miércoles, 24 de marzo de 2010

Monseñor Romero en el 30 aniversario de su muerte.


A 30 años de su asesinato. Monseñor Romero ha dejado una impronta en el país, en el pueblo salvadoreño. Él hizo posible que la teología de la liberación fuese praxis liberadora en un país en el que el imperio norteamericanos hizo y hace lo que se le antoja.

Desde hace ya 30 años quienes sentimos su muerte, echamos en falta - y le recordamos - no por su martirio sino por su compromiso con los más pobres del país, y teniendo en cuenta su práctica liberadora es que podemos realmente hablar y vivir a Romero.

Él supo combinar teoría y práctica teológica en la realidad salvadoreña. Hablar de Romero es señalar a los culpables de sus asesinato, recordar a monseñor supone seguir creyendo que sólo con la organización social y política es posible cambios radicales en el estado salvadoreño. Monseñor Romero fue el primero, desde la iglesia en el salvador, en señalar las verdaderas causas de la miseria y la pobreza en el país.

Él sabía muy bien lo que decía. Sabía cómo funcionaba la oligarquía y la burguesía del país. Sabía tanto de ellos porque venía precisamente de ahí. La oligarquía como la burguesía fueron sus mecenas en el arte de la mentira y del soborno, con él lo hicieron sin que él fuese consciente de ello, al menos eso parece, porque es mucho después que se da cuenta de cómo la oligarquía y la burguesía lo habían estado utilizando como un obispo que en nombre del dios de los ricos, justifica la represión y el asesinato.

Sin embargo es a partir de la muerte de su amigo Rutilio Grande, sacerdote jesuita asesinado por los cuerpos represivos que Monseñor se da cuenta de cuál es la realidad que envuelve al país, y que los verdaderos responsables de tantas injusticias son precisamente quienes le adulan. No tarda en darse cuenta y empieza su corto pero intenso camino en la historia de El Salvador, y, se pone al lado de los más pobres del país.

La guerra terminó en el país. La guerrilla salvadoreña entregó las armas y se rindió a las componendas políticas y a las reformas. Hoy podemos leer muchos de los aciertos políticos de Monseñor Romero en la realidad salvadoreña, sus denuncias contra la corrupción y contra la injusticias siguen tan vigentes como hace treinta años.

Terminó la guerra, sí. Y este artículo pretende en su aniversario; recordar a Romero pero también hacer praxis la denuncia. Terminó la guerra y la historia nos está demostrando en estos casi veinte años de que finalizó la guerra es que las elecciones no son la panacea de los cambios que se tienen que hacer en El Salvador. Porque como la mayoría del pueblo, son la herramienta política y eficaz para que el imperio yanqui justifique su injerencia tácita en el gobierno, gobierne quien gobierne. El sometimiento económico a las políticas neoliberales impulsadas por los gringos siguen siendo las mismas y son las que, en estos tiempos, siguen llevando a la inmensa mayoría del planeta a vivir en condiciones paupérrimas.

Y es ahí, precisamente ahí, donde la palabras de Romero les denuncia. Y hablar de la realidad salvadoreña en el 30 aniversario de su muerte es hacer memoria de Romero, es como hacer una presencia actual de sus denuncias. “De nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre” esto fue lo que les dijo a los dirigentes de la democracia cristiana que haciendo uso de un golpe de estado llegaron al poder. Al principio pidió “prudencia”, pidió confianza…, pero al cabo de poco tiempo se dio cuenta que la realidad, le estaba demostrando que el imperio, la burguesía y sus militares se ensañaban, reprimiendo a las organización populares, en vez de calma el pueblo tuvo más represión. Es más, fue en el corto periodo del gobierno de la democracia cristiana cuando más se reprimió al pueblo, y Romero, enseguida vio la mano yanqui estaba detrás del gobierno demócrata cristiano.

Las elecciones en el país han llevado a Mauricio Funes al poder, sí, a Funes, pero no al partido del FMLN. Está demostrando que la política económica es la que la extrema derecha salvadoreña adoptó según las órdenes del imperio por medio del FMI y del BM. El FMLN no gobierna, el que está gobernando en el país es Mauricio Funes y sus amigos, esos que le auparon para irse a las elecciones con el FMLN. La miseria sigue en el Salvador, 30 años después de la muerte de Romero. Las situación de miseria y pobreza continúa siendo el día a día de la mayoría salvadoreña.

En este 30 aniversario además de recordar y rememorar su nombre y su práctica revolucionaria de la mano de la teología de la liberación es necesario reflexionar qué se está haciendo ahora en El Salvador, y si las cosas van mal, se tendrá que revisar, otra vez, la historia y aprender como lo hizo Romero el día que decidió defender y luchar por la clase obrera, campesina y por los millones de pobres que habían y hay en el país.

