El martes 6 de octubre del corriente año La Fundación Nacional Vial – FUNDALANAVIAL develó, en el complejo de edificios que conforman el Laboratorio de Suelos Ing. Luis Alberto Salamé Ruiz un busto, de mi hermano, para rendirle honores a quien consideran como el mejor ingeniero de suelos que existió en el país porque se ocupó durante su vida como ingeniero de suelos a la consolidación de la cultura de la calidad en las obras viales de Venezuela. Así reza el escrito que está debajo de su busto.
Ahora bien, hablemos de mi hermano como el ingeniero que conocí, para después hablarles de la bella persona que fue mi hermano Lucho, como le decíamos sus hermanos y amigos. Como ingeniero les narraré dos anécdotas que les indicaran la clase de persona que fue: Hace muchos años cuando Lucho trabajaba en el Laboratorio de Suelos del Ministerio de Obras Públicas – MOP, invitó a su casa a varios ingenieros amigos nuestros desde años, por tanto muy bien conocidos. Observé en el grupo un ingeniero muy simpático y locuaz, quien se dedicaba desde hacía varios años a pavimentar carreteras y autopistas. Resulta, que en una de las carreteras a la que él le hacía mantenimiento a cada rato se le abría un hueco, más o menos en el mismo sitio, entonces le dije delante de mi hermano, "yo sé que tú eres muy buen ingeniero, qué pasa en la autopista tal que a cada rato se le abre el mismo hueco, acaso es que no hay manera de asfaltarla bien". Me respondió, "Tú como que quieres que se me acabe mi bequita" Mi hermano de inmediato lo recrimino, "o lo haces bien la próxima vez o se termina tu beca".
A Lucho le tocó como ingeniero, presidente de su empresa Ingeniería SV, C.A. formar parte, junto con el ingeniero Gustavo Corredor, de un equipo que se dio a la tarea de estudiar las causas de la famosa mancha negra que apareció a finales de los años 1980 y principios de los 90 en varias carreteras de país principalmente en la Autopista de Caracas a La Guaria. y también estuvo en varías vías de Caracas, en el túnel del Centro Simón Bolívar y otras vías de gran transito. Hoy se sabe que, muchas de las manchas que aparecieron, no solo fue causa del parque automotor que estaba obsoleto y de mala calidad de los cauchos, sino que hubo gente que tiraba bolsas llenas de aceite en las vías, Ver informe: La Mancha negra o superficie anómala en los pavimentos de Caracas. Luis A. Salamé, www.e-asfalto.com/trabcpa.htm Sobre esta materia quiero decirles que mi esposa, Beatriz fue una de las primeras que notó que había bolsas plásticas todas iguales tiradas en los pavimentos de las carreteras y avenidas de Venezuela. Una vez veníamos en nuestro carro y me dijo, "Gordo fíjate en esas bolsas son iguales a las que hemos visto antes, parecen estar llenas de aceite".
La segunda anécdota es la siguiente, ya muerto mi hermano (08-11-1992) cuando Chávez era candidato a la presidencia de la República me tocó en suerte hacerle un Estudio Económico de Expansión de Proyectos a un ingeniero dueño de una planta de mezclas en el Estado Apure. Un día que estaba trabajando con el mencionado ingeniero en su oficina le pregunté, "Qué era lo especial que tenía mi hermano como ingeniero de suelos que ustedes sus colegas y otros dueños de plantas de mezclas asfálticas lo adoraron". Me respondió: "Lucho, iba al lugar donde estaba tu planta, observaba todos los materiales que están alrededor de la misma, y si no habían piedras con qué mezclar el asfalto él te recomendaba utilizar la escoria, residuo de la fundición del hierro que se acumula por toneladas en Guayana". Es un material que se desecha y difícil de botarlo y sin ningún otro uso y en el Estado Apure donde, como hemos dicho, está localizada la planta en cuestión no hay piedras, tienen que llevarlas en camiones a un costo muy alto, Lucho le dio la solución ideal para ese problema, él conjuntamente con el Ing. Gustavo Corredor, habían hecho en el laboratorio de Ingeniería SV, C.A (Salamé Villamizar) propiedad de Luis Alberto, un estudio que determinó que la escoria subproducto de las plantas de fundición del hierro se podía y puede ser utilizada para mezcla asfálticas con un rendimiento superior a la de las piedras porque el asfaltado de pavimentos con estas mezclas es más duradero. Debo hacer notar, que para los estados venezolanos en los cuales no hay piedras, como lo son Apure y parte del Guarico se puede transportar la escoria en lanchones a través de los ríos Orinoco y Apure, evitando así que los camiones pesados que transportan piedra destruyan constantemente las carreteras venezolanas.
También a Lucho y su empresa Ingeniería SV, C.A. le tocó pavimentar con calidad la mayoría de la pistas de los aeropuertos nacionales. El día de su velorio le oí decir a uno de sus colegas "ahora quién pavimentará las pistas de los aeropuertos con la calidad que lo hacía Luis Alberto Salamé".
Veamos ahora las metas y logros que se fijó como ingeniero de suelos. Lucho fue el fundador de FUNADALANAVIAL y como tal deseaba, que en cada estado de Venezuela existiese al menos un laboratorio de suelos de la nación. A su muerte el 8 de noviembre de 1992, no existía sino uno, el de Santa Rosa, en Caracas, del cual él fue su jefe hasta la llegada del doctor Rafael Caldera a su primera Presidencia, cuando renunció a su cargo y fundó su propia empresa Ingeniería SV, C.A. Donde le hizo estudios de suelos y de materiales a toda persona que solicitó sus servicios y en donde además se encargó de ayudar a estudiantes a elaborar sus Tesis de grado de ingeniero los empleaba como pasantes y no solo ello sino que les daba empleo en su empresa. Otros de sus logros, que no logró ver, fue el establecimiento por el gobierno actual de 14 laboratorios de suelos en distintos estado venezolanos más 2 laboratorios ambulatorios muy bien equipados con equipos muy modernos. Estos laboratorios están situados en los estados Anzoátegui, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Falcón, Guarico, Lara, Mérida, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Táchira y Zulia.
