroz resistencia al status quo en el Salvador.
He hablado anteriormente de 'un entramado de mentiras' que nos rodea. El presidente Reagan describía habitualmente a Nicaragua como un 'calabozo totalitario'. Esto fue aceptado de forma general por los medios, y por supuesto por el gobierno británico, como un comentario acertado e imparcial.
Pero la realidad es que no estaba documentada la existencia de escuadrones de la muerte bajo el gobierno sandinista. No había constancia de torturas. No estaba probada la existencia de una brutalidad sistemática u oficial por parte de los militares. Ningún sacerdote fue asesinado en Nicaragua. De hecho, había tres sacerdotes en el gobierno, dos jesuitas y un misionero Maryknoll. Los calabozos totalitarios estaban en realidad muy cerca, en El Salvador y en Guatemala. Estados Unidos había hecho caer en 1954 al gobierno elegido democráticamente en Guatemala y se calcula que unas 200.000 personas habían sido víctimas de las sucesivas dictaduras militares.
Seis de los más eminentes jesuitas del mundo fueron asesinados brutalmente en la Universidad de Centro América en San Salvador en 1989 por un batallón del regimiento Alcatl entrenado en Fort Benning, Georgia, EE.UU. Ese hombre extremadamente valiente, el arzobispo Romero, fue asesinado mientras se dirigía a la gente. Se calcula que murieron 75.000 personas. ¿Por qué fueron asesinadas? Fueron asesinadas porque creían que una vida mejor era posible y que debía conseguirse. Esta creencia los convirtió de forma inmediata en comunistas. Murieron porque se atrevieron a cuestionar el status quo, la interminable situación de pobreza, enfermedad, degradación y opresión que habían recibido como herencia.
Estados Unidos finalmente hizo caer el gobierno Sandinista. Supuso varios años y una resistencia considerable, pero una persecución económica implacable y 30.000 muertos al final minaron la moral del pueblo nicaragüense. Exhaustos y condenados a la pobreza una vez más. Los casinos volvieron al país, la salud y la educación gratuita se acabaron. Las grandes empresas volvieron en mayor número. La 'Democracia' había prevalecido.
Pero esta "política" no estuvo, de ninguna manera, limitada a Centroamérica.
Fue realizada a lo largo y ancho del mundo. No tenía final. Y ahora es como si nunca hubiese pasado.
Estados Unidos apoyó y en algunos casos crearon todas las dictaduras militares de derechas en el mundo tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Me refiero a Indonesia, Grecia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Haití, Turquía, Filipinas, Guatemala, El Salvador, y, por supuesto, Chile. El horror que Estados Unidos infligió a Chile en 1973 no podrá ser nunca purgado ni olvidado.
Cientos de miles de muertes tuvieron lugar en todos estos países. ¿Tuvieron lugar? ¿Son todas esas muertes atribuibles a la política exterior estadounidense? La respuesta es sí, tuvieron lugar y son atribuibles a la política exterior estadounidense. Pero ustedes no lo sabrían.
Esto nunca ocurrió. Nunca ocurrió nada. Ni siquiera mientras ocurría estaba ocurriendo. No importaba. No era de interés. Los crímenes de Estados Unidos han sido sistemáticos, constantes, inmorales, despiadados, pero muy pocas personas han hablado de ellos. Esto es algo que hay que reconocerle a Estados Unidos. Ha ejercido su poder a través del mundo sin apenas dejarse llevar por las emociones mientras pretendía ser una fuerza al servicio del bien universal. Ha sido un brillante ejercicio de hipnosis, incluso ingenioso, y ha tenido un gran éxito.
Os digo que Estados Unidos son sin duda el mayor espectáculo ambulante. Pueden ser brutales, indiferentes, desdeñosos y bárbaros, pero también son muy inteligentes. Como vendedores no tienen rival, y la mercancía que mejor venden es el amor propio. Es un gran éxito. Escuchen a todos los presidentes de Estados Unidos en la televisión usando las palabras, "el pueblo americano", como en la frase, "Le digo al pueblo estadounidense que es la hora de rezar y defender los derechos del pueblo americano y le pido al pueblo americano que confíen en su presidente en la acción que va a tomar en beneficio del pueblo americano".
