domingo, 30 de diciembre de 2007

Bolívar Fuerte


El gobierno nacional debe desarrollar diariamente y en cadena nacional una intensa campaña educativa con la intención de disminuir el nerviosismo que generará en la ciudadanía la decisión de eliminarle los tres ceros a nuestra moneda.
Como es natural reaccionamos ante cualquier medida que pueda afectar nuestros bolsillos o nuestras propiedades, y aunque este no es el caso, porque con esta medida lo que se busca es actualizar y agilizar las transacciones monetarias.
Pero conociendo muy bien a nuestra irracional oposición política, la cual utilizará ejemplos de otras realidades económicas, buscará y rebuscará a todo de tipo "expertos", recurrirá a todas las formulas matemáticas habidas y apelará a los diferentes medios de comunicación para objetar, banalizar y desprestigiar esta decisión económica, se justifica de esta manera toda medida comunicacional que aclare el panorama que viviremos en, por lo menos, los próximos dieciocho meses.
La campaña educativa debe estar dirigida fundamentalmente a los niños y adolescentes, por ser estos los sectores de la población más adaptables a los cambios y convertirlos en facilitadores para el sector adulto de como se hará la convertibilidad y de como será y se manejará el fraccionamiento de la nueva moneda.
La responsabilidad que recaerá en nuestros niños y adolescentes se hará confiando, además de su juventud, en el grado de madurez con la que se desenvuelve.
La superación con éxito de esta coyuntura económica demostrará, una vez más, la capacidad de liderazgo con el cual cuenta nuestro proceso revolucionario y la prudencia y sensatez que ha adquirido nuestro pueblo a la hora de enfrentar cualquier circunstancia que se le presente.

Noel Martello
snoels@gmail.com

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Hallaca Venezolana

Crónica Roja

La evolución social trajo como consecuencia que también evolucionaran los medios de comunicación por la misma necesidad del humano de comunicarse en un mundo cada día más complejo; complejidad reflejada por las distancias, diferentes idiomas, diversas actividades, nuevas tecnologías, etc., etc., nuestra Constitución consagra esta necesidad en el articulo N°. 58

Los medios crearon diferentes secciones y los periodistas se especializaron para el tratamiento del hecho noticioso y es por eso que vemos u oímos espacios dedicados al deporte, a la política, a la cultura, casos policiales, etc. y también han surgido medios especializados en una actividad concreta y hoy se cuenta con medios dedicados exclusivamente, por ejemplo, a la cocina, finanzas y cualquier actividad que pueda generar el interés de la gente.

Como la intención de cada medio es lograr la mayor penetración y permanencia en el seno de la colectividad sus propietarios descubrieron que podían explotar el morbo popular mediante la crónica policial o crónica roja y de esta derivó la denominada prensa sensacionalista o amarillista.

En Venezuela los diferentes medios de comunicación pertenecientes al Estado se han cuidado de no reseñar los hechos que urgen la intervención de los cuerpos policiales y solo lo han hecho cuando han caído abatidos dirigentes revolucionarios.

Pero ¿Pero este silencio de los medios oficiales es justificable para todos los casos policiales?

Mi pregunta es por la siguiente situación, y me voy de "tubazo" pues ningún medio público o privado lo ha tomado en cuenta, en los últimos días la Escuela Técnica Robinsoniana Rafael Vegas, mejor conocida como La Técnica del Oeste ha sido víctima del hurto de equipos pedagógicos de última generación cuyo costo alcanza a miles de millones en billetes verdes o mejor dicho en miles de millones de euros ya que este instrumental es producto del Convenio España – Venezuela -BID y lo mas grave, se han puesto en peligro las vidas de alumnos, profesores y trabajadores al ser lanzados y explotados petardos de alta potencia. al interior de esta institución

Se hace necesario que la colectividad conozca esta situación pues se está destruyendo un patrimonio público, se limita la actuación de los cuerpos policiales al no recibir el apoyo de la población, se desestimula la participación del pueblo en la proyectada policía vecinal y, además, con esta anarquía en el sector se retrasa la creación de la Universidad de Catia, del Oeste o como se vaya a llamar.

Noel Martello

snoels@mail.com

lunes, 10 de diciembre de 2007

Breve catálogo de la alienación proletaria

En la empresa donde trabajo había jolgorio el lunes. La jornada, previsiblemente, fue una tortura. Yo estaba preparado psicológicamente para ver a los vicepresidentes y altos mandamases saludándose como si fueran peloteros y acabaran de conectar un jonrón con tres en base. Eso me fastidió la paciencia pero bastó subirle el volumen al Ipod para obviar el asunto.

Lo que sí me resultó intolerable, patético, deprimente, indignante y todos los demás calificativos que quepan, fueron las celebraciones de oficinistas, mensajeros, señoras de la limpieza, obreros y choferes de camión. Si el resultado del referéndum me colocó al borde de las lágrimas, aquellas expresiones tan brutales de alienación proletaria me colocaron al borde del vómito, dispense usted la fea imagen.

Entre quienes celebraban la presunta victoria del derecho a la propiedad privada conté al menos veinte que han comprado apartamentos y automóviles en los últimos años, gracias a la eliminación de los créditos indexados y cuotas balón que aplicaba la banca ladrona.

La señora Carlina, por ejemplo, vivió alquilada durante los 40 años anteriores a 2005. Bajo los gobiernos de AD, COPEI y sus derivados nunca fue propietaria de un carrizo. Vino a saber lo que es un techo propio bajo el “rrrrégimen” chavista. Pero, por alguna razón, Carlina está convencida de que es al revés la cosa: la derecha quiere darle y la izquierda quiere quitarle. Vea usted.

Entre los celebradores estaban también “los sindicalistas de la empresa” (comillas y posesivo escritos sin mala fe, lo juro). En rigor podía decirse que trabajadores y dirigentes festejaban porque seguirían chambeando ocho horas diarias, en lugar de las seis que pretendía imponerles el dictador. ¿Quién dijo que no somos japoneses?

