Venezuela tiene con que

Huérfanos

 

        Desde el mismo inicio de la Revolución Bolivariana los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales han estado pendiente de Venezuela. Antes de la asunción del Comandante Hugo Chávez se había iniciado la campaña de terror con el cuento aquel del comunismo. Nuestro país es noticia diaria, tanto de noticias buenas como de noticias infames, éstas últimas multiplican por miles a las primeras, pero seguimos protagonizando las noticias en el ámbito mundial.

        Son veintidós años, no solamente de noticias falsas, fake news las denominan ahora, y tergiversadas, en los cuales el proceso ha soportado agresiones de todo tipo. Son tantos los recursos y estrategias utilizados por la derecha que no hay espacio para enumerarlas, hay un episodio de decadencia política, que provocaría risa como es la aparición de una marioneta como presidente, pero lo que provoca es rabia e impotencia pues los venezolano hemos salido sumamente perjudicados de esa aventura. No se hará ninguna referencia a este hecho para no causarle nauseas al lector. El mas resaltante de estos recursos, medios de comunicación mediante, es la influencia que han ejercido sobre cierto sector de la población. Éste sector siempre busca el medio facilitador de lo que ellos quieren mirar y escuchar, entonces actúan de acuerdo a la “información” inoculada.

        En estos días hay una noticia la cual resulta una disyuntiva para ciertos medios de comunicación pues no se deciden si resaltarla, presentarla a medias o ignorarla. Ellos eligen según sus intereses. La crónica es el diálogo y negociación las cuales se desarrollan en la capital mexicana entre el gobierno nacional y una de las oposiciones venezolanas . Ya existe un memorándum de entendimiento donde el punto cuatro expresa “Respeto al Estado Constitucional de Derecho”. Entonces las oposiciones reconocen a Nicolas Maduro como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, es decir como su Presidente.

        Por otro lado, aquel sector de a pie de la población opositor al gobierno nacional se siente ignorado, abandonado, relegado, ninguneado por los lideres que negocian en la tierra de Pancho Villa. En otras palabras huérfanos políticamente. Muchos integrantes de los desemparados han decidido hacer oposición al gobierno a motu proprio desde las redes sociales donde exprimen, como buenos alumnos, todo el odio con el cual fueron vacunados.

        Como el 21 de noviembre se realizaran las denominadas mega elecciones las oposiciones, las mismas se mastican pero no se tragan, tratarán de recoger a sus huérfanitos; si estos lo permiten ese es su problema.

Carta a mi ex alumna chilena

 

    Recibe este beso trasandino, querida Beatriz. ¿Te regalaron de niña una bicicleta? Antier quemaron una en tu país. Era roja y plata. Duro, para un niño, ver su bici entre las llamas. A veces, Bea, pedaleo en mis recuerdos y te veo en tú pupitre, rubia, seriecita, inteligente. Después se incorporó tu novio, cuando logró burlar la dictadura. Más tarde me presentaste a otros chilenos y otros y otros. Los recibíamos con abrazos. De ti recuerdo las lágrimas en tus ojos verdes cuando me dijiste: “profe, bendita sea su patria, bendita sea Venezuela”.

    Yo también lloré, querida Bea, a mis 24 años, cuando en la plaza El Venezolano (la democracia no nos dejaba llegar hasta el Congreso Nacional) protestábamos el golpe fascista. Toda la plaza lloraba bajo las boinas azules y gritaba gritos de amor y coraje por tu Chile en tinieblas (como cantó Neruda) y por su agigantado presidente, Salvador Allende, con casco y metralleta en mano entre los escombros de La Moneda. Ay, Beatriz, las manos de Víctor Jara ya no podrán rescatar de las llamas la bicicleta roja y plata de un niño venezolano. Se las aplastaron a culatazo de fusil, pero no silenciaron su guitarra. ¿La oyes?

    Qué rollo con tu tesis, chica. Porque también me elegiste de tutor, como lo fui de tantos exiliados. Los llevo en mi corazón. Por los pasillos de Derecho compartíamos café con otros desterrados, cuyo exilio trajo su sabiduría a mi Patria. Entre ellos, argentino él porque todo el Sur era una sola dictadura, nuestro querido Hugo Callelo. Y éramos un solo pueblo con paraguayos y uruguayos y entonces Venezuela, situada al norte, parecía más bien el Cono Sur, entre risas y abrazos y fiestas para ahuyentar toda nostalgia.

    Antier, Bea, a los venezolanos migrantes en tu país, les quemaron sus carpas, ropas, enseres y juguetes, como si Pinochet hubiera regresado del infierno. Otra vez vimos la imagen del presidente Allende, ametralladora contra el pecho, entre los escombros de La Moneda. Anda Bea, compra una bicicleta, busca al niño al que le quemaron la suya y entrégasela. De apagar las otras llamas nos encargamos nosotros. Los hijos de esta patria sabemos cómo hacerlo. Es lo que hemos hecho desde que Simón Bolívar, después de Carabobo, cabalgó hacia tu Sur. Si la bicicleta es roja y plata, mejor.

Earle Herrera

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