Es una estratagema brillante. El lenguaje se usa hoy en día para mantener controlado al pensamiento. Las palabras "el pueblo americano" producen un cojín de tranquilidad verdaderamente sensual. No necesitas pensar.
Simplemente échate sobre el cojín. El cojín puede estar sofocando tu inteligencia y tu capacidad crítica pero es muy cómodo. Esto no funciona, por supuesto, para los 40 millones de personas que viven bajo la línea de pobreza y los dos millones de hombres y mujeres prisioneras en los vastos "gulags" de las cárceles, que se extienden a lo largo de todo Estados Unidos.
Estados Unidos ya no se preocupa por los conflictos de baja intensidad. No ve ningún interés en ser reticente o disimulado. Pone sus cartas sobre la mesa sin miedo ni favor. Sencillamente le importan un bledo las Naciones Unidas, la legalidad internacional o el desacuerdo crítico, que juzga impotente e irrelevante. Tiene su propio perrito faldero acurrucado detrás de ellos, la patética y supina Gran Bretaña.
¿Qué le ha pasado a nuestra sensibilidad moral? ¿Hemos tenido alguna vez alguna? ¿Qué significan estas palabras? ¿Se refieren a un término muy raramente utilizado estos días – conciencia? ¿Una conciencia para usar no sólo con nuestros propios actos sino para usar también con nuestra responsabilidad compartida en los actos de los demás? ¿Está todo muerto? Mirad Guantánamo. Cientos de personas detenidas sin cargos a lo largo de tres años, sin representación legal ni un juicio conveniente, técnicamente detenidos para siempre. Esta estructura totalmente ilegal se mantiene como un desafío de la convención de Ginebra. Esto no es sólo tolerado sino que difícilmente planteado por lo que se llama "la comunidad internacional".
Esta atrocidad criminal está siendo cometida por un país, que se declara a sí mismo como "el líder del mundo libre". ¿Pensamos en los habitantes de la bahía de Guantánamo? ¿Qué es lo que dicen los medios? Lo reseñan ocasionalmente – una pequeña mención en la pagina seis. Ellos han sido consignados a una tierra de nadie de la que, por cierto, puede que nunca regresen. En la actualidad muchos están en huelga de hambre, alimentados a la fuerza, incluidos los residentes británicos. No hay sutilezas en estos procesos de alimentación. Ni sedaciones ni anestésicos. Solo un tubo insertado sobre tu nariz y dentro de tu garganta. Tú vomitas sangre. Esto es tortura. ¿Qué ha dicho la secretaria británica de exteriores sobre esto?
Nada. ¿Qué ha dicho el primer ministro británico sobre esto? Nada ¿Por qué no? Porque Estados Unidos ha dicho: criticar nuestra conducta en la bahía de Guantánamo constituye un acto poco amistoso.
O estáis con nosotros o contra nosotros. Así que Blair se calla.
La invasión de Iraq ha sido un acto de bandidos, un evidente acto de terrorismo de estado, demostrando un desprecio absoluto por el concepto de leyes internacionales. La invasión fue una acción militar arbitraria basada en una serie de mentiras sobre mentiras y burda manipulación de los medios y, por consiguiente, del publico; un acto con la intención de consolidar el control económico y militar de Estados Unidos sobre Oriente Próximo camuflado – como ultimo recurso – todas las otras justificaciones han caído por ellas mismas – como una liberación. Una formidable aseveración de la fuerza militar responsable de la muerte y mutilación de cientos y cientos de personas inocentes.