Salí de aquel ambiente de absurdas contradicciones. Bajé al quiosco y noté que unos cuantos vendedores informales también estaban celebrando el resultado del referéndum. Me pareció ya el colmo. No sólo porque con el voto negativo cerraron la posibilidad de un sistema de seguridad social para ellos mismos. También porque me basta recordar cómo trataban los a los buhoneros los defensores de la propiedad privada que gobernaron antes de Chávez.

Se acercó un señor obviamente partidario del Sí, pues todos comenzaron a chalequearlo al unísono.

La joven que vende pastelitos se ufanaba de haber lanzado los primeros cohetes de la Navidad, mientras “se tripeaba” la celebración por Globovisión. “¿Vieron a Leopoldo López? ¡qué bellos se veían él y la esposa, estaban tan contentos!”, dijo la chica, guiñándole un ojo al chavista derrotado.

Y ese caballero me dio la única satisfacción de un día particularmente atorrante, cuando la miró por encima de sus lentecitos de presbicia y le dijo: “¿Ah, es bello Leopoldo… y tú por qué no te vas entonces a vender tus pastelitos a la Plaza Altamira?”.

La aludida sólo alcanzó a hacerle una mueca de labios fruncidos y decirle, antes de abandonar la tertulia: “Tú si eres necio, chavista tenías que ser”.

El hombre, qué obviamente estaba harto de tanto escarnio, le gritó: “…Porque sabes que te mandan la policía para que te queme ese culo”.

Luego me miró a mí por sobre los lentes y sentenció: “Esa gente no quiere nada con buhoneros, maestro, ni siquiera con los pendejos que piensan como si fueran dueños de un Makro”.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

martes, 20 de noviembre de 2007

lunes, 19 de noviembre de 2007

Son unos tremendos borbones

Son unos tremendos borbones
José Pilar Torres

(Artículo publicado originalmente en Todosadentro, sábado 17 de noviembre de 2007)
Puedo entender que algunos españoles sean monárquicos. Después de todo, la monarquía es una institución de ese país que sigue existiendo a pesar del paso de los siglos. Por algo será.

Tampoco me sorprende que la oligarquía venezolana sea realista (en su acepción de partidarios del rey, no en su significado de apegados a la realidad). Siempre lo han sido y siempre lo serán. Ellos, en rigor, hubiesen preferido que nunca nos hubiésemos liberado de España y que siguiéramos siendo súbditos del su majestad.

Lo que sí me sorprende es la forma cómo los avatares de los días hacen que esta gente –la derecha venezolana- se contradiga.

Por ejemplo, conozco a un par de tipos que hace apenas algunos años llegaron al extremo antimonárquico y antiderecha de apoyar las acciones de la ETA, a pesar de que con frecuencia eran tripas de inocentes las que quedaban regadas en las calles con sus atentados. Se trataba, desde luego, de sujetos de izquierda, muchachos que se reunían a oír canciones de la Nueva Trova y a denigrar de las pobres víctimas de la industria cultural, esas señoras descerebradas que se divertían leyendo la revista Hola en las salas de espera de los dentistas.

Bueno, pues ahora usted revisa las filas de la contrarrevolución y se encontrará con un montón de estos personajes, antiguos republicanos opuestos al “franquismo después de Franco” que encarnaba el rey Juan Carlos I. Y los encontrará defendiendo al monarca con un empeño que podría hacer suponer que por las venas de estas personas corre, en verdad, sangre azul.

Pero en el punto donde más se les pegan los cables a los neomonárquicos venezolanos es en que su defensa de don Juan Carlos choca diametralmente con sus prédicas contra la reforma constitucional. “Aquí no nos calamos monarcas”, decía una de las pancartas en la más reciente marcha opositora. Quien la portaba, una señora de El Cafetal, mostró orgullosa su mensaje a una cámara de televisión cuando dijo que Chávez pretendía perpetuarse en el poder como un reyezuelo.

Después del incidente de Chávez con Juan Carlos I, la oposición ajustó su mensaje. Los monarcas sí les gustan, especialmente cuando mandan a callar al teniente coronel de sus tormentos. Los que no les gustan son los plebeyos que quieren coronarse, aunque cuenten para ello con el apoyo popular.

Lo más patético de la reacción de los partidarios del Realismo del Siglo XXI ha sido la actitud de “¡qué pena con ese señor!” que han asumido ante los acontecimientos de Santiago de Chile. Una periodista casi lloraba el domingo en la mañana diciendo que Chávez nos había avergonzado ante el mundo entero.

Y `pensar que la primera vez que oí decir la frase “los borbones ni olvidan ni aprenden” fue en un texto de Teodoro Petkoff. Se refería a la “izquierda borbónica”, apelativo con el que calificó a los marxistas que no habían hecho lo que él: pasarse a la derecha.

Ahora hemos visto a toda la dirigencia escuálida –indios malincheros incluidos- defendiendo al emblema viviente de estas testas coronadas. No queda duda: son unos borbones en toda la extensión de la palabra.
torrepilar@hotmail.com

domingo, 18 de noviembre de 2007

lunes, 12 de noviembre de 2007

martes, 6 de noviembre de 2007

Celebrado cumpleaños de "El Tiempo de Caricuao"

El pasado sábado 3 de noviembre, en un ambiente de cordialidad y camaradería con otros representantes de medios alternativos, fue celebrado un año más de existencia del periódico vocero de la parroquia Caricuao "El Tiempo de Caricuao"

Son ocho años de duro bregar por las reivindicaciones sociales de esta combativa parroquia y ocho años de lucha por consolidar el proceso revolucionario que se desarrolla en la República Bolivariana de Venezuela.

domingo, 4 de noviembre de 2007

viernes, 13 de julio de 2007

La Feria de la Hortaliza




El Comité de Salud de los bloque 8, 9, 10,11 y 12 del Sector UD-7 de la Urbanización Ruiz Pineda, conjuntamente el Consejo Comunal "Los Caciques", puso en funcionamiento hoy el "Mercado de la Hortaliza" y el cual funcionará cada viernes frente al Colegio Bolivariano Ciudad Cuatricentenaria"


Frutero
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Esta iniciativa popular busca combatir la especulación mediante la venta de los diferentes rublos vegetales a precios solidarios y de esta manera permitir a todos los vecinos adquirir estos alimentos tan necesarios en la dieta diaria.