Txanba Payés (pensador, poeta y cantautor salvadoreño exiliado en Euskal Herria)

San Romero de América.

a monseñor Romero en su 30 aniversario de su martirio.

No me ha comido el tiempo mi memoria
ella palpita tal y
como palpita tu nombre en la historia
No he olvidado tu nombre
el que se oye
en algún rincón de aquellas penínsulas
ganadas por los más pequeños.

Esos humildes pies descalzos a
quienes vos San Romero,
les diste existencia.
Esos angelitos anónimos que llevan en
sus venas la historia de tus palabras
que profetizan o no
el fin de un tiempo marcado por el mal.

Hoy San Romero de América
sigue oyéndose tu voz a pesar de tanta ausencia
y un millón de golondrinas
que vuelan alrededor de
una hoguera nocturnal como
queriendo recibir tu llegada a las
puertas de otro invierno que se acerca para
mojarnos las venas que abiertas palpitan
en las manos de millones de campesinos y obreros
que siguen teniendo en voz, la vos de los sin voz.

miércoles, 10 de marzo de 2010

¿Por qué ha permanecido tanto tiempo en el aire la Vecindad del Chavo?


Para tratar de responder a la interrogante que me anima a estrenarme en la compleja tarea del articulismo de opinión, es necesario devolverse en el tiempo hasta principios de la década de los setenta. Para entonces en el país azteca el productor y actor Roberto Gómez Bolaños creó la serie televisiva conocida como "El Chavo del 8".

El nombre de la serie no identifica al niño pobre y huérfano residente en una vecindad mexicana, supuestamente en la casa marcada con el número ocho. Tal denominación se hizo en alusión al canal ocho de la televisión mexicana, el cual transmitió los primeros capítulos.

Aunque su creador en un principio concibió el programa para un público adulto, captó rápidamente y con una audiencia exitosa al público infantil, debiendo redirigirlo hacia los niños.

Cierto sector de nuestra sociedad defiende el contenido de los guiones que conforman las tramas, bajo argumentos tales como que se trata de un programa de humor sano y fresco, cuyas virtudes son entretener a personas de todas las edades, reunir a niños y adultos logrando concentrar valores de comunicación, convivencia, unidad, diversión y buen humor. Además, afirman estar en presencia de una sátira de nuestra realidad social y como tal no oculta a ésta, porque ocultar la realidad no es precisamente lo más correcto; la verdad no puede tergiversarse y la realidad de la vida es inocultable.

Respetando sus argumentos, les podríamos preguntar a los defensores del Chavo del 8, si son capaces de entender que un programa de este tipo legitima estereotipos, haciendo ver las conductas negativas proyectadas por sus personajes como normales, y máximo a los niños quienes son muchos más permeables a los mensajes negativos.

Vi el programa por primera vez cuando tendría yo por sobre los veinte años de edad, percatándome enseguida de las cualidades negativas proyectadas por el personaje de Quico. Todo lleno de envidia y egoísmo. La mala educación brindada por su madre , Doña Florinda, cuando le inculca a llamar chusma a los demás miembros de la vecindad, lo lleva a ser un niño mimado, manipulador y elitesco. Con ello se inocula a nuestros niños la mala educación y con ella la ideología de la alienación y división social.

Qué decir de Don Ramón. Genuino representante del pícaro, estafador y holgazán. Jamás paga el alquiler del departamento arrendado al señor Barriga.

El señor Barriga es la exaltación al capitalismo. Como dueño de la vecindad es quien cobra las rentas a todos sus inquilinos. Siempre se burlan de él por ser gordo y es constantemente golpeado por tener dicho problema. Mantiene en constante acoso y amenazas a Don Ramón.

Otro personaje, digno de lástima es el profesor Girafales. Se burlan de su altura prácticamente en cada aparición, sobre todo cuando intenta educar a un grupo de niños inadaptados que no le prestan atención.

Doña Clotilde viene a ser el vivo ejemplo de la burla a la ancianidad. Todos sus vecinos la tratan de bruja y la maltratan física y verbalmente.

Por último, tenemos al personaje central de la serie, el Chavo del 8. Es un niño de ocho años, huérfano. Viste miserablemente y siempre tiene hambre. Es tenido por tonto por los demás aunque en ocasiones da muestras de inusitada inteligencia. En realidad mediante este personaje se ejerce una represión disfrazada sobre la marginalidad: El Chavo siempre es el culpable de todo cuanto sucede. Le pega Don Ramón y se burlan de él y lo maltratan tanto la Chilindrina como el mismo Quico.