Hemos traído tortura, bombas de racimo, uranio empobrecido, innumerables actos de muerte aleatoria, miseria, degradación y muerte para el pueblo Iraqui y lo llamamos "llevar la libertad y la democracia a Oriente Próximo"
¿Cuánta gente tienes que matar antes de ser considerado un asesino de masas y un criminal de guerra? ¿Cien mil? Más que suficiente, habría pensado yo. Por eso es justo que Bush y Blair sean procesados por el Tribunal Penal Internacional. Pero Bush ha sido listo. No ha ratificado al Tribunal Penal Internacional. Por eso si un soldado o político americano es arrestado Bush ha advertido que enviaría a los marines. Pero Tony Blair ha ratificado el Tribunal y por eso se le puede perseguir. Podemos proporcionarle al Tribunal su dirección si está interesado. Es el número 10 de Downing Street, Londres.
La muerte en este contexto es irrelevante. Ambos, Bush y Blair colocan la muerte bien lejos, en los números atrasados. Al menos 100.000 iraquíes murieron por las bombas y misiles estadounidenses antes de que la insurgencia iraquí empezase. Estas personas no existen ahora. Sus muertes no existen. Son espacios en blanco. Ni siquiera han sido registrados como muertos. 'No hacemos recuento de cuerpos', dijo el general estadounidense Tommy Franks.
Al inicio de la invasión se publicó en la portada de los periódicos británicos una fotografía de Tony Blair besando la mejilla de un niño iraquí. 'Un niño agradecido' decía el pie de foto. Unos días despuésapareció una historia con una fotografía, en una página interior, de otro niño de cuatro años sin brazos. Su familia había sido alcanzada por un misil. Él fue el único superviviente. '¿Cuando recuperaré mis brazos?' preguntaba. La historia desapareció. Bien, Tony Blair no lo tenía en sus brazos, tampoco el cuerpo de ningún otro niño mutilado, ni el de ningún cadáver ensangrentado. La sangre es sucia. Ensucia tu camisa y tu corbata cuando te encuentras dando un discurso sincero en televisión.
Los dos mil estadounidenses muertos son una vergüenza. Son transportados a sus tumbas en la oscuridad. Los funerales son discretos, fuera de peligro. Los mutilados se pudren en sus camas, algunos para el resto de sus vidas. Así los muertos y los mutilados se pudren, en diferentes tipos de tumbas.
Aquí hay un extracto del poema de Pablo Neruda: "Explico Algunas Cosas":
“Y una mañana todo estaba ardiendo y una mañana las hogueras salían de la tierra devorando seres, y desde entonces fuego, pólvora desde entonces, y desde entonces sangre. Bandidos con aviones y con moros, bandidos con sortijas y duquesas, bandidos con frailes negros bendiciendo venían por el cielo a matar niños, y por las calles la sangre de los niños corría simplemente, como sangre de niños Chacales que el chacal rechazaría, piedras que el cardo seco mordería escupiendo, víboras que las víboras odiaran!
Frente a vosotros he visto la sangre de España levantarse para ahogaros en una sola ola de orgullo y de cuchillos! Generales traidores: mirad mi casa muerta, mirad España rota: pero de cada casa muerta sale metal ardiendo en vez de flores, pero de cada hueco de España sale España, pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos, pero de cada crimen nacen balas que os hallarán un día el sitio del corazón.”
Preguntaréis por qué su poesía no nos habla del sueño, de las hojas, de los grandes volcanes de su país natal?
Venid a ver la sangre por las calles, venid a ver la sangre por las calles, venid a ver la sangre por las calles! Quisiera dejar claro que citando el poema de Neruda no estoy comparando de ninguna manera la República Española con el Iraq de Sadam Hussein. Cito a Neruda porque en ningún otro sitio de la lírica contemporánea leí una descripción más insistente y cierta del bombardeo contra civiles.
He dicho antes que Estados Unidos está ahora siendo totalmente franco poniendo las cartas sobre la mesa. Éste es el caso. Su política oficial es hoy en día definida como "Dominio sobre todo el espectro". Ése no es mi término, es el suyo. "Dominio sobre todo el espectro" quiere decir control de la tierra, mar, aire y espacio y todos sus recursos.