Los vegetales puestos a la venta se caracterizaron por su frescura pues fueron traídos directamente de los centros de producción al nuevo mercado y se observó a las diez de la mañana, y sin hacer ningún despliegue publicitario, que la mercancía se había agotado.

viernes, 6 de julio de 2007

Libertad Velasco



Discurso pronunciado por la joven estudiante Libertad Velasco en la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela en ocasión de celebrarse los 196° aniversario de la firma del Acta de la Independencia.


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sábado, 5 de mayo de 2007

Dura Faena

El presidente Chávez como se dice coloquialmente, se fajó como los buenos en las elecciones para el referéndum del año 2.004 y en las elecciones presidenciales de diciembre de 2.006. Este gran esfuerzo lo vio recompensado con dos grandes y contundentes victorias.

Hago referencia a estos dos grandes eventos motivado a la situación que se vive en el país en ocasión de la no renovación de la concesión para trasmitir en señal abierta a la empresa RCTV, no es cierre y aprovecho para relatarles dos situaciones:

La primera es de una encuesta que realicé en un instituto universitario público donde imparto clase en la cual los porcentajes de repuestas fueron los siguientes: el 75% contestó que no estaba de acuerdo con la medida y esgrimió los mismos argumentos del canal en cuestión; el 12,5% dijo que si estaba de acuerdo con el cierre, aquí hay que destacar que ese grupo a pesar de contestar afirmativamente cae en la manipulación del supuesto cierre; el porcentaje restante (12,5%) respondió que no opinaba porque esto era pura política, este conglomerado lo podríamos denominar los pate e` rolo y que no han entendido que cuando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dice que somos un estado democrático y participativo no está diciendo que todos los venezolanos somos políticos.

La segunda situación se refiere a un dialogo que mantuve con un familiar, venida del interior y chavista, cuando me preguntó ¿Qué cosa tan dañina hizo ese canal para que lo "cierren? y le respondí con una pregunta ¿Cuánto daño le ha ocasionado a la sociedad venezolana, y sin meter el asunto político, ese canal con la trasmisión de sus telenovelas? y me respondió que mas culpable era quien las veía. Se demuestra asi el poder de manipulación de los medios de comunicación y como influyen para que la gente olvide tan rápidamente.

Lo referido anteriormente no tiene ninguna base científica para considerar que es una muestra valedera, pero me atrevo a asegurar que si la renovación de la concesión a RCTV dependiera de un referéndum consultivo el Comandante tendría que desplegar el mismo esfuerzo que hizo para ganar las dos últimas contiendas electorales en las cuales estuvo involucrado ó quien sabe si el esfuerzo hubiera sido mayor para librarnos de esos representantes de la burguesía golpista.

Noel Martello
snoels@gmail.com

sábado, 7 de abril de 2007

Jesucristo ateo

¿Qué pasó, aquel día sábado? Nada. No pasó estrictamente nada. El condenado había sido ejecutado el día anterior, y todo volvía a la paz. Su mamá y sus pocos amigos, aterrorizados, ahogaban el dolor. Normal: ¿qué iba a pasar si la Policía daba la orden de buscarlos a ellos también?... Llanto sin voz. Silencio. Nadie iba a defender al reo. ¿Quién se reclamaría de un pata’nel suelo en su conflicto con el poder? Además, era bien claro: ni Dios mismo lo había defendido. El grito casi último del condenado lo había puesto de manifiesto: parecía haber perdido toda ilusión."Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Él había dedicado varios años en hablar apasionadamente de la presencia y el amor de aquel que él nombraba su padre, pero los últimos momentos ponían aparentemente de relieve la falsedad de esa bella ilusión. ¿Dios? Desconocido. Ausente. ¡Dios no existe! Pobre hombre, pobre piltrafa humana. ¡Inocente! ¿Qué te has creído?...Es precioso como una gema, ese sábado sin Dios. Denuncia la docta insensatez de tantos clérigos, de todas las religiones, que vacían sobre Dios sus palabras huecas. Ellos lo nombran, triunfalistas, y piensan llevarlo así, arrastrándolo por la chivita, al templo de ellos, a su mezquita, sinagoga o vaticano. Mientras que el Dios verdadero es, dice el profeta, un Dios callado, escondido. Pregúntenlo, si no, a la viuda Inocencia (así es su bonito nombre), en el barrio San José. Ella ha portado al nieto en brazos amorosos, abiertos como en oración, durante veintidós años. Pero Dios no ha hecho nada para impedir que lo mataran vilmente, la semana pasada, en la cárcel de Yare. Pregúntenlo también a Carlina, que ha visto deshacerse en una lenta y mortal enfermedad al esposo, y padre amado de sus dos niñitas. Pregúntenlo a los padres de Ángel Gabriel, ese angelito que falleció, después de una agonía de cuatro días, atrapado en una lluvia de balas asesinas en el barrio 19 de abril. Pregúntenlo a...El Cristo desfigurado del viernes santo, el Cristo mudo del sábado santo: es el silencioso e inmenso compañero de camino de todos los hombres y mujeres que lloran, desesperan, o escrutan, aparentemente en vano, la alborada de la Vida.

Bruno Renaud Sacerdote de Petare

miércoles, 21 de marzo de 2007

Teodoro "El Doroteo" escapó de Bruselas en los brazos de Morfeo

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro del 17-03-07)

El que Teodoro Petkoff se haya quedado dormido en Bruselas, mientras denunciaba las atrocidades del “rrrrrégimen”, es el colmo del ridículo. Es la demostración más dramática de la precariedad en la que está sumida una oposición que no se conforma con fracasar sino que se empeña en poner la cómica.

Uno espera que ese tipo de cosas le ocurran a sujetos con costumbre de pasar la noche libando caldos escoceses, como ese señor cuyo paradójico segundo apellido es Paz y siempre está llamando a la guerra; o a viejitos decrépitos como don Pimpoyo, que ya deberían estar dormitando en una mecedora, acariciando tataranietos. Pero no al eternamente joven, abstemio, enérgico, desafiante y retrechero Teodoro.

