Como es natural reaccionamos ante cualquier medida que pueda afectar nuestros bolsillos o nuestras propiedades, y aunque este no es el caso, porque con esta medida lo que se busca es actualizar y agilizar las transacciones monetarias.
Pero conociendo muy bien a nuestra irracional oposición política, la cual utilizará ejemplos de otras realidades económicas, buscará y rebuscará a todo de tipo "expertos", recurrirá a todas las formulas matemáticas habidas y apelará a los diferentes medios de comunicación para objetar, banalizar y desprestigiar esta decisión económica, se justifica de esta manera toda medida comunicacional que aclare el panorama que viviremos en, por lo menos, los próximos dieciocho meses.
La campaña educativa debe estar dirigida fundamentalmente a los niños y adolescentes, por ser estos los sectores de la población más adaptables a los cambios y convertirlos en facilitadores para el sector adulto de como se hará la convertibilidad y de como será y se manejará el fraccionamiento de la nueva moneda.
La responsabilidad que recaerá en nuestros niños y adolescentes se hará confiando, además de su juventud, en el grado de madurez con la que se desenvuelve.
La superación con éxito de esta coyuntura económica demostrará, una vez más, la capacidad de liderazgo con el cual cuenta nuestro proceso revolucionario y la prudencia y sensatez que ha adquirido nuestro pueblo a la hora de enfrentar cualquier circunstancia que se le presente.
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