Estados Unidos ahora ocupa 702 bases militares a lo largo del mundo en 132 países, con la honorable excepción de Suiza, por supuesto. No sabemos muy bien como ha llegado a estar ahí pero de hecho está ahí.
Estados Unidos posee ocho mil cabezas nucleares activas y usables. Dos mil están en sus disparaderos, alerta, listas para ser lanzadas 15 minutos después de una advertencia. Está desarrollando nuevos sistemas de fuerza nuclear, conocidos como "destructores de búnkeres". Los británicos, siempre cooperativos, están intentando reemplazar su propio misil nuclear, Trident. ¿A quién, me pregunto, están apuntando? ¿A Osama Bin Laden? ¿A ti? ¿A mí? ¿A Joe Dokes? ¿China? ¿París? ¿Quién sabe? Lo que sí sabemos es que esta locura infantil - la posesión y uso en forma de amenazas de armas nucleares - es el corazón de la actual filosofía política de Estados Unidos. Debemos recordarnos a nosotros mismos que Estados Unidos está en un continuo entrenamiento militar y no muestra indicios de aminorar el paso.
Muchos miles, si no millones, de personas en Estados Unidos están demostrablemente asqueados, avergonzados y enfadados por las acciones de su gobierno, pero, tal y como están las cosas, no son una fuerza política coherente - todavía. Pero la ansiedad, la incertidumbre y el miedo que podemos ver crecer cada día en Estados Unidos no es probable que disminuya.
Sé que el presidente Bush tiene algunos escritores de discursos muy competentes pero quisiera prestarme voluntario yo mismo para el empleo.
Propongo el siguiente breve discurso que él podría leer en televisión a la nación. Lo veo solemne, con el pelo cuidadosamente peinado, serio, confiado, sincero, frecuentemente seductor, a veces empleando una sonrisa irónica, curiosamente atractiva, un auténtico macho.
"Dios es bueno. Dios es grande. Dios es bueno. Mi dios es bueno. El Dios de Bin Laden es malo. Él suyo es un mal Dios. El dios de Sadam también era malo, aunque no tuviera ninguno. Él era un bárbaro. Nosotros no somos bárbaros. Nosotros no cortamos las cabezas de la gente. Nosotros creemos en la libertad. Dios también. Yo no soy bárbaro. Yo soy el líder democráticamente elegido de una democracia amante de la libertad. Somos una sociedad compasiva. Electrocutamos de forma compasiva y administramos una compasiva inyección letal. Somos una gran nación. Yo no soy un dictador. Él lo es. Yo no soy un bárbaro. Él lo es. Y él. Todos ellos lo son. Yo tengo autoridad moral. ¿Ves mi puño? Esta es mi autoridad moral. Y no lo olvides"
La vida de un escritor es extremadamente vulnerable, apenas una actividad desnuda. No tenemos que llorar por ello. El escritor hace su elección y queda atrapado en ella. Pero es cierto que estás expuesto a todos los vientos, alguno de ellos en verdad helados. Estás solo, por tu cuenta. No encuentras refugio, ni protección - a menos que mientas - en cuyo caso, por supuesto, te habrás construido tu propia protección y, podría decirse, te habrás vuelto un político.
Me he referido un par de veces esta tarde a la muerte. Voy a citar ahora un poema mío llamado "Muerte":
“¿Dónde se halló el cadáver? ¿Quién lo encontró? ¿Estaba muerto cuando lo encontraron? ¿Cómo lo encontraron? ¿Quién era el cadáver? ¿Quién era el padre o hija, o hermano o tío o hermana o madre o hijo del cadáver abandonado? ¿Estaba muerto el cuerpo cuando fue abandonado? ¿Fue abandonado? ¿Por quién fue abandonado? ¿Estaba el cuerpo desnudo o vestido para un viaje? ¿Qué le hizo declarar muerto al cadáver? ¿Fue usted quien declaró muerto al cadáver? ¿Cómo de bien conocía el cadáver? ¿Cómo sabía que estaba muerto el cadáver? ¿Lavó el cadáver? ¿Le cerró ambos ojos? ¿Enterró el cuerpo? ¿Lo dejó abandonado? ¿Le dio un beso al cadáver?”