Gil Ricardo Salamé Ruiz
Breve biografía de Luis Alberto Salamé Ruiz
Luis Alberto Salamé Ruiz, nació en Caracas, el 17 de abril de 1936 y falleció el 8 de noviembre 1992. Fue el tercer hijo y el menor de tres hermanos del matrimonio formado por María Luisa Ruiz Marcano, natural de Caracas, Venezuela. Primera kindergarterina de Venezuela y de Luis Alberto Salamé Moscoso, nacido en Biblián, Ecuador, de profesión Contador.
Los hermanos de Luis Alberto Salamé Ruiz, son Araceli Salamé Ruiz de Sánchez, de profesión Abogada y la mayor de los tres hermanos Salamé Ruiz. El otro hermano es Gil Ricardo Salamé Ruiz de profesión Economista e Historiador con Post Grados en Industrialización y Ecología. .
Lucho, hizo su kindergarten en la Escuela Experimental Venezuela. Aprendió a leer solo y a muy corta edad, tan solo fijándose en las clases que mamá le daba a la esposa del zapatero de la cuadra. También aprendió a muy temprana edad las matemáticas y hay una anécdota muy simpática sobre este asunto, nuestra hermana Araceli quien cursaba 2º grado estaba aprendiendo las tablas de multiplicar y repetía 8 X 5 y no daba con el número, entonces Lucho quien era cinco años menor que nuestra hermana le gritó desde su cuarto, donde jugaba con un carrito ´´Bruta, 8 X 5 es 40´´, él estudiaba en ese entonces kindergarten, en La Escuela Experimental Venezuela. Su primaria la hizo en el Colegio La Salle y la Escuela Simón Bolívar de El Paraíso. El bachillerato lo cursó en el Liceo Aplicación de El Paraíso, Caracas. Se graduó de bachiller muy joven a los 15 años. Su carrera como ingeniero Civil la hizo en la U.C.V. y luego hizo su Master en Ingeniería de Suelos en la Universidad de Michigan, en Ann Arbor., donde culminó sus estudios en 1962.
Se casó con Esperanza Villamizar Pastori, Farmaceuta el 12 de diciembre de 1964, tuvo dos hijos, Luis Alberto Salamé Villamizar y Martha Salamé Villamizar.
Mi hermano Lucho trabajo recién graduado con el Constructor Enrique Delfino, quien hizo obras en Parque Central e hizo los estudios de suelo para la construcción de las Torres de ese parque, luego trabajó en el MOP en la oficinas del Centro Simón Bolívar, de donde pasó a trabajar en el laboratorio de Estudios de Suelos localizadas en Santa Rosa, Caracas. Su jefe allí fue el ingeniero Civil Juan Luis Hernández y al salir éste de dichas oficinas fue remplazado por mi hermano, quien trabajó en esa oficina de Estudios de Suelos hasta la llegada del doctor Caldera en su primera presidencia, cuando renunció a su cargo abriendo su propio laboratorio de suelos, Ingeniería SV, que quedaba en la Av. La Salle. El laboratorio de Luis Alberto fue uno de los más prestigiosos de Caracas, y dicen sus amigos y clientes que nunca llegó a cobrar lo que en realidad su trabajo valía y muchas veces hizo trabajos para amigos, sin cobrarle un centavo, por el simple hecho de ayudarlos. .
Mi hermano Lucho siempre fue muy desprendido con su dinero, solía invitar a grupos de amigos almorzar y ayudaba a todo el mundo. Con nuestra madre, hermanos, sobrinos y primos fue muy generoso. Conmigo, les puedo decir que en una ocasión cuando a mi esposa la asaltaron dos pistoleros despojándola de su carro, detrás de la E/S de Chuao en Caracas, un Mustang que le había regalado yo hacía poco, pero que el seguro tardó s tres meses para pagarlo. Quise comprarle otro igual pero los carros habían subido de precio para cuando me pagó el seguro y los intereses bancarios también. Total, no me alcanzaba el dinero para comprar otro nuevo, mi hermano se enteró de ello y me dijo, "Gordo, compra el carro que quieres, yo te presto el dinero, me los pagas mensualmente y sin intereses" y así lo hice.
Su defecto fue llevar la vida muy acelerada y ser un hombre que trabajaba toda la semana, inclusive sábados y domingos, pero también le gustaba parrandear. Esto le causó un infarto y unos años después moría de un paro cardíaco a los 56 años de edad.
Hoy como ayer mi hermano Lucho fue y es patrimonio nacional, ayer dio todo lo que sabía para que Venezuela tuviese calidad en sus vías terrestres, no se cansó de dar cursos de pavimentos, resistencia de materiales y de cómo hacer con calidad mezclas asfálticas- Hoy con su legado ha servido de guía para la formación de un excelente equipo que trabaja para nuestra patria que construyen y ejecutan obras tales como laboratorios de suelos equipados con los mejores y modernos equipos, además de bibliotecas con novedosos equipos de computadoras. Ver fotos anexas
Nota: nuestro amigo Roberto Hernández Montoya, quien en 1994 opinó sobre el origen de las manchas negras, ahora puede dormir tranquilo ya que no fueron los extraterrestres quienes con sus naves al aterrizar en nuestras vías dejaron las manchas negras, como tampoco los camiones transportadores de cochinos los que las dejaban.
Gil Ricardo Salamé Ruiz
Economista e historiador
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