Me dice un amigo, experto en viajes internacionales, que el jet lag puede echarle una broma a cualquiera, incluso a los más jóvenes y entrenados ejecutivos, razón por la cual recomienda no hacer leña del árbol dormido (no se puede decir “caído” porque, en rigor, no cayó, sino que se apoltronó suavemente en la silla hasta que se le oyó roncar).

Sin embargo, no se puede dejar de pensar en que si uno anda por el mundo advirtiendo acerca de los enormes peligros que corre la democracia de su pobre país, lo mínimo que se espera es que tenga suficiente adrenalina en el torrente sanguíneo como para no ponerse a echar una siesta en medio de la audiencia.

En descargo del Teo Durmiente podría decirse que se ya tiene razones más que suficientes para estar cansado de tanto repetir sus letanías en esos templos de la democracia internacional donde los señores del Primer Mundo asumen la actitud de quien oye llover.

No es fácil que uno esté haciendo una acusación tan grave sobre el temible dictador tropical que nos oprime y los eurodiputados comiencen a traficar papelitos acerca de dónde será su próxima cena diplomática o el partido de golf que quedó pendiente. Es psicológicamente explicable que alguien en tales circunstancias pueda sufrir un ataque de narcolepsia.

Las malas lenguas dicen que Petkoff está acostumbrado a que los auditorios aprueben automáticamente todo lo que él dice y por eso cuando se encontró con algunas resistencias en el foro europeo optó por el escapismo en los brazos de Morfeo.

Un periodista amigo me aporta un dato técnico: la gente que trabaja en los diarios vespertinos sufre trastornos del sueño porque esos periódicos cierran la edición temprano en la mañana. “No me extraña que le ataque el sueño de manera repentina, eso me pasaba a mí cuando trabajaba en el turno de las cuatro de la mañana”, comentó.

Desde detrás de la barra de La Candelaria, mi mesonero-analista favorito, dice que no hay que darle demasiadas vueltas, que lo de Teodoro es una cuestión netamente fisiológica. “Ta’ viejo, chico, ta’ viejito y los viejitos se quedan dormidos en cualquier parte –dice-. Pa’ llá vamos todos, no se burlen”.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

miércoles, 14 de marzo de 2007

Bolívar Fuerte

El gobierno nacional debe desarrollar diariamente y en cadena nacional una intensa campaña educativa con la intención de disminuir el nerviosismo que generará en la ciudadanía la decisión de eliminarle los tres ceros a nuestra moneda.
Como es natural reaccionamos ante cualquier medida que pueda afectar nuestros bolsillos o nuestras propiedades, y aunque este no es el caso, porque con esta medida lo que se busca es actualizar y agilizar las transacciones monetarias.
Pero conociendo muy bien a nuestra irracional oposición política, la cual utilizará ejemplos de otras realidades económicas, buscará y rebuscará a todo de tipo "expertos", recurrirá a todas las formulas matemáticas habidas y apelará a los diferentes medios de comunicación para objetar, banalizar y desprestigiar esta decisión económica, se justifica de esta manera toda medida comunicacional que aclare el panorama que viviremos en, por lo menos, los próximos dieciocho meses.
La campaña educativa debe estar dirigida fundamentalmente a los niños y adolescentes, por ser estos los sectores de la población más adaptables a los cambios y convertirlos en facilitadores para el sector adulto de como se hará la convertibilidad y de como será y se manejará el fraccionamiento de la nueva moneda.
La responsabilidad que recaerá en nuestros niños y adolescentes se hará confiando, además de su juventud, en el grado de madurez con la que se desenvuelve.
La superación con éxito de esta coyuntura económica demostrará, una vez más, la capacidad de liderazgo con el cual cuenta nuestro proceso revolucionario y la prudencia y sensatez que ha adquirido nuestro pueblo a la hora de enfrentar cualquier circunstancia que se le presente.
Noel Martello

Líderes de la oposición dicen: “nosotros y que éramos otros”

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro, Sábado 10-03-07)

Las cosas de la oposición me hacen recordar mis tiempos de niño: cuando en medio de un juego con mis amiguitos Ricardo y Toño, alguno de nosotros quedaba “muerto”, siempre tenía el recurso de decir “Taima, ahora yo y que era otro”.

Así -pero sin el maravilloso salvoconducto de la infancia- son estos señores. Ellos siempre se están reinventando y jugando a que ahora y que son otros. Pero, claro, siguen siendo siempre los mismos.

La más reciente transformación de los “bacalaos” (diría Nolia) en una versión refocilada de sí mismos, ocurrió el sábado de la semana pasada, cuando el partido Un Nuevo Tiempo lanzó el grito mágico: “¡Taima, nosotros y que éramos otros!”.

Escuché con suma atención el discurso del “nuevo” Manuel Rosales, quien dijo que al pueblo le están dando burusas y que el tipo (o sea, Chávez) es un autoritario y que el país saldrá adelante cuando se distribuyan tarjetas Mi Negra. “Un momento, chamo –habríamos dicho en los tiempos de mis juegos infantiles-. Tú dijiste que y que eras otro, pero estás siendo el mismo que ya está muerto. Así no se vale”.

Claro, sobrará quien diga que Rosales no tiene por qué cambiar mucho, pues es el dueño del balón y, por lo tanto –otra regla de la carricitocracia- sin él habría que ponerse a jugar algo que no requiera pelota, por ejemplo, la ere paralizada. Concedido, pero ¿qué me dicen del tren directivo del “Nuevo Un Nuevo Tiempo”? Omar Barboza, Alfonso Marquina, Gerardo Blyde, Leopoldo López, William Ojeda, Enrique Ochoa Antich… No sé por qué pero tengo la impresión de que esas barajitas salieron todas repetidas. Si estuviera en los años 60 o 70, las llevaría a la escuela para cambiarlas aunque dudo que pudiera encontrar un compañero tan tonto que las aceptara.