Cuando miramos un espejo pensamos que la imagen que nos ofrece es exacta. Pero si te mueves un milímetro la imagen cambia. Ahora mismo, nosotros estamos mirando a un círculo de reflejos sin fin. Pero a veces el escritor tiene que destrozar el espejo - porque es en el otro lado del espejo donde la verdad nos mira a nosotros.
Creo que, a pesar de las enormes dificultades que existen, una firme determinación, inquebrantable, sin vuelta atrás, como ciudadanos, para definir la auténtica verdad de nuestras vidas y nuestras sociedades es una necesidad crucial que nos afecta a todos. Es, de hecho, una obligación.
Si una determinación como ésta no forma parte de nuestra visión política, no tenemos esperanza de restituir lo que casi se nos ha perdido: la dignidad como personas.
* Tomado de: www.humanidadenred.org.ve/

martes, 13 de diciembre de 2005

Consecuencias de Ayacucho en la economia y la politica mundial

El 9 de diciembre del presente año se cumplen ciento ochenta y una años del apoteósico triunfo del General en Jefe Antonio José de Sucre Alcalá en Ayacucho. El Libertador en su proclama a los peruanos les dice:
“El ejército libertador a las órdenes del intrépido y experto General Sucre ha terminado la guerra del Perú y aún de un Continente Americano por la más gloriosa victoria de cuantas ha obtenido las armas del Nuevo Mundo. Así el ejército ha llenado la promesa que a su nombre os hice, de completar este año la Libertad del Perú”.
Ahora veamos que efecto en la economía de las naciones trajo la victoria de Sucre en Ayacucho.
M. Sánchez-Barba en su libro Historia de América nos dice:
”Inglaterra penetrará definitivamente con fuerza en la era industrial, financiera y empresarial después de la batalla de Ayacucho. El ministro británico Canning cuando le llegaron las noticias del final de la resistencia española en Ayacucho: Hispanoamérica ha dejado de ser española, ¡pronto será inglesa! Y así fue, en efecto la dominación, unas veces directa y casi siempre indirecta, establecida por la Gran Bretaña en el gigantesco ámbito iberoamericano configuró uno de los más intensos y férreos modelos de colonización económica que se conocen en la historia. Los efectos de esta preeminencia fueron muy diferentes Estados Unidos e Iberoamérica, pero, en todo caso, tales efectos fueron históricamente muy visibles.” Guillermo A Sherwell. Secretario de la Sección de los Estados Unidos de la alta Comisión Interamericana, en ocasión al Sesquicentenario del nacimiento del Gran Mariscal de Ayacucho, expone lo siguiente:
“Cuando el Libertador Simón Bolívar afirmó que la Batalla de Ayacucho era la cumbre de la gloria americana dio a sus palabras, aparte del significado de un homenaje”
Ayacucho fue, en el más estrecho concepto, la última batalla dada por la fuerza independentista contra los ejércitos españoles. Esta acción dio remate a la obra de la independencia del Perú. En un sentido más amplio. Ayacucho afirmó la independencia de dos grandes unidades nacionales: Colombia y Perú....”
Posteriormente estas dos naciones conformaron un poder económico más grande que el que tenía Argentina, Brasil y Estados Unidos de Norte América para esa época. No obstante, ese poder no duraría mucho con el desmoronamiento de Colombia la grande en 1830 con la muerte de Sucre y Simón Bolívar.
Volviendo al discurso de Sherwell, él nos indica:
“Pero todavía Ayacucho tiene un significado más comprensivo: es el último capítulo de las guerras de independencia en América y la consagración definitiva del principio de que América pertenece a sus hijos y a sus hijos solamente toca determinar cuales han de ser sus destinos.
