La frase “El hampa con el moño suelto”, solía utilizarla
Ultimas Noticias en el espacio de la última página dedicado a las informaciones
de suceso; con ello llamaba la atención en torno al fenómeno delictivo. La
expresión es bastante vieja y desconozco cuando y quien la impuso, aunque tengo
mis sospechas.
En el argot popular, la expresión “soltarse el moño” se
aplicaba jocosamente a las mujeres que rompían las severas cadenas
conservadoras hogareñas y adoptaban una conducta más pícara. También se
aplicaba a aquellos jóvenes que decidían salir del closet.
Lo del moño suelto se ajustaba a las características de
este rotativo, cuyo modo particular de abordar el hecho delictivo lo ha
acompañado desde que salió a la calle en la década del 40 del siglo pasado,
orientado hacia las “clases populares”. Desde entonces, Ultimas Noticias ha
alimentado sus páginas con la sangre derramada producto de la violencia y la
delincuencia que se fue incrementando en Caracas a medida que se iba llenando
de ranchos, de hambre y miseria. Con UN nace el “amarillismo”, es decir, la
explotación de la noticia violenta, del hecho insólito y curioso, con el fin de
aumentar las ventas y la circulación.
Entre los padres del “amarillismo” se menciona a Oscar
Yánez, más conocido en los corrillos periodísticos como “Chivo Negro”, quien
por muchos años dirigió a Ultimas Noticias. Oscar Yánez, uno de los guasones
del periodismo criollo, marcó toda una época por el modo picaresco en que
ejerció la profesión; ese estilo se lo imprimió al diario fundado por Miguel Ángel
Capriles.
Los viejos y veteranos periodistas que antaño cubrían la
fuente de sucesos, contaban una famosa anécdota que retrataba fielmente a Chivo
Negro. La historia discurre más o menos así: suena el teléfono y con él llega
el parte de un hombre ahorcado. Chivo Negro le ordena el fotógrafo que se
dirija al sitio. Tiempo después, el fotógrafo llama a redacción participando
que ya había tomado la respectiva fotografía. Entonces Chivo Negro le pregunta:
“¿Cómo tenía la lengua?
El fotógrafo, una tanto sorprendido por la pregunta le
responde: “Pues… tenía la boca cerrada...”.
Chivo Negro le ordena: “Sácale la lengua y tómale la
foto”.
En la década de los 80, del siglo anterior, la
delincuencia se suelta el moño. La respuesta ciudadana convirtió a Caracas en
una ciudad enrejada. Los temerosos habitantes construyeron muros alrededor de
las quintas de las urbanizaciones del este, en paralelo con el aumento de la
compra de perros guardianes. Además, se instalaron sistemas de alarmas de todo
tipo, y se multiplicó la contratación de servicios de cuerpos privados de
seguridad. Las clases pudientes pagaban costosos sistemas de blindaje de los
automóviles.
Para cuando Chávez gana las elecciones, los índices
delictivos ya eran insoportables. Todos los lunes, los periodista de sucesos
acudían a la para entonces PTJ en busca del “parte de guerra” del fin de
semana. El número de fallecidos se remontaba a 60.
Por aquellos días, Alfredo Peña, se lanza a la conquista
de la Alcaldía Mayor,
apoyado por Chávez, con el lema “Plomo al hampa”.
La prensa de derecha por su parte descubrió la abertura
y se lanzó a fondo utilizando el hecho delictivo como un arma para desgastar al
rrrégimen. Desde entonces no ha parado. Recuerdo que en una entrevista hecha a
Chávez, la periodista de Globovisión, Nitu Pérez Osuna, le lanza la primera
pedrada con algo así como “están matando a nuestros hijos en las calles”.
La campaña se ha ido incrementando a tal punto que es
casi el único argumento con que la oligarquía, sus medios de comunicación, y
sus políticos, se enfrentan a Chávez. El problema de los apagones, que gravitó
en la pérdida del número de diputado en el estado Anzoátegui, se ha ido
diluyendo. Los programas sociales vinculados a la producción y distribución de
alimentos, además de las casas de alimentación, han prácticamente erradicado el
hambre en los grandes sectores populares. La oligarquía latifundista ha sido
golpeada, aunque todavía queda mucho terrófago por ahí. Los energúmenos, tipo
Marcel Granier, para quienes el estado, los obreros y los pobres, son un
estorbo, andan desesperados tragándose impotentes su arrechera. Ante la
carencia de argumentos sólidos se apela a la manipulación y la mentira como lo
hizo RCTV cuando se le puso coto a su descaro.