El acto de relanzamiento del partido de Rosales fue también una demostración de la tendencia opositora a repetir las mismas rutinas haciendo ver que son innovaciones modernísimas. Un hotel capitalino -como dice el lugar común tan del gusto de periodistas políticos- fue el escenario de esta obra ya bastante vista en la que el líder -bien enfocado por la cámara de Globovisión- perora delante de una legión de generales sin tropa sentaditos como telón de fondo. ¿Alguna diferencia con las proclamas de la inefable Coordinadora Democrática o con las ruedas de prensa de la coalición rosalista de 2006? No, ninguna, pero, desde luego, “ellos y que eran otros”.

En cuanto al público asistente a estos encuentros de la novísima plataforma unitaria opositora también se parece mucho al de siempre. Señoras que al oír que se menciona al Presidente ponen la cara de doña Florinda cuando dice: “¡Ven acá, tesoro, no te juntes con esa chusma!” (Entiendan, El Chavo fue importante en mi infancia) y caballeros con actitud de gerentes triunfadores circunstancialmente atrapados en esta burbuja de barbarie. Igualitos, pues, a los que tocaban cacerolas en 2002. Pero ellos “y que eran otros”.

José Pilar Torres torepilar@hotmail.com

jueves, 8 de marzo de 2007

Mucho humor, poco público y casi nada de humildad, Laureano

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro del 03-03-07)

Gracias a mi personalidad secreta me acerqué hasta Parque Carabobo el viernes de la semana pasada. Suponía que iba a ver a centenares de personas clamando por la libertad de expresión y exigiendo la revisión de la sentencia judicial que ha obligado al vespertino Tal Cual y al humorista Laureano Márquez a pagar una multa.

Lo primero que debo decir es que para quienes organizaron la protesta, la cantidad de manifestantes que acudió era como para borrarle la sonrisa a la Mona Lisa. Una agencia de noticias dijo que había 300 personas pero me temo que los muy echadores de broma contaron a los muchachos que juegan basket en la cancha ubicada al fondo, a los lateros que dormitan en los bancos de la plaza y hasta a los alumnos del liceo Andrés Bello que se jubilan de clase. Si hubiese habido al menos 100 cuerpos presentes, de seguro habrían trancado el tráfico de la avenida México, pero ni eso. En honor a la verdad – lo juro- no había más de 50 personas.

Lo más gracioso del asunto es que cuando a Laureano lo halaban los periodistas para que declarara “en vivo y en directo” para alguna televisora o emisora radial, él se lanzaba con una declaración memorizada en la que decía, palabras más, palabras menos que “este es un mensaje claro para quienes pretenden callarnos”.

Yo lo veía allí, sudando bajo el sol caraqueño del mediodía, con tan poquito público y me preguntaba ¿para quién dice Laureano que es el mensaje claro?

Luego hice un recorrido para detallar a los asistentes. El primer aspecto notorio era la ausencia de sangre nueva. En una profesión rebosante de chamas y chamos como es el Periodismo, lo que estaba en aquel lugar parecía producto de una fuga masiva del museo antropológico de la Prensa. Para no herir a las damas, baste decir que estaban Adolfo Herrera y Alexis Márquez Rodríguez. ¡Viva la juventud!

Lo otro digno de mencionar fue la participación de personajes de la picaresca política como Américo Martín, a quien algunos fregadores de la paciencia llaman “Norteamérico”. Que alguien me diga qué clase de humorista aceptaría en una manifestación a favor suyo a semejante concentrado de amargura con patas.

Sobre el organizador del acto, el secretario general del Sindicato de la Prensa, Gregorio Salazar, mejor no digo nada. Total, estamos hablando de personajes humorísticos, pero en ese renglón no se incluyen los que se han transmutado en una caricatura de sí mismos.

El momento cumbre fue –que duda cabe- cuando Laureano se equiparó con Job Pim y Aníbal Nazoa, humoristas perseguidos por gobiernos dictatoriales o democráticos sólo en apariencia. Les confieso que en ese momento el ex radiorrochelero me hizo reír a mandíbula batiente, al punto de que tuve que retirarme del lugar.

Que agradezca Laureano que, por ahora, no se aplican multas a la falta de humildad porque si lo hicieran, de seguro le clavan otros 200 millones.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

martes, 27 de febrero de 2007

Homenaje a D’Abuisson ¡Otra canallada más!

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro, del sábado 24 de febrero de 2007)

En El Salvador se ha prendido un lío porque la derecha recalcitrante y ultramontana (como diría aquel señor Henry Ramos Allup ¿se acuerdan de él, el adeco del copete?) quiere designar “hijo meritísimo de la patria” nada menos que a Roberto D’Abuisson, el genocida que dirigía escuadrones de la muerte y, además, fue autor intelectual del vil asesinato de monseñor Arnulfo Romero.

Leí la denuncia hecha por un conglomerado de organizaciones de defensa de los derechos humanos y me sentí obligado a dedicar este rincón opinático al tema, aunque parezca una digresión. A pesar de que puede lucir como un asunto interno de los salvadoreños, no lo es. Se trata de un tema de la dignidad latinoamericana, de una parte de la historia de la perenne lucha entre los pueblos y las patéticas élites que se han abrogado la autoridad en nuestros países.

Los que vivimos nuestros años juveniles en la terrible década de los 80 nos sentimos autorizados a alzarnos contra esta clase de infamias ocurridas en otras latitudes porque sabemos –nadie puede meternos cuentos- que la Venezuela de entonces, reaccionaria y lacaya del Imperio a más no poder, tuvo sus manos hundidas en ese charco de sangre inocente que era por entonces casi toda Centroamérica.

En el caso específico de El Salvador, la Historia no absolverá –y esperamos que Dios tampoco- a la clase política que dirigió Venezuela en esa mala hora. Militares venezolanos formados en la ignominiosa Escuela de las Américas y policías con chapa de cuerpos de seguridad criollos y sueldo de la CIA, fueron cómplices de todas las tropelías cometidas por el gobierno del socialcristiano José Napoleón Duarte y por los matones de D’Abuisson.

Conocidísimos personajes del antichavismo de hoy, que se endilgan el honorable título de “ciudadano”, actuaron allá como sicarios internacionales. Ahora andan por ahí dizque defendiendo los derechos humanos de la sociedad civil ante los ataques del “rrrégimen”. ¡Otra canallada más!