América, al obtener su independencia, se consagraba al servicio de principios que en Europa eran desconocidos: la libertad la igualdad entre los hombres, el derecho que cada uno tiene a buscar su felicidad, el respeto a la personalidad humana, el gobierno como resultante de la voluntad de los gobernados.
Los Estados Unidos sabían muy bien que la independencia de la América le era indispensable para hacer ver a Europa que América cesaba de ser tierra de colonización.×”.
Gil Ricardo Salamé Ruiz

lunes, 12 de diciembre de 2005

¿Que les pasa a estos tios?

(Originalmente publicado en Todosadentro sábado 10 de diciembre de 2005)

Estuve una semana tratando de explicarle a un amigo español los extraños comportamientos de quienes hasta el domingo se decían dirigentes de la oposición. No tuve éxito. El amigo, a quien llamaré Paquín, se marchó el miércoles sin entender ni jota.
Cuando Paquín apenas comenzaba su visita de turismo electoral, los opositores estaban en lo más intenso de la pataleta mediante la cual exigían la eliminación de los dispositivos captahuellas y la realización de conteos manuales. Mi amigo, de entrada, no entendía por qué esta gente, que supuestamente es la vanguardia de la sociedad venezolana, era partidaria de renunciar a los avances tecnológicos y volver a los tiempos de las romanas de palo.
Le expliqué que ellos no se oponen a la tecnología. En realidad son ciberciudadanos. Usan toda suerte de artilugios electrónicos, desde neveras on line que mandan listas por email al supermercado hasta chips implantados en las clavículas, por si acaso los secuestran. Pero, en materia de voto son gente retro, añoran la belle epoque en la que, gracias al manoseo de los sufragios, le hacían “pequeñas” correcciones a la voluntad popular.
Ya casi había logrado que Paquín me entendiera cuando el CNE decidió ceder a las presiones de los opositores y anunció la eliminación de las captahuellas. Acto seguido, varios de los que se decían líderes del antichavismo reaccionaron renunciando a sus candidaturas.
“¿Por qué se retiran, macho?”, preguntó Paquín por teléfono. “Porque quitaron las captahuellas”, le respondí. “¡Joder! ¿y no era eso lo que pedían?”, soltó entonces el turista político, completamente confundido, obligándome de nuevo a chapotear en los pantanos epistemológicos opositores.
Llegó el día de las elecciones y tras finalizar la jornada, apareció la señora de Súmate con un informe express de presuntas irregularidades. Entre ellas, había varias acerca de electores que supuestamente habían votado más de una vez, es decir, que habían incurrido precisamente en la irregularidad que se evita mediante el empleo de la captahuella.
Esa misma noche, arrasada la tierra de viejos y nuevos partidos opositores, copada la Asamblea Nacional por el chavismo, Paquín oyó a los que hasta ese día fueron líderes de la oposición decir que había perdido el gobierno y que el otro gran derrotado había sido el Consejo Electoral, en cambio, ellos habían salido victoriosos. “¿Qué le pasa a estos tíos? –preguntó el español- ¡Son unos gilipollas!”. Yo no tuve más remedio que apelar a la Doctrina Diosdado, que nunca deja mal parado a nadie: “Lo que pasa, Paquín, es que Chávez los tiene locos”.
José Pilar Torres

miércoles, 7 de diciembre de 2005

LA ÚLTIMA VISITA DEL GRAN MARISCAL ANTONIO JOSÉ DE SUCRE A VENEZUELA

Los canales de TV venezolana están pasando una corta biografía del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, el cual es un gran esfuerzo para dar a conocer su vida hoy poco conocida. No obstante, en dicho video se comete un error histórico al decir que Sucre salió de Venezuela en 1821 para no regresar jamás, esto no es cierto, Sucre regresa a su patria por Cúcuta el 13 de marzo de 1830; venía en una comitiva que había sido nombrada por el Congreso Admirable para hablar con el General Páez en Valencia para persuadirlo de no separar a Venezuela de Colombia. Esa comitiva estaba formada por el Gran Mariscal de Ayacucho, el Ilustrísimo. Sr. Esteves Obispo de de Santa Marta, el Coronel Escolástico Andrade, Secretario de la Comisión nombrado por Sucre, tres compañeros más y cuatro criados.
