BBC. Martes, 27 de marzo de 2001 - 14:59 GMT
¿Cómo era Jesús?
¿Cómo era Jesús?
Caravaggio eligió una imagen de Cristo sin barba.
Pelo castaño claro, media melena, delgado, con barba y, sobre todo, de tez clara. Ése es el Jesucristo que todos conocemos. Pero ahora un programa de la BBC cuestiona nuestra imagen del hijo de Dios.
A juzgar por la tradición occidental, el fuerte sol de Medio Oriente no dejó su huella en la piel de Jesucristo.
Las imágenes de los más grandes maestros de la pintura, desde Velásquez a Rembrandt, nos muestran a un personaje con la tez del color de la porcelana, que, según nuevos estudios, podría estar muy lejos de la realidad
.
¿Es ésta la verdadera imagen de Cristo?
Ésa es la conclusión de los productores de una serie especial de la BBC, titulada "Hijo de Dios", que han utilizado modernas técnicas forenses para recrear el rostro de Jesucristo.
La imagen se creó a partir del cráneo de un hombre judío del siglo primero, y muestra unas facciones fuertes en claro contraste con las delicadas imágenes de nuestros clásicos o las presentes en nuestras iglesias.
Todo menos blanco
En cuanto al tono de piel de Jesucristo, los expertos coinciden en que sería todo menos blanco.
La idea preferida es la de una tez oscura, más característica de climas desérticos.
La visión de Velásquez.
Todos tenemos una visión muy clara de Cristo que durante siglos ha prevalecido en la cultura occidental.
Una exhibición de pinturas en la Galería Nacional de Londres el año pasado mostraba 70 imágenes muy parecidas de un hombre de rasgos delicados y tono de piel muy claro: el Cristo de nuestra infancia.
Pero, ¿dónde surgió esta imagen?. La Biblia, ciertamente, no ofrece una descripción física del Mesías y el Antiguo Testamento advierte contra lo que llama "idolatría".
Del símbolo a la realidad
Los primeros cristianos se contentaron con imágenes alegóricas del hijo de Dios, que podían variar desde un pez hasta una cruz.
Pero cuando los cristianos empezaron a ser perseguidos, los símbolos dieron paso a un concepto más real de Jesucristo.
El Greco también lo vio como un ser frágil.
La intención era hacer al personaje más cercano dándole una apariencia humana, más fácil de asimilar y hasta de admirar.
En Europa Occidental, donde surgió la mayor parte de la simbología cristiana, la imagen de un Jesucristo blanco fue siempre fácil de aceptar.
Las Cruzadas convencieron a los europeos de que quienes tenían una tez más oscura eran "infieles".
Sin embargo, en otras partes del mundo esa visión ha sido desafiada incluso antes de que lo hicieran los productores de la serie de la BBC.
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