Por fortuna, la Conferencia Episcopal de El Salvador no es como la nuestra y alzó su voz para oponerse, junto a muchos otros sectores sociales, al homenaje que pretendían montar los diputados del partido Arena (fundado por D’Abuisson) en el Parlamento. Al conocer la iniciativa, los socialcristianos pretendieron hacer lo mismo con Duarte. El festín de la ruindad estuvo a punto de llevarse a cabo, pero el escándalo lo ha paralizado transitoriamente.

Los grupos de derechos humanos temen que en cualquier momento se reactive el proceso y los dos criminales de la guerra sucia sean elevados a pedestales honoríficos, en cuyo caso, no sería raro que hasta el vernáculo Matacura sea declarado hijo meritísimo de El Salvador.

Y entonces, como cantó Rubén Blades, entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez, veremos al Cristo de palo pegado a la pared.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

miércoles, 14 de febrero de 2007

La larga muerte del Puntofijismo

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro del 10-02-07)

Se equivocan los expertos: Las crisis de organizaciones como Primero Justicia no son un fenómeno nuevo, ni males de juventud sino la misma crisis del Puntofijismo, que aún no ha cesado.

A pesar de que Acción Democrática y Copei, los dos principales componentes del sistema depuesto, hoy son apenas un vago recuerdo en las mentes de adultos contemporáneos pa`rriba, el proceso de degradación de este establecimiento político continúa en desarrollo.

Los hijos que, a duras penas, engendraron las clases políticas dominantes de otros tiempos para garantizar la supervivencia de la especie, han ido sucumbiendo tempranamente a la falla estructural más terrible que puede sufrir una entidad política, la ruptura con los intereses generales. Y la mejor prueba es, justamente, la división de esa excrecencia del copeyanismo decrépito llamada Primero Justicia.

El partido derechista que había hecho furor entre el sifrinaje ha terminado dando un espectáculo lamentable: se ha quebrado en dos pedazos sin que nadie, a ciencia cierta, pueda explicar cuál es la diferencia entre uno y otro.

Antes le había pasado a Proyecto Venezuela, otro subproducto socialcristiano que tuvo su momento estelar con la candidatura del legendario Frijolito I en 1998.

Esta organización, basada en la tesis de lo irresistible que sería para el pueblo ignaro un liderazgo catire, de ojos azules y hereditario, ni siquiera requirió una división. Simplemente languideció entre valencianos delirios de grandeza que galopaban sobre corceles blancos blanquitos.

En cambio la implosión ha sido el destino del partido de los chamos bien, el del Este de Caracas, el de los Altos Mirandinos, el de Lechería, el de los alcaldes que en abril de 2002 esposaron ministros y entraron a embajadas. Los muchachos que supuestamente encarnaban una nueva generación democrática fueron a su primer proceso electoral interno y se dividieron al peor estilo de la vieja AD, dejando a sus militantes con los ojos claros y sin vista, cual magallaneros en el noveno inning del quinto juego de la final.

De acuerdo con esta lógica, la crisis del Puntofijismo proseguirá mientras sus engendros sigan echando lavativas en esta Tierra de Gracia. Me atrevo, incluso, a pronosticar que alguno de estos dramas surgirá también de un momento a otro en el grupo que encabeza el ex candidato presidencial Manuel Rosales, quien por lo pronto intenta sacar provecho del divorcio de Julio y Leopoldo.

Un amigo opositor que de un tiempo para acá se ha dedicado a la ironía, me confesó que sólo imaginarse una nueva candidatura de Rosales (ya con 60 años a cuestas) lo hace ser presa de profundas depresiones. “¡Noo, qué va!, si tengo que enfrentar otra campaña de cantos de ballena y peras al horno, voy a terminar votando por Chávez”, dice.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

martes, 6 de febrero de 2007

Una caterva de forajidos quiere su mesa de diálogo

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro el 03-02-07)

Todo el mundo dice que son chavistas, pero a mí el comportamiento de los buhoneros y los motorizados me resulta de lo más parecido al de la dirigencia de nuestra inefable oposición. Si quieren una prueba, piensen en una gente que comete toda clase de tropelías y desaguisados y cuando la autoridad intenta meterlos en cintura asumen poses de víctimas, claman por democracia, libertad y derechos humanos.

De los buhoneros y su particular visión de la garantía constitucional del trabajo, ya hemos tenido bastantes muestras en las primeras semanas del año. Más recientes son las incursiones reivindicativas de los motorizados, una caterva de forajidos –como muchos de los líderes opositores- que regularmente no reconocen los derechos de ningún conciudadano, ni la autoridad de ningún funcionario. ¿Cómo es que alguien con esas características osa quejarse de algún maltrato y reclamar respeto? No me jorobes.

En días pasados, un enjambre de motorizados manifestó su inconformidad con una medida que prohíbe la circulación de estos vehículos por las autopistas. La disposición aún no era oficial, pero –igual que los opositores- ellos protestan por anticipado. Invocaban el derecho a la libre circulación y su condición de honrados padres de familia para exigir “una mesa de diálogo”.

Esta última expresión –tan escuálida ella- me quedó dando vueltas en la cabeza. Recordé todas las veces que he visto a pandillas de estos bárbaros atacando con cobardía, alevosía y agavillamiento (en grupos de quince o veinte) a un solitario conductor –o peor aún, solitaria conductora- de automóvil, luego de algún estúpido incidente, la mayoría de las veces causado por ellos mismos, por sus abusos e imprudencias. ¿Es que en esos casos que ocurren a diario en las calles de Caracas, con impunidad total –otro rasgo que los asimila al opositor clásico- las hordas de malnacidos que así proceden dejan algún margen para el diálogo?

A mí que no me vengan ya con cuentos. Sé que son producto de años de caos, despelote, desorden y crisis. Sé que son hijos de la anomia social de los 40 años y tal. Aceptado, pero a cuenta de los traumas que estos seres han sufrido en sus duras vidas, toda la sociedad no tiene que verse obligada a tolerar indefinidamente conductas a todas luces delictivas, irrespeto a las normas de convivencia ciudadana y actos de barbarie que nunca reciben castigo, como si se tratase de golpistas preñados de buenas intenciones.