Al amanecer del día 14, los eminentes personajes fueron notificados en Táriba; por el Comandante Perdomo de que según órdenes recibidas de Valencia (General Páez), transmitidas por el General Piñango, Gobernador de Mérida de que no podían seguir adelante, sino repasar el río Táchira, y esperar del lado de allá la resolución del Gobierno superior de Venezuela.
A pesar de esta intimación por escrito, los Comisionados resolvieron avanzar hasta la Grita, a donde llegaron con su comisión el 16 de marzo, a medio día. En el acto fueron notificados allí por el mismo Perdomo, de que no podían pasar de allí por órdenes del Gobernador Piñango, en vista de esto, y más por evitar conflictos a las autoridades el Gran Mariscal y el Obispo optaron por retroceder hasta El Rosario de Cúcuta, donde esperaron a los comisionados del Gobierno de Venezuela señores General Mariño, Martín Tovar y Dr. Navarrete, sustituido éste por el doctor Ignacio Fernández Peña, Arzobispo de Caracas. La entrevista duró del 18 al 21 de abril, durante la misma, dice el historiador Tulio Febres Cordero, “Tuvieron fuertes discusiones el Gran Mariscal y el General Mariño profiriendo éste, en medio de su exaltación, concepto que lastimaron a Sucre, quien a punto exigió la debida satisfacción en el campo de honor, nombrando a Andrade, su edecán y secretario de la Comitiva, para que en calidad padrino, arreglase con Mariño las condiciones del duelo. La inmediata y feliz intervención del Obispo Esteves impidió que se cruzaran aceros en formal desafío dos grandes campeones del Oriente de Venezuela”.
Vuelto Sucre a Bogotá lleno de amargura por las contrariedades recibidas en el desempeño de su misión, su última carta escrita en aquella metrópoli, que tiene fecha 10 de mayo de 1830, la dirigió a su amigo Coronel Andrade quien se hallaba en Pamplona: “Mañana me voy a Quito, le dice al principio, antes de marchar cumpliré con su encargo de avisar el estado de las cosas en la capital. ”En efecto le informó de todo, despidiéndose con estas palabras - Adiós mi querido Andrade. En Quito y en todas partes, soy siempre su apasionado y buen amigo”.
Veinticinco días después la descarga de Berruecos estremecía de horror y encubría de luto al continente americano.
Ahora, solo me falta decirles que el rostro del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre igual al que aparece en el billete venezolano de Bs. 2.000 que se muestra en dicho video, ha sido objetado por su pariente sobrino tataranieto, economista Sergio Sucre Castillo y por mi porque ese rostro no es de Sucre, primero porque ese retrato es de un General de Brigada, tiene en sus charreteras una sola estrella y para esa fecha, 1825, Sucre era General en Jefe, le correspondían tres estrellas en sus charreteras; el general de ese cuadro tiene la nariz recta y Sucre la tenía grande y combada; las patillas de ese General de Brigada casi le llegan a la boca, Sucre las usaba rectas hacía abajo; el General de Brigada es un hombre joven y Sucre estaba envejecido y como si fuese poco, los ojos del General de Brigada del cuadro de la Casa Amarilla son claros y Sucre los tenía bien pardos. Además las medallas que cuelgan en el pecho del General de Brigada le corresponden a un Coronel recién ascendido a General de Brigada y no eran las que le correspondían al General en Jefe - Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
Gil Ricardo Salamé Ruiz

LA ÚLTIMA VISITA DEL GRAN MARISCAL ANTONIO JOSÉ DE SUCRE A VENEZUELA

Los canales de TV venezolana están pasando una corta biografía del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, el cual es un gran esfuerzo para dar a conocer su vida hoy poco conocida. No obstante, en dicho video se comete un error histórico al decir que Sucre salió de Venezuela en 1821 para no regresar jamás, esto no es cierto, Sucre regresa a su patria por Cúcuta el 13 de marzo de 1830; venía en una comitiva que había sido nombrada por el Congreso Admirable para hablar con el General Páez en Valencia para persuadirlo de no separar a Venezuela de Colombia. Esa comitiva estaba formada por el Gran Mariscal de Ayacucho, el Ilustrísimo. Sr. Esteves Obispo de de Santa Marta, el Coronel Escolástico Andrade, Secretario de la Comisión nombrado por Sucre, tres compañeros más y cuatro criados.