En conclusión, el Chavo del 8, como tanto otros, es un programa de mala calidad trasmitidos no sólo en Venezuela, sino también en la mayoría de los países latinoamericanos. Su enraizamiento durante casi cuarenta años dentro del "Mago de la Cara de Vidrio", como llamó el escritor venezolano Eduardo Liendo al televisor, sin duda alguna se debe a la influencia ejercida por un medio masivo e invasivo como es la televisión, sobre la población venezolana, afectando mayormente a los niños.

Todo lo anterior permite deducir la habilidad del capitalismo para utilizar muy bien como instrumentos de alienación mental este tipo de producciones. Con ellas la ideología capitalista actúa subrepticiamente pero muy segura sobre la psiquis de los espectadores. El pueblo es embelesado con sus tramas, haciéndolo perder su propia identidad nacional, reforzando la división social y el racismo. En fin, se aminora la capacidad de razonar del venezolano para decidir sobre lo que más le conviene como sociedad.

¿Cómo salimos los venezolanos de un niño tan dañino como "El Chavo del 8"?

En la época del Ciberespacio la solución no estaría en la prohibición a los jóvenes de no ver la serie. Generalmente los padres trabajan, resultándole difícil controlar los programas observados por sus hijos. La experiencia indica que se valdrían de muchos recursos para verla.

La solución ideal debería estar en manos de las instituciones a quienes compete aplicar las leyes que rigen la materia. Con la aplicación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, en alguna medida se puede regular el contenido violento de los guiones, pero sobre todo el lenguaje utilizado.

Otras medidas coadyuvantes serían Importar menos enlatados, incentivar la producción nacional audiovisual dentro del contexto de nuestra propia idiosincrasia y realidad, a través de programas realmente educativos. Pero fundamentalmente, debemos volver a nuestras raíces familiares: promover en nuestros hijos la lectura, valores positivos, retomar las conversaciones entre padres e hijos, entre nietos y abuelos.

Esa es la tarea que debemos emprender ¿Qué esperamos para ello?

Carlos Yépez

cayepez@gmail.com

Aldea Universitaria "José Agustín Marquiegui"

Parroquia Caricuao


lunes, 1 de marzo de 2010

EL HUMOR DEL VENEZOLANO

Expresa el famoso Woody Allen que la esencia del humor judío es reír para no llorar.

Esa parece ser una teoría que resulta eficaz no solo para el judío sino también para el venezolano ya que vemos como se ha convertido en su rasgo distintivo. Cayendo en innumerables oportunidades en un humor negro creando chistes y comentarios jocosos relacionados hasta con la más triste realidad, destruyendo la visión del venezolano solidario por la del venezolano bromista.

Es así, como hoy día el humor se considera una característica y una herramienta determinante en las relaciones personales y laborales. Produciendo insistentemente en el venezolano el hábito de reír para no llorar y entre risas y carcajadas olvidamos ligeramente las tragedias, miserias nuestras, de hermanos, de vecinos, del país entero y países fraternos. Vemos también como las más elevadas coyunturas vividas en el país son referencias obligatorias para el humor negro, blanco o gráfico.

Todo esto me lleva a pensar, ¿Debemos cumplir la función social para reducir tensiones y conflictos por encima de las tragedias?

El humor del venezolano, digno del trópico, es divertido, animado, surrealista. Muchas veces inconsciente cuando fuera de todo contexto vemos humoristas haciendo burla sobre los efectos que provoca en fenómeno "El Niño" en nuestro país. Rememorando historias sobre que esto no es más que un ciclo vital del universo. Sequías, inundaciones, eras de hielo y deshielo han ocurrido durante siglos y la vida continua. Si bien esto tiene connotaciones reales no por ello debemos vivir la vida loca y despilfarrar los recursos que nos quedan.

Sigamos siendo alegres y jocosos haciendo catarsis y soltando con dulzura lo que son verdades amargas. Pero no olvidemos e ignoremos los escenarios, respetando el dolor y celebrando los júbilos. Riamos para drenar tensiones, para amar y ser felices. En los funerales enaltezcamos y elogiemos la vida de quien acaba de partir y no celebremos la muerte. Seamos felices y no usemos el humor como el mecanismo de defensa más maduro que tienen las personas.

Como decía Freud si no como vía alterna para decirle al mundo que disfrutamos, agradecemos y bendecimos la vida para que Dios al recibirnos en su reino no solo se pregunte: ¿En qué se pareció este hombre a las medias? En que sólo sirvió para meter la pata.

Lumaryuri Cuicas Colina

lumaryuricuicas@hotmail.com

Estudios Jurídicos

Aldea Universitaria "José Agustín Marquiegui"

Parroquia Caricuao