Es malo generalizar, pero –igual que ocurre con la dirigencia opositora- resulta inevitable juzgar al conjunto de este gremio por la conducta de la cáfila de facinerosos que cada día hacen de Caracas una ciudad más anárquica y bizarra. Los líderes de semejante manada de bestias deberían comenzar por exigirles a todos que aprendan a comportarse como “padres de familia y honrados trabajadores”. Cuando eso se logre –yo estimo que será hacia el 2021-, podremos montar la fulana mesa de diálogo.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

miércoles, 31 de enero de 2007

Sinfonía tacateña en revolución mayor

Este artículo, por fin, se lo dedico a la señora Filomena

La revolución auténtica está en las pequeñas cosas y puede aparecer, por cierto, en cualquier sitio, incluso en los más encumbrados altares del poder político y en los cotos cerrados de las élites culturales.

En estos días, por ejemplo, me topé con la revolución de las pequeñas cosas oyendo Radio Nacional. En el otrora exclusivo y aristocrático Canal Clásico estaba cantando en vivo Enemecio Sánchez, “El Gabán Tacateño”.

Que los ritmos mirandinos y aragüeños coparan la escena de una frecuencia tradicionalmente reservada a la música “culta” me pareció uno de los síntomas más esperanzadores de que la revolución cultural está en marcha.

Quiero que se entienda bien: no se trata de ir contra los académicos. Nadie vaya a interpretar que estamos proponiendo quemar conservatorios ni desechar por burguesa la genialidad de Bach, Mozart, Beethoven o Vivaldi. Por el contrario, es maravilloso que hasta ahora, en la programación de la 91.1 FM se haya preservado –y hasta mejorado- la difusión de una de las más excelsas expresiones de la divinidad en el género humano. Lo que me parece revolucionario es que de un tiempo a esta parte encontremos allí también, en plan de hermandad con los titanes de la música universal, a los genuinos representantes de los poderes creadores del pueblo.

La iniciativa de este momento revolucionario-musical correspondió al folklorista Capi Donzella, quien se ha empeñado en organizar un encuentro denominado “Vamos a gozar un tuyero”, en las instalaciones de Radio Nacional. Para colmo de gestión cultural participativa y protagónica hubo entrada libre para todos aquellos que quisieron bailar al contagioso ritmo del golpe tuyero.

Unas horas más tarde presencié otro momento revolucionario: decenas de ciudadanas y ciudadanos, hombres y mujeres de diversos estratos sociales, niveles educativos y recursos de oratoria, tomaron la palabra en la sede del Palacio Federal Legislativo, un lugar al que hace apenas unos años, el pueblo sólo podía entrar como público silente y si vestía con ropas domingueras.

Eran los representantes del aún naciente Poder Popular que acudieron a la jornada de Parlamentarismo Social de Calle en la que se analizó el mensaje anual del presidente Chávez al Legislativo y la propuesta de Ley Habilitante. Contrario a lo que muchos vaticinarían, la gente de a pie fue dura y exigente con el Gobierno, lo cual hace todavía más revolucionaria la demostración.

De pronto me sentí bienaventurado por estar presenciando un fenómeno portentoso, el de un pueblo que hace suya la cultura de la participación y se reencuentra con sus raíces. Y aunque soy pésimo en el baile, me provocó calzarme las alpargatas para expresar mi alegría levantando polvo al ritmo del joropo central. Definitivamente, señor Capi, con esta revolución estamos gozando un tuyero.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

lunes, 22 de enero de 2007

Un video escalofriante (y no es el de Sadam)

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro, sábado 20-01-07)

No resulta tan impactante como el de la muerte de Sadam Hussein, pero es un video escalofriante. A su manera, también pone en evidencia un lado singularmente perverso de los seres humanos. Ambos pueden ser vistos en ese invento alucinante llamado Youtube, una especie de galería de todas las imágenes de un mundo devorado por las cámaras.

En el video al que me refiero casi estrangulan a alguien, pero no se trata de ningún dictador castigado por la justicia brutal de un imperio cruel y estúpido, sino de un grupo de estudiantes que estaban recibiendo sus títulos de médicos en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y casi linchan a uno de sus compañeros por haber osado cantarles unas cuantas verdades en el acto de grado.

El joven, llamado Carlos Rodríguez Rojas, no desperdició su discurso en frases hechas ni en lacrimógenas nostalgias sino que fue directo a la yugular de un sistema que sigue formando profesionales alienados, desvinculados del enorme problema social que carga en sus hombros el país.

A estas alturas ya casi todos los lectores de este semanario deben haber visto el video al que me refiero, pero para quienes no lo sepan, Rodríguez Rojas hizo referencia a la falta de compromiso de los nuevos médicos, a la convicción con la que egresan de la universidad de que su éxito profesional se medirá por la camioneta 4x4 que lleguen a manejar.

Las palabras del novel cirujano eran, de suyo, suficientes para despertar un debate interesantísimo. Pero lo más impactante fue la reacción de una parte no determinada de los graduandos, quienes comenzaron a gritar, pitar y hacer toda clase de ruidos para sofocar el mensaje de su compañero. No querían oírlo. Son apenas pichones de médicos pero ya piensan como si tuvieran un consultorio en una clínica de cinco estrellas, con la sala de espera llena de doñitas de clase media alta.

Los gritos de “¡fuera, fuera!” se hicieron más fuertes cuando Rodríguez Rojas comparó la actitud predominante de los médicos venezolanos que, según él, se niegan a atender a un paciente porque tiene los pies sucios, con la conducta de los galenos cubanos que atienden a quien lo necesite, lejos de sus familias, en los sitios más lejanos o peligrosos.

El impactante orador de orden hurgó en la conciencia de sus propios compañeros al señalar que la mayoría de ellos estaban esperando ansiosamente que terminará su pasantía para abandonar el pueblo o campo al que hubiesen sido asignados y, entonces sí, dedicarse a hacer dinero.