Al amanecer del día 14, los eminentes personajes fueron notificados en Táriba; por el Comandante Perdomo de que según órdenes recibidas de Valencia (General Páez), transmitidas por el General Piñango, Gobernador de Mérida de que no podían seguir adelante, sino repasar el río Táchira, y esperar del lado de allá la resolución del Gobierno superior de Venezuela.
A pesar de esta intimación por escrito, los Comisionados resolvieron avanzar hasta la Grita, a donde llegaron con su comisión el 16 de marzo, a medio día. En el acto fueron notificados allí por el mismo Perdomo, de que no podían pasar de allí por órdenes del Gobernador Piñango, en vista de esto, y más por evitar conflictos a las autoridades el Gran Mariscal y el Obispo optaron por retroceder hasta El Rosario de Cúcuta, donde esperaron a los comisionados del Gobierno de Venezuela señores General Mariño, Martín Tovar y Dr. Navarrete, sustituido éste por el doctor Ignacio Fernández Peña, Arzobispo de Caracas. La entrevista duró del 18 al 21 de abril, durante la misma, dice el historiador Tulio Febres Cordero, “Tuvieron fuertes discusiones el Gran Mariscal y el General Mariño profiriendo éste, en medio de su exaltación, concepto que lastimaron a Sucre, quien a punto exigió la debida satisfacción en el campo de honor, nombrando a Andrade, su edecán y secretario de la Comitiva, para que en calidad padrino, arreglase con Mariño las condiciones del duelo. La inmediata y feliz intervención del Obispo Esteves impidió que se cruzaran aceros en formal desafío dos grandes campeones del Oriente de Venezuela”.
Vuelto Sucre a Bogotá lleno de amargura por las contrariedades recibidas en el desempeño de su misión, su última carta escrita en aquella metrópoli, que tiene fecha 10 de mayo de 1830, la dirigió a su amigo Coronel Andrade quien se hallaba en Pamplona: “Mañana me voy a Quito, le dice al principio, antes de marchar cumpliré con su encargo de avisar el estado de las cosas en la capital. ”En efecto le informó de todo, despidiéndose con estas palabras - Adiós mi querido Andrade. En Quito y en todas partes, soy siempre su apasionado y buen amigo”.
Veinticinco días después la descarga de Berruecos estremecía de horror y encubría de luto al continente americano.
Ahora, solo me falta decirles que el rostro del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre igual al que aparece en el billete venezolano de Bs. 2.000 que se muestra en dicho video, ha sido objetado por su pariente sobrino tataranieto, economista Sergio Sucre Castillo y por mi porque ese rostro no es de Sucre, primero porque ese retrato es de un General de Brigada, tiene en sus charreteras una sola estrella y para esa fecha, 1825, Sucre era General en Jefe, le correspondían tres estrellas en sus charreteras; el general de ese cuadro tiene la nariz recta y Sucre la tenía grande y combada; las patillas de ese General de Brigada casi le llegan a la boca, Sucre las usaba rectas hacía abajo; el General de Brigada es un hombre joven y Sucre estaba envejecido y como si fuese poco, los ojos del General de Brigada del cuadro de la Casa Amarilla son claros y Sucre los tenía bien pardos. Además las medallas que cuelgan en el pecho del General de Brigada le corresponden a un Coronel recién ascendido a General de Brigada y no eran las que le correspondían al General en Jefe - Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
Gil Ricardo Salamé Ruiz