En definitiva, son los extraterrestres los que se apropian de los espacios públicos con la siembra de unas estructuras llamadas Vallas Publicitarias. Digo extraterrestres porque no existe, en ninguna Institución explicación alguna de la proliferación descarada e inmoral, de un método de colonización tan canalla como el empleado por estas seudoempresas, que de manera ilegal invaden los espacios de la ciudad que le pertenecen al colectivo y que éste en ningún momento disfruta, de ver y sentir su ciudad con la personalidad que ella adquiere por el desenvolvimiento de sus mismos habitantes.
Quiero recordar que Caracas de por sí es una ciudad con marcado desorden urbanístico y quizás esta razón sirva como excusa para dejar pasar estos abusos. Lo que los medios de comunicación no dicen cuando se refieren a los buhoneros y el apogeo del caradurismo que es el tener tarantines con mercancía de valores millonarios en las aceras y bulevares, es que estas prácticas delictivas se remontan a los "extraterrestres" que se benefician del cobro multimillonario por exhibir productos (muchos de ellos prohibidos y enviciadores), en áreas que no le pertenecen y que su equivalente supera con creces al alquiler de un Pent House en La Cornise de Altamira. Llama la atención el incremento (500% Aprox.) que la invasión de este supuesto medio publicitario ha implementado en los últimos cinco años, ya que quizás el ambiente conflictivo, impulsado por los mismos medios de comunicación que viven de la publicidad, al desestabilizar el país con una constante conspiración ha sido cómplice para el desborde de esta aberración, poniendo a la comunidad inerme frente a este abuso.
Ya los términos en que son contestados estos reclamos por los órganos "competentes" caen en el absurdo como el de la Alcaldía de Libertador, de no tener medios para remover estas estructuras. Creo que necesitamos una contraloría integral por parte de los diferentes cuerpos de vigilancia y seguridad al respecto, ubicando la identificación del hecho de estas invasiones como lo que son: DELITOS; y así prevenir que estos colonizadores salvajes pretendan seguir apropiándose de los Espacios Públicos.
Manipulación descarada
Es de hacer notar la relación entre las vallas y la TV: La estética de las imágenes estáticas, es una reproducción de lo que aparece en la pantalla con movimiento. Estas vallas se convierten en gigantescas pantallas con imágenes que con la misma "moda" y montaje gráfico imita a lo que sale en la TV pero con cambios en los productos: Una propaganda de un teléfono celular se parece mucho al estilo de los sujetos que están soportando la propaganda en una valla que vende cigarrillos. Los cigarrillos no pueden publicitarse en la TV y de esta manera el mensaje de la valla lo extiendes a la TV, lo único que cambia es el celular en la mano de la persona en la cuña por una cajetilla de cigarrillos en la mano del que está en la fotografía. El daño que estos mensajes de por sí prohibidos (Artículo 64 de La Ley Orgánica de TTT) es directo a los más pequeños, quienes "absorben" como esponjas esta basura publicitaria, sus logos y/o marcas quedan grabadas en el subconsciente y cuando vas al kiosco a comprar una golosina (también dañina) cambias tu preferencia a una cajetilla de cigarrillos impulsado por años de bombardeo publicitario y ocurre lo pautado: captar a otro ser humano y ganar un consumidor esclavo de un vicio maldito que trae como consecuencia montones de males sociales como las enfermedades relacionadas al consumo de tabaco que hacen que los presupuestos de la salud se vuelvan cada día más insuficientes.
Y la salud de las corporaciones, Bien Gracias...
Quiero recordar que Caracas de por sí es una ciudad con marcado desorden urbanístico y quizás esta razón sirva como excusa para dejar pasar estos abusos. Lo que los medios de comunicación no dicen cuando se refieren a los buhoneros y el apogeo del caradurismo que es el tener tarantines con mercancía de valores millonarios en las aceras y bulevares, es que estas prácticas delictivas se remontan a los "extraterrestres" que se benefician del cobro multimillonario por exhibir productos (muchos de ellos prohibidos y enviciadores), en áreas que no le pertenecen y que su equivalente supera con creces al alquiler de un Pent House en La Cornise de Altamira. Llama la atención el incremento (500% Aprox.) que la invasión de este supuesto medio publicitario ha implementado en los últimos cinco años, ya que quizás el ambiente conflictivo, impulsado por los mismos medios de comunicación que viven de la publicidad, al desestabilizar el país con una constante conspiración ha sido cómplice para el desborde de esta aberración, poniendo a la comunidad inerme frente a este abuso.
Ya los términos en que son contestados estos reclamos por los órganos "competentes" caen en el absurdo como el de la Alcaldía de Libertador, de no tener medios para remover estas estructuras. Creo que necesitamos una contraloría integral por parte de los diferentes cuerpos de vigilancia y seguridad al respecto, ubicando la identificación del hecho de estas invasiones como lo que son: DELITOS; y así prevenir que estos colonizadores salvajes pretendan seguir apropiándose de los Espacios Públicos.
Manipulación descarada
Es de hacer notar la relación entre las vallas y la TV: La estética de las imágenes estáticas, es una reproducción de lo que aparece en la pantalla con movimiento. Estas vallas se convierten en gigantescas pantallas con imágenes que con la misma "moda" y montaje gráfico imita a lo que sale en la TV pero con cambios en los productos: Una propaganda de un teléfono celular se parece mucho al estilo de los sujetos que están soportando la propaganda en una valla que vende cigarrillos. Los cigarrillos no pueden publicitarse en la TV y de esta manera el mensaje de la valla lo extiendes a la TV, lo único que cambia es el celular en la mano de la persona en la cuña por una cajetilla de cigarrillos en la mano del que está en la fotografía. El daño que estos mensajes de por sí prohibidos (Artículo 64 de La Ley Orgánica de TTT) es directo a los más pequeños, quienes "absorben" como esponjas esta basura publicitaria, sus logos y/o marcas quedan grabadas en el subconsciente y cuando vas al kiosco a comprar una golosina (también dañina) cambias tu preferencia a una cajetilla de cigarrillos impulsado por años de bombardeo publicitario y ocurre lo pautado: captar a otro ser humano y ganar un consumidor esclavo de un vicio maldito que trae como consecuencia montones de males sociales como las enfermedades relacionadas al consumo de tabaco que hacen que los presupuestos de la salud se vuelvan cada día más insuficientes.
Y la salud de las corporaciones, Bien Gracias...
Gonzálo Briceño
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