El asunto de la delincuencia, al contrario de los
apagones o del déficit de energía o de la entrega de la bombonita de gas, es un
asunto bastante peliagudo por la acumulación de factores heredados y la
complejidad de los mismos. Confieso que no somos expertos para opinar con
propiedad sobre la materia, pero uno anda en la calle y ve y escuchas cosas y
comentarios.
Digamos que el periodismo policial que se practica en
Venezuela, presenta las mismas grietas que el resto de las fuentes; no se
profundiza en las causas y razones; los supuestos reportajes de investigación,
en la mayoría de los casos, no son más que informes enviados al redactor por
una fuente interesada o declaraciones ante un grabador de un experto que tiene
20 años hablando de lo mismo. Generalmente la noticia caduca el mismo día que
nace; hay poco seguimiento. Las contadas investigaciones más o menos serias,
tienen un techo muy bajo: de ahí hacia arriba topas con el sistema de
dominación imperante del cual forma parte el dueño o director.
Del periodismo y la crónica roja llama la atención el
modo particular de titular. Con frecuencia el título alude a la profesión,
ocupación o actividad de la víctima: “Muerto zapatero en Catia “, “Asesinado
taxista”, “Herido deportista en La
Vega”. En otros casos se van por las circunstancias, ya que,
generalmente, cuando usted sufre un percance está haciendo algo: “Muerto
mientras estaba sentado frente a su casa”, “Perdió la vida mientras veía
pa´arriba”. Otra singularidad al titular nos transporta al tiempo, ya que sólo
hay dos momentos en que lo pueden atracar a uno: de día o de noche: “Lo robaron
a plena luz de día en el bulevar de Sabana Grande”. Usualmente la prensa
opositora gusta abrir con la profesión, sobre todo de taxista y motorizados, ya
que así se garantizan una bulliciosa protesta, trancando la calle, al día
siguiente.
La técnica para socavar gobierno progresistas, según se
ha dicho, proviene de formatos llegados desde donde usted se lo está
imaginando. Ese punto de la inseguridad, incluido en el manual, al parecer se
está aplicando en países como Ecuador y Bolivia.
En Venezuela llama la atención la hipocresía con que la
prensa de derecha y la MUD,
que es lo mismo, utilizan el caso de la inseguridad, como si en verdad le
importaran los pobres. ¿Por qué no se condolieron cuando una inmensa mayoría de
este pueblo se estaba alimentando con espagueti y perrarina? ¿Dónde estaba ese
periodismo crítico, comprometido e independiente que no vio a ese elefante
triturando la cristalería?; ¿Acaso la delincuencia no es resultante de un
sistema injusto de explotación y de distribución de la riqueza?; ¿Quién puso a
dos millones de venezolanos a vivir en ranchos miserables en los cerros de
Caracas? Culpa ´e Chávez, es lo que dicen.
Quienes han estudiado el fenómeno de la delincuencia
identifican múltiples factores como la cuestión de las armas, la pobreza, la
marginalidad, las drogas, la desintegración familiar, el hambre, la exclusión
escolar, la influencia dañina del cine, la televisión y últimamente la
proliferación de juegos violentos, con mucha sangre, que llegan a niños y
jóvenes gracias a Internet y a las computadoras. Todos estos gérmenes negativos
proliferan mayoritariamente en las barriadas de las grandes ciudades.
Otra para coja, radica en que los Mazuco y los López
Sisco, siguen enquistados en los cuerpos policiales venezolanos. ¿Sabía usted
que algunos agentes del CICP cobran sumas millonarias a los delincuentes para
no pasarlos a Fiscalía? ¿Recuerdan el caso de aquella mujer a quien habían
secuestrado por los lados de Valle de la Pascua y resulta que uno de sus captores era un
funcionario del CICP?; ¿Por qué será que en Apure con una frontera tan larga el
decomiso de droga es tan irrisorio? ¿Por qué los policías tienen que estar
cuidando negocios, tiendas y supermercado de los chinos? De manera que la
corrupción en algunos cuerpos de seguridad representa una de las aristas del
problema.
Con respecto a Ultimas Noticias, dirigido por un
director progresista, se ha dicho que un gran componente de sus notas están
contaminadas por el virus antichavista y por la falta de rigor; incluso las
columnas de farándulas.
Manuel Abrizo
manuelabrizo2010@gmail.com