En un momento dado la bulla fue tan fuerte que en el video es imposible entender el audio. Por fortuna, en aporrea.org se incluyó la trascripción de unas palabras que, sin duda, se enrollan alrededor del cuello de un sector de la sociedad que –vaya paradoja- mientras más estudia, menos entiende los problemas reales del país.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com

viernes, 19 de enero de 2007

El desplome bursátil visto desde La Pastora

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro del 12-01-07)

Mi vecina la asturiana fue la primera en informarme de que los ADR de la Cantv se habían desplomado. Uno la oye hablando a ella y, de primera impresión puede llegar a creer que es una inversionista de gruesa cartera pero gustos habitacionales excéntricos, pues vive hace 30 años en La Pastora.

Una segunda mirada y ya uno entiende que la señora no hace más que repetir lo que oye.

Para confundirla un poco, grité: “¡Dios mío, se desplomaron! ¿Y fue un atentado? ¿Hay muchos muertos?”. La asturiana se quedó atónita. Me miró con cara de víctima de una cámara escondida y dijo: “Hombre, pero yo tenía entendido que los ADR eran unas acciones de la Cantv que venden allá, en gualestrí”, expresó llena de dudas.

“¡Ah, vecina, pero qué sustos me da usted… yo pensé que habían tumbado la torre de la Cantv de la avenida Libertador!”, riposté, continuando con mi numerito.

“Sí, mire usted que ha bajado tanto de precio que hizo aumentar el riesgo país”, me soltó, ya más confiada, con aire de confidencia.

“¡Vecina, usted como que está estudiando Economía, porque ese tipo de análisis yo se los he oído únicamente a Francisco Faraco y a Orlando Ochoa!”, le comenté.

La señora mostró cara de satisfacción, como si le hubiese dicho el mejor cumplido de los últimos diez años. “No me venga con eso, vecino, que yo sólo soy una mujer que está bien informada porque me preocupo de leer los periódicos bien temprano y tener siempre prendido el televisor”, explicó ella, modosa. “Hoy todos los periódicos y todos los noticieros hablan del desplome”.

“¿Y qué debemos hacer nosotros para cuidarnos las espaldas –pregunté con marcado desasosiego- compramos otra vez atún y sardinas, como para las elecciones; guardamos agua y una linterna?”

La dama, que se dirigía a hacer la compra en un Mercal (es antichavista pero no boba, sabe muy bien dónde venden más barato) retomó fuerzas y me dijo que, desdichadamente, yo no parecía tomarme nada en serio. “Igual que su presidente, todo es una guachafita”, me recriminó.

“La cosa es grave, vecino: fíjese que acá en Caracas, en la Bolsa de Valores, también se han derrumbado las acciones de la Electricidad… Dicen que es porque el señor ése va a nacionalizar todas las empresas y eso hace que se vayan las inversiones extranjeras”, agregó.

“¿Y usted tienen acciones de esas, vecina, cómo es que se llaman… ADR?”, la interrogué con mi mejor cara de pánfilo. “No, vecino, qué ADR ni que ocho cuartos voy a tener yo, si eso es para gente rica”, me respondió la doña.

“Entonces, ¿de qué se preocupa, vecina?”, alcancé a preguntarle, pero no me respondió porque en ese justo momento recibió una llamada por su celular.

Cuchicheó un par de minutos y luego retomó la palabra con aire triunfal: ¡Se fija, qué horror, ahora sí que nos fregamos porque también está subiendo el dólar paralelo!”.

José Pilar Torres torrepílar@hotmail.com

lunes, 8 de enero de 2007

Cerrar RCTV es un mal negocio político

(Artículo originalmente publicado en Todosadentro del 06-01-07)

No le veo el provecho al asunto de cerrar RCTV. Me parece un negocio perdidoso a todo galope para la revolución. Incluso analizándolo desde un punto de vista maquiavélico –que no es mi estilo-, traerá muchas malas consecuencias y muy pocas buenas.

Lo digo a sabiendas de que los promotores del Dogma de la Infalibilidad del comandante Chávez van a anotarme en su lista de los sospechosos de escualidismo, de los cuartorrepublicanos infiltrados, de los bolivarianos descafeinados o, simplemente, de los tipejos blandengues que en los buenos tiempos de la Unión Soviética habrían merecido un período de reeducación en el frío de Siberia.

Echarse encima a esa gente no es una buena manera de comenzar el año, lo sé, pero la autocensura me resulta deprimente. Así que digo lo que pienso: en primer lugar, ni el Presidente, ni ningún funcionario -por más que haya sido electo popularmente, de manera aplastante- tiene derecho a decidir cuáles opiniones políticas deben difundirse y cuáles no. Es más, ni siquiera la mayoría del pueblo, con todo su originario poder constituyente, puede hacerlo. Lo digo como alguien que durante muchos años militó perniciosamente en la minoría. Así que decir: “este medio es golpista y por lo tanto no tiene más permiso”, me parece un abuso de poder aunque se trate de una medida tomada contra quienes han hecho del abuso de su propio poder un modo de vida.

Está a la vista, además, que la no renovación surte un efecto muy lamentable: victimiza a los villanos de esta telenovela, los transforma en unos pobrecitos oprimidos. Creo firmemente que ellos son muchísimo más útiles en su papel natural, el de viejos ridículos y llorones que claman por volver al pasado.

Hay muchos otros aspectos en los que esta decisión produce más pérdidas que ganancias, pero el espacio se agota. Sólo añadiré que el anuncio del presidente el 28 de diciembre ha despertado el dragón del ultrachavismo, que ahora no cesa de lanzar llamaradas. Muchos de los militantes de esta corriente no se conforman con que se apague la señal del canal 2. Aspiran a ver a Marcel Granier y a varios de sus periodistas saliendo esposados de los estudios.

Y, además exigen que Globovisión corra con la misma suerte. No hace falta ser un avezado analista para pronosticar que si el Presidente no muestra con el canal de noticias la misma determinación que evidenció con RCTV decepcionará profundamente a sus seguidores del ala talibán. Y con toda razón -me atrevo a decir- porque ¿si de ofensas, injurias y conspiraciones golpistas se trata, a quién se le ocurriría dejar fuera a Ravell y su combo latino?

En suma, es una pésima jugada política que sólo dará armas a los enemigos del proceso. Que conste en acta mi voto salvado.

José Pilar Torres torrepilar